¿Son sectarios los movimientos? y otras preguntas
Quaestio Quodlibetalis 8. Un comentarista (Hipólito) me ha planteado varias preguntas interesantísimas. Lo cierto es que me encanta cuando los lectores no se limitan a aceptar lo que digo, sino que plantean objeciones, porque eso siempre permite profundizar en las cuestiones. La vida cristiana es como una mina de metales preciosos: cuanto más se profundiza, más tesoros se encuentran.
Las tres preguntas, resumidas, son las siguientes:
1. ¿Qué añadiría a mis obras pertenecer a grupos y movimientos?
2. ¿Y qué mueve a un laico normal y corriente a hacerse miembro de un movimiento determinado?
3. ¿Por qué estos grupos han ido despertando sospechas de sectarismo y prácticas inaceptables de diversos tipos dentro y fuera de la Iglesia?
1) Creo que no es adecuado plantear la cuestión desde los compromisos en los diversos grupos y lo que podrían añadir a las obras de uno. No se pertenece a estos grupos esencialmente para poder hacer más cosas, dar más o comprometerse más, sino fundamentalmente para recibir. Así es toda la vida cristiana, lo que se da es siempre infinitamente menos de lo que se recibe, porque ¿qué tienes que no hayas recibido?
Los movimientos, las congregaciones y los distintos grupos son, ante todo, ayudas para vivir la vida cristiana. En ellos se recibe el apoyo de hermanos a los que Dios lleva por un camino similar y que rezan de forma especial unos por otros, apoyándose mutuamente. De esta forma, se realiza de forma concreta algo que está siempre presente en la vida de la Iglesia: la comunión. No olvidemos que la propia palabra “Iglesia”, en griego ekklesia, significa “asamblea”, “reunión”. Sin duda, Dios podría haber hecho que cada persona viviese su cristianismo de forma individual y solitaria, pero quiso que la vida cristiana fuese una imagen de la comunión trinitaria.
Cada grupo dispone, además, de “bienes espirituales” que pueden ayudar a sus miembros, como las catequesis, las celebraciones o los escrutinios del Camino, la dirección, las charlas y los retiros del Opus Dei, el discernimiento de carismas en la Renovación, la vida retirada y de oración y según la regla de Santa Teresa en un carmelo y un larguísimo etcétera. Estos bienes están a disposición de toda la Iglesia, pero generalmente se aprovechan más y se viven en profundidad en los grupos en los que han surgido.
Por eso mismo, se suele entrar en un movimiento, en un grupo eclesial o en una congregación religiosa cuando Dios despierta en el alma el deseo de recibir también esos bienes espirituales o participar en esa estrecha comunión y en las actividades que se han visto en el grupo en cuestión. También esto es una realización concreta de lo que sucede en general en la Iglesia: los no cristianos se deciden a entrar en ella porque desean lo que tienen los cristianos, mirad cómo se aman.
Por supuesto, cuanto uno más recibe de Dios, más puede dar. Por eso, los grupos en los que abundan las gracias de Dios son también aquellos con un apostolado y una entrega de la vida por los demás más fuertes. A los grupos cristianos les sucede lo mismo que a los cristianos individuales: las gracias y carismas que Dios les concede están estrechamente vinculados a la misión que les confía en el mundo.
2) La vida cristiana no la guía cada uno, sino Dios por medio del Espíritu Santo. Para una persona, Dios puede tener planeado pertenecer a un grupo concreto o la vida religiosa en una congregación en particular mientras que para otra persona puede haber planeado simplemente que se santifique cuidando a sus padres enfermos o que se vaya al cielo nada más hacer la primera comunión.
¿Es mejor una vocación que otra, un grupo que otro o que no pertenecer a ninguno? No, lo mejor es siempre hacer lo que Dios ha planeado para uno. Por eso no se pueden dar reglas generales, que, además, Dios se complace en romper. Por ejemplo, el ansia de evangelización y de misionar que sentía Santa Teresa de Lisieux no se cumplió en una congregación misionera, como parecería humanamente lógico, sino en un convento, como monja de clausura, porque Dios así lo quiso.
Los cristianos siempre pertenecemos, por voluntad de Dios, al menos a un grupo: nuestra diócesis, guiada por un sucesor de los Apóstoles. A partir de ahí, cada uno debe ir por donde el Espíritu Santo le guíe.
3) En cuanto a las sospechas de sectarismo, creo que hay tres razones fundamentales para su existencia.
En primer lugar, como dice Hipólito, están las críticas externas, como la de El País, que realmente lo que quieren es criticar a la Iglesia y denigran a los movimientos por ser cristianos, porque el autor no traga la doctrina de la Iglesia o la fe cristiana. En la entrevista de El País, por ejemplo, el periodista criticaba a Kiko Argüello por creer que el infierno o el demonio existen, por oponerse al aborto o al matrimonio homosexual o por querer predicar a todo el mundo que la salvación se encuentra sólo en Jesucristo. Es evidente que esas opiniones no son peculiares del Camino Neocatecumenal, sino comunes a toda la Iglesia.
En segundo lugar, como decía otro comentarista (Oscar), dentro de la Iglesia a veces se critica a los nuevos grupos y movimientos por desconocimiento. Es algo normal, propio de la condición humana, a la que le cuesta adaptarse a lo nuevo. El Espíritu Santo se complace en romper constantemente nuestros esquemas de cómo deberían ser las cosas y muchas veces cuesta seguir su ritmo.
Por ejemplo, sucedió lo mismo, al principio, con las órdenes mendicantes de dominicos y franciscanos, que aparecieron, si no recuerdo mal, en el s. XII. Durante bastante tiempo, tuvieron que enfrentarse a una terrible oposición entre los sacerdotes diocesanos y las antiguas órdenes monásticas, simplemente porque eran algo nuevo en la Iglesia de su tiempo.
En tercer lugar, creo que se debe a los fallos humanos de los propios miembros de los grupos. No olvidemos que nuestra Iglesia está hecha, precisamente, para acoger a miembros débiles y llenos de errores y pecados: no he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores.
Consideremos a una persona que, por ejemplo, ha vivido durante 30 años en un ambiente de cristianismo puramente social, en el que ser cristiano era solamente una costumbre y no afectaba en nada a la vida. Entonces, se encuentra con un grupo en el que se vive el Evangelio en profundidad y que le ayuda a encontrarse con Cristo realmