Derribados, pero no aniquilados
Como ya saben los lectores, InfoCatólica ha estado un par de días sin actividad, debido a las consecuencias de un ataque informático, que ha intentado destruir toda la información que teníamos archivada. Por una de esas extrañas asociaciones que realiza a veces la mente, los sucesos de los dos últimos días en InfoCatólica me han recordado a un cementerio letón.
Los cementerios en los países bálticos son muy diferentes de los que tenemos aquí en España. En vez de estar construidos en recintos cerrados, forman parte del bosque, de manera que las tumbas y las cruces se encuentran entre los árboles. Además, al ser países con población dividida entre católicos, ortodoxos, protestantes y, después del comunismo, ateos, las tumbas son muy diferentes entre sí. Unas llevan la cruz o el crucifijo habituales de nuestros cementerios católicos y otras muestran la cruz ortodoxa con el pie torcido, mientras que las de protestantes y ateos, generalmente más tristes, sólo ponen el nombre del fallecido y las fechas de su nacimiento y muerte.