Una monja adopta un hijo
Hablábamos ayer del proyecto de un blog norteamericano de adoptar virtualmente a “sacerdotisas” para rezar por ellas. Algún lector comentó la posibilidad de adoptar a las energúmenas que irrumpieron hace poco en una Misa y se desnudaron como “acto de protesta”. Otros pensaron en adoptar a los japoneses que están sufriendo lo del tsunami y rezar por ellos. Hasta hubo (horresco referens) quien sugirió adoptar a Luis.
Todo esto me ha animado a traer al blog un relato estupendo que hace Santa Teresa de Lisieux sobre algo que sucedió cuando aún era una niña. Es una de esas historias que deberíamos contar a nuestros hijos, porque se graban en la imaginación para toda la vida. En ella, Santa Teresita cuenta con gran sencillez la historia de su “primer hijo". Quien la conozca, disfrutará releyéndola y quien no la conozca creo que se alegrará de haber pasado hoy por este blog.

El otro día vi la película El Almirante. Es una película rusa de hace un par de años que apenas tuvo eco en España. Una de esas historias complicadas y grandiosas, vinculadas a acontecimientos históricos, tan del gusto de los rusos. El Almirante es Kolchak, el Comandante Supremo del gobierno ruso blanco que luchó contra los bolcheviques en la Revolución Rusa. Interpreta su papel Konstantin Khabenskiy, un actor ruso que va teniendo cada vez más fama y que fue el protagonista de las películas Night Watch y Day Watch, además de participar en Wanted.
Dios es capaz de hacer milagros y por eso, para nuestra sorpresa, puede sacar algo bueno incluso de nuestros pecados. Los cristianos llevamos en nosotros al Espíritu Santo, que es capaz de hacer este milagro que supera nuestra imaginación. No es extraño que San Pablo nos mande imitar la forma de actuar de Dios, con la ayuda de su gracia: “No te dejes vencer por el mal; antes bien, vence al mal a fuerza de bien“.
Comento hoy la



