Religiosas con síndrome de Down
He tomado la siguiente noticia del estupendo blog Todo era bueno, que recomiendo vivamente a los lectores.
Ya he mencionado alguna vez que mi mujer es maestra de Educación Especial y psicopedagoga. Quizá por eso, me resulta más fácil ver que las personas con alguna discapacidad en general y con síndrome de Down en particular son hijos predilectos de Dios y hermanos de Cristo, que son inmensamente valiosos a sus ojos.
Les cuento esto para explicarles porqué me ha alegrado leer, en el blog mencionado al principio, que una congregación religiosa, las Hermanitas Discípulas del Cordero, aceptan a chicas con síndrome de Down como religiosas para su congregación. Quizá sea mi ignorancia, pero yo nunca había oído algo así de ninguna orden ni congregación religiosa.
Como primera impresión, tengo que decir que me parece algo magnífico. Me parece que es un recordatorio de que Dios nos llama a absolutamente todos los hombres a la santidad. Por supuesto, la vida religiosa no es necesaria para que las personas con discapacidad (ni las demás) sean santas, pero es un maravilloso camino de acercamiento a Dios, que centra la vida en Él de una forma especial. Me alegro de que no se prive a las personas con síndrome de Down del don de la virginidad consagrada, de la pobreza por el Reino de los cielos y de la obediencia que da la verdadera libertad, que son la herencia de la vida religiosa.
Otra cosa que me gusta de esta decisión de las Hermanitas del Cordero es que es un signo de que las personas con discapacidad están, como las demás, destinadas a la felicidad eterna del cielo. La vida consagrada es un signo para todos de la Jerusalén celeste, en la que Dios lo será todo en todos y hará completa nuestra felicidad. En ese sentido, me parece especialmente apropiado que participen en ella estas chicas con síndrome de Down, porque, si Dios quiere, espero sentarme un día con ellas a la mesa del banquete del Reino de los Cielos.
Esto último me parece especialmente importante en un momento en que, en España, 9 de cada 10 niños con síndrome de Down son abortados antes de nacer. Generalmente con la excusa de que su vida no iba a ser “digna”. ¿Digna? ¿No es digna la vida de alguien llamado a ser imagen del mismo Jesucristo, a ser un hijo amado de Dios y templo del Espíritu, a ser santo? ¿No merece la pena la vida de alguien llamado a ser eternamente feliz en el cielo y a gustar ya aquí en la tierra las primicias de esa felicidad? ¿No es digna la vida de alguien que, como ser humano, vale más que todas las galaxias del universo? Me temo que, quien dice que la vida de esos niños no va a ser digna, carece del más mínimo criterio sobre la dignidad humana.
Con todo esto, no quiero idealizar ingenuamente lo que están haciendo las Hermanitas del Cordero. Estoy seguro de que, en la práctica, es algo complicado, lleno de dificultades y con sufrimientos, como todas las cosas que merecen la pena. Tendrá que pasar el tiempo para que se pueda ver cómo se solucionan los problemas y dificultades como la capacidad para el consentimiento, las formas de convivencia, la organización práctica, etc. Sin embargo, también estoy seguro de que Dios premiará el amor y el respeto que están mostrando las Hermanitas por estos hijos queridos suyos.
Quid vobis videtur?
27 comentarios
Siempre que he mirado en los ojos de estas personas he visto una inocencia y un amor tan grande como sólo se ve en los niños muy pequeñitos.
Seguro que dan un ejemplo grande de amor a Dios y a los demás.
Me alegra mucho esta noticia. Gracias por contárnosla
Creo que las Religiosas de la Visitación admiten a mujeres que en otras congregaciones no eran recibidas, por algunas discapacidades.
Al leer lo que arriba indico pensé que dependía de los requisitos necesarios para la vida religiosa en esa orden concreta, y de la persona concreta que pidiera entrar en ella.
Los votos de obediencia, castidad y pobreza y la regla de las hermanitas del Cordero probablemente sean más asumibles libremente por algunas personas con discapacidad que por otras con muchas capacidades, si se mira con ojos no cristianos.
Muchos discapacitados con Sindrome de Down firman contratos laborales, salen en la tele haciendo de actores e incluso hay casos de personas que se han casado...
No ricemos el rizo.
Son personas con bastante lucidez para saber lo quieren hacer y lo que les gusta hacer.
Esta noticia bellísima me ha alegrado el domingo.
Un abrazo Bruno y compañía
Para entrar en una orden religiosa hay que tener buena salud, tanto física como psíquica, eso no es egoismo, sino precisamente para que no se vea entorpecida la vida de comunidad.
Piénsese por ej. en el hermano Rafael, que hizo varios intentos de profesar como trapense, y era rechazado por estar enfermo.
Por otra parte la misma comunidad puede estar dedicada a precisamente cuidar a personas con discapacidad.
Dicho esto, supongo que las hermanitas, que por cierto hacen una labor extraordinaria, no sólo con desfavorecidos, sino también litúrgica, tienen un grado de discapacidad que les permite discernir su vocación, y que además ayudan a la propia comunidad con su presencia.
Salvando todas las distancias el caso me ha recordado al personaje de los hermanos Karamazov, la deficiente profunda del pueblo, a quienes llamaban la santa, que todos ayudaban, y que era la única a la que los mercaderes dejaban entrar sin problema y permanecer junto al género.
unas sí y otras no; hay emnormes diferencias de un síndrome de Down a otro. Hay personas con SD con capacidades muy similares a las de la media de la población general. Otras tienen muchas otras enfermedades y discapacidades añadidas, que dejan pequeña a la discapcidad mental y hacen pensar que eso es lo de menos. Un niño Down de inteligencia muy baja, pero con enefermedades de riñón, corazón, vista, y otras "menores" como dermatitis continuas, alopecia a los 10 años, etc etc etc, hace pensar en que lo demenos es la deficiencia intelectual. Otros niños Down tiiene una capacidad intelectual semenjante a la de muchos niños "normalitos" y su capacidad de discernimiento ya la quisieran muchos jóvenes que hacen botellón todos los fines de semana. Y, en general, hay muchos grados de deficiencia.
Bruno, yo creo que la gente que aborta cuando cococe que su bebé tiene síndrome de Down ya ni siquiera se molesta en esgrimir lo de la "vida digna" porque es bastante insostenible; de hecho, hace mucho que no oigo ese argumento. Ahora se va al grano con toda sinceridad: no estoy dispuesto/a a cargar con un niño así. Y punto.
Claro que tiene que ser difícil tener un niño "así", y he vivido muy de cerca el caso de un primito que nos nació con días de diferencia del mío pequeño. No sé cómo lo habría vivido yo, ni me atrevo a aconsejar nada a nadie viendo cuánto sufrimiento ha traído ese niño a tanta gente. Tanto sifrimiento y tantas alegrías, sí; pero el sufrimiento ha presidido cada minuto de los últimos doce años de esa familia y todo promete que las cosas sigan empeorando lenta e inexorablemente.
Lo cierto es que una sí sabe qué debe hacer: ningún criterio personal está por encima del derecho a vivir de los niños Down, como de cualquier otro ser humano, le toque a quien le toque y como le toque.
Pero tampoco trivialicemos: no es una "bendición"`para sus padres que un niño nazca con SD; la bendición es tener un hijo, sea como sea, y nada más. Lo del Down, según en qué casos, pero en la mayoría lo es, es una desgracia enorme y dolorosísima.
Lo cierto es que abortar a un fembrión Down, no libra a los padres de tener un hijo con otras anormalidades no detectadas intrauterinamente; no libra de tener un hijo drogadicto, no libra de que un niño recién nacido sufra una meningitis o una parálsiis cerebral, no libra de tener un hijo psicópata o asesino en serie, no libra de tener un hijo que sufra un accidente invalidante... sólo libra de ESE niño Down en particular. ¡Vaya un triunfo!
Por eso, la tomaría con cautela.
Puesto a pensar, encuentro algo similar en la praxis tradicional de la Iglesia, las sacramentinas ciegas. Una discapacidad que es inhabilitante para el servicio a los demás,o para el sacerdocio, no es óbice para la contemplacion y la adoracion.
Salvado el discernimiento necesario, que es requisito sine qua non del derecho canonico para tomar estado, entiendo que estas mujeres pueden reflejar con cabalidad el misterio escatologico con su vida contemplativa, participando de algun modo en la vida de la congregacion. De ningún modo como miembros regulares, en pie absoluto de igualdad con los restantes miembros en cuanto a direccion de la congregacion o cualquier otro servicio que requiera la plenitud de las facultades intelectuales, eso sería un voluntarismo muy tonto y contraproducentes. Y tampoco aceptaría que esto se haga en nombre de la "no discriminacion", concepto moderno y absolutamente contrario a la ortopraxis catolica y a la vida religiosa
No estoy tan seguro que puedan profesar votos, es un tema casuístico, que deberá ser evaluado de acuerdo a su discapacidad. Yo sería muy estricto y ante la duda, negativa.
La verdad es que estaba preocupado por los agresivos comentarios que al respecto de estas religiosas se habían hecho en un blog que se tiene por católico (y que no cito para no darle tráfico). Yo creo que hay que ser prudente, como bien decís, por respeto a estas chicas, pero también audaz, para ofrecer a los afectados por SD el mayor espacio posible.
