Cosas buenas del mundo moderno
Hace tiempo, una lectora, Sonia S, se quejaba amablemente de que en este blog se hable mucho de los problemas de esta época comparada con otras. A veces, no me da tiempo a responder a los comentarios y puede parecer que los ignoro, pero no es así. Los agradezco mucho, porque me hacen pensar.
Ciertamente, vivimos en una época de apostasía y eso de alguna forma tiene que reflejarse en un blog católico. No soy, sin embargo, de los que piensan que cualquier tiempo pasado fue mejor o que vivimos en la peor época de la historia. Ni mucho menos. Cristo es el Señor de la historia y sabe a dónde va, aun en medio de tormentas o tiempos de oscuridad. Además, la naturaleza humana sigue siendo la misma que hace diez mil años y por ello la vida de los hombres sigue siendo una mezcla desigual de verdad y errores, de alegría y sufrimiento.
En respuesta a la observación de la lectora, se me ha ocurrido traer al blog veinticinco cosas que me gustan del mundo moderno. Todas ellas don de Dios y motivo para darle gracias. Las he incluido sin orden ni concierto, mezclando cosas importantes con otras triviales. Quizá los lectores puedan añadir más, para que nos alegremos juntos por las obras de Dios.