No son cristianos de segunda
Habitualmente, estoy de acuerdo con lo que se dice en el blog En clave de África. Estoy convencido de que su autor, José Carlos Rodríguez, misionero Comboniano, hace una gran labor en Uganda. Creo que ya dije una vez que, desde que era pequeño y leía su revista, los Combonianos han sido siempre para mí el paradigma de misioneros en África.
Sin embargo, no puedo estar más en desacuerdo con el artículo que escribió hace un par de días, .

Quizá recuerden que, hace unos meses, murieron en Irak un sacerdote católico de rito oriental, el P. Ragheed Ganni, y tres diáconos. Cuando iban a entrar en su coche, un grupo de hombres armados se les acercó e intentó forzarles a convertirse al Islam. Al negarse a renunciar a su fe, fueron abatidos a tiros y abandonados en la calle.
El sábado me fijé en un artículo de Joan Tapia publicado en El Periódico y que reproducía Rumores de Ángeles, titulado “El mitin de los obispos”. Supongo que resulta evidente que se refería a la celebración que tuvo lugar el día de la Sagrada Familia en Madrid. El artículo me pareció, la verdad, bastante superficial, pero hubo una expresión que me llamó especialmente la atención y se me ha quedado grabada. El articulista, en referencia a las palabras del Cardenal de Valencia sobre la disolución de la democracia, advertía a los obispos del peligro de “usar el nombre de la democracia en vano”.
Hoy les ofrezco algunos fragmentos de la homilía que pronunció Benedicto XVI el año pasado en esta fiesta de la Epifanía del Señor (es decir, lo que se suele llamar la Fiesta de los Reyes Magos).
    
            
            
            
            
            
            
            