Por otro lado, y sin tener más datos, cuando leo una noticia de este género quiero pensar que estas iniciativas están bien acompañadas por la autoridad competente, y procuro no dejarme llevar, ya de entrada, por la desconfianza o la hostilidad inquisitorial. Todos somos inocentes, hasta que se demuestre lo contrario.
Por eso yo -sin tener más datos- quiero suponer que están haciendo las cosas como Dios manda. Hasta que alguien me demuestre otra cosa.
http://divinavocacion.blogspot.com/2008/11/100-hermanitas-discpulas-del-cordero.html
"Las Hermanitas Discípulas del Cordero son una Asociación Pública de Fieles, fundada en 1985 en Francia. Su vocación es eminentemente contemplativa, basada en la Regla de San Benito y en el camino de la Infancia Espiritual de Santa Teresa del Niño Jesús, y ofrece a las jóvenes con Síndrome de Down la posibilidad de realizar su vocación religiosa, sostenidas por otras Hermanas «válidas» de comunidad. El ritmo de oración, condicionado por estas circunstancias, es acompañado de momentos de trabajo para la manutención del convento: costura, bordados, repostería, etc. La comunidad está asistida en materia sacramental por el Monasterio Benedictino de Fontgombault, esto es, conforme a la Forma Extraordinaria del Rito Romano. El Instituto está compuesto de diez Hermanas."
Cualquier persona es un regalo de Dios y "no es una desgracia enorme y dolorosísima". Tengo una hermana con sindrome de down y tengo un amigo que es como un hermano, que tiene un hijo con el mismo síndrome.
Por experiencia te diré que se llora, porque todo el mundo espera que su hijo sea "perfecto", pero una vez llorado, una vez aceptado, después no es un gran problema, de hecho mis padres han llorado más por cosas mías que por las de mi hermana, les he dado yo más disgustos que ella, quizá ella concentrados en su nacimiento y yo decepciones poco a pcoco, pero te puede decir que mi hermana ha sido y es una bendición para mi familia, en todos los aspectos.
Una última cosa, abortar a una persona con síndrome de down con otras discapacidades o incluso un psicópata, no libra, de nada, es un aborto, es un asesinato, es ir en contra de la vida. Librar es una palabra muy desagradable y fundamentalmente poco acertada. Matar no libra, sino que aporta una pesada carga, la de la conciencia de lo mal hecho.
Bienvenida al blog. Me alegro de que te haya gustado la noticia. A mí también me ha gustado, por eso la he compartido.
Hermenegildo:
Entiendo que eso hay que decidirlo caso por caso. Y, si fuera oportuno, adaptándose a las necesidades de cada persona, por ejemplo sustituyendo la profesión perpetua por votos anuales renovables, como los de las Hijas de la Caridad.
Óscar:
Y siempre que sea posible, la Iglesia debe esforzarse en proporcionar a estas personas todas las vías de santificación que pueda. Tener un trabajo es importante, pero ser santo lo es mucho más.
Como dices, hay que tener sentido común. No todas las discapacidades permitirán acceder a la vida religiosa y, también dentro de la vida religiosa, habrá congregaciones que se adapten mejor a personas discapacitadas. Es evidente, por ejemplo, que la vida solitaria de ermitaño no sería muy apropiada.
Me ha llamado la atención lo de la liturgia tradicional que mencionas. Es significativo que algo tan nuevo surja en una comunidad centrada en el usus antiquior. Lo verdaderamente nuevo, en la Iglesia, viene de Cristo y no de las modas y novedades pasajeras.
Yolanda:
No me atrevía a ser tan brutal con lo de "no estoy dispuesto/a a cargar con un niño así. Y punto", pero tristemente es la realidad
Luis:
Como es lógico, siempre hay que discernir las cosas y, como le decía a Juvenal, usar el sentido común y estudiar cada caso. Sin embargo, en ningún sitio está escrito que la vida religiosa tenga que ser siempre igual. Es perfectamente posible adaptar reglas existentes o crear otras nuevas para permitir, en lo posible, que las personas con problemas físicos o psíquicos puedan participar de la vida religiosa. En el problema de los votos que mencionabas, creo que bastaría, como ya he dicho, sustituir los votos perpetuos por votos anuales, por ejemplo. Por supuesto, todo con discernimiento, sometido al parecer de la Iglesia y con tiempo para ir viendo qué problemas surgen y qué frutos se obtienen.
Un saludo.
Muchas gracias por la noticia, me encantó leerla en tu blog y quise compartirla con los lectores. Aprovecho para recomendar otra vez el blog Todo era bueno, de lo mejor que hay en lengua española.
Blanca:
Muchas gracias por la información y por el enlace.
Muchísimas gracias por contarnos su experiencia personal.
Es curioso como Dios hace las cosas: con Dios, aceptar un problema o un sufrimiento es fuente de liberación; sin Dios, intentar "librarse" de los problemas suele terminar en una mayor esclavitud. Todas las experiencias que he escuchado o leído de mujeres que han abortado coinciden en que creían que se iban a librar de un problema y, en realidad, se echaron encima una pesada crga para toda la vida.
Gracias otra vez y bienvenido al blog.
Dices: "Toooodos! somos hijos predilectos de Dios." Estoy de acuerdo. No he dicho lo contrario en ningún momento.
Dices: "Las personas con síndrome Down no son ningunos "angelitos", SON PERSONAS y solo eso! Y merecen ser tratadas con esa dignidad." También estoy de acuerdo.
Dices: "Las "hermanitas", no le hacen ningún favor a nadie, ya estaría que ellas discriminaran a las personas (de cualquier condición). Es un privilegio para ellas!" En eso ya no estoy de acuerdo. Entrar en una comunidad religiosa no es un "derecho", por lo tanto no existe nunca "discriminación".
Como la vida religiosa es dura y complicada, porque supone una convivencia muy estrecha y un compromiso para toda la vida, hay bastantes requisitos que cumplir para entrar en una orden o en una comunidad religiosa. La mayoría de las congregaciones no permiten el ingreso a personas con grandes problemas físicos o psiquicos. Y es comprensible.
Y, sin duda, para estas hermanas sería mucho más cómodo no meterse en líos. Sin embargo, han querido abrir la vida religiosa a las personas con Síndrome de Down y me parece muy bien.
Dices: "Por qué ver como extraordinario, algo que no lo ves así en otras personas?" Yo veo extraordinaria la vida religiosa para cualquier persona. Siempre es algo sobrenatural.
Dices: "no estarías hablando de la gran dificultad y sacrificio, bla, bla, blá. La mayoría (y mira que conozco muchas), son personas que aportan mucho en dónde están (en todos los aspectos)". Eso no quita para que esta decisión traiga consigos evidentes complicaciones. Algunas ya se han mencionado, como la necesidad de una madurez suficiente para hacer los votos. Eso no significa despreciar de ninguna forma a las personas con síndrome de Down, sino sólo ser consciente de su realidad.
Dices: "que sean tratados como se merecen: un Ser como ´Tú y como Yo. O no?"
Bueno, son iguales que tú y que yo en su dignidad como personas. Son distintas de ti y de mí en que tienen síndrome de Down. Igual que tú eres distinta de mí en que eres una mujer, en que tienes un nombre distinto, en que probablemente vivas en una ciudad diferente, etc. La justicia está en tratar igual a las personas en lo que son iguales y tratarlas de forma diferente en aquello en que son diferentes.
Por ejemplo, las personas con síndrome de Down pueden recibir ayudas y subvenciones públicas que yo no tengo derecho a recibir. Y me parece muy bien. En lo que son diferentes se les trata de forma diferente y en lo que son iguales se les trata igual.
Y, al final, lo importante es aquello en lo que somos iguales, que es estar llamados a ser hijos de Dios. Lo demás importa poco.
Saludos.
Me parece bien que se puedan meter monjas, como casarse, etc........
un saludo,
Cada caso, puede ser apreciado y evaluado en bien de la vida religiosa, en cuanto se necesita capacidades para la convivencia, e inteligencia suficiente para hacer los Votos temporales o perpetuos. Muchas de esas personas tienen la capacidad de un amor al prójimo hasta el sacrificio, de ofrecer su vida como un don gratuito; de desempeñarse en oficios para bien de la comunidad o de los fieles que les circundan.
Confío en que La Iglesia, estará pendiente del desarrollo de la vida religiosa de dichas comunidades y lo hará con toda Caridad. ¡ Bendito sea Dios!
No estoy de acuerdo con un artículo que presentó un vídeo sobre la reacción de Casas Religiosas que permitieron ciclos de conferencias post vat II progre-modernistas, y que muestra cómo esas Casas Religiosas se cerraron luego, por cambios en la vida religiosa que las llevaron a salirse y vivir en casas... como personas "jubiladas", cuando las congregaciones son servicio por amor, y no, trabajo dependiente y servil, además pago y con derecho a jubilaciones... Mostrar esa clase de modernismo no es real y no puede concebirse una retirada de cientos de monjas pidiendo jubilación... No cuaja con el Voto de Pobreza hecho en la Iglesia Católica. No tienen ni idea de la verdadera entrega y oblación de la vida religiosa. Además, opinan sin realismo, fuera de la verdad. La Vida Religiosa bien llevada es sagrada y santificante! Siempre lo ha cuidado así La iglesia. Y lo que se extravía es eso: No debe ser.
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