Reseña de Romero a Roma en un buen blog
Los cristianos damos gracias a Dios por todo aquello que nos ocurre, sabiendo que todo sucede para el bien de los que aman a Dios, aunque, por supuesto, es mucho más fácil agradecer las cosas agradables. Hoy, por ejemplo, quiero dar gracias por una de esas pequeñas cosas que animan el día: haber descubierto una (buena) reseña de Romero a Roma que desconocía, en el blog Un secreto gigantesco.
Aprovecho para recomendar el blog, porque es estupendo. Su autor, José L. L. (que, por cierto, cumplió veinte años esta semana) es estudiante de telecomunicaciones y buen escritor en ciernes. En su blog habla de prácticamente cualquier cosa, desde libros, películas, videojuegos y empresarios emprendedores hasta fractales y filosofía. Y, por supuesto, de Dios. Es una de esas bitácoras en las que uno no sabe lo que se va a encontrar en el próximo post, excepto que será sin duda interesante.
Incluyo a continuación algunos fragmentos de la divertida reseña que ha hecho José de Romero a Roma, aprovechando que es buen amigo de dos de los peregrinos del relato (si quieren leer el resto, pueden hacerlo aquí):