400 poemas para explicar la fe
Todas las generaciones de la Iglesia han estado llamadas a evangelizar, catequizar y transmitir la fe, y todas lo han hecho, porque de otro modo no estaríamos aquí los católicos actuales. Ahora nos toca a nosotros y no tenemos excusa ni justificación ninguna para no hacerlo, ya que, en los dos milenios de existencia de la Iglesia, se han acumulado inmensas riquezas catequéticas.
Son riquezas que no se limitan a los catecismos, manuales y tratados teológicos. Tanto en la pintura como en la escultura, la arquitectura o la literatura, los católicos que nos precedieron nos han dejado también herramientas utilísimas para transmitir la fe de forma atractiva y visual, aprovechando la vía de la Belleza para hablar de Dios. Solo hay que tomarse la molestia de conocer y aprovechar esas herramientas, que están a nuestra disposición.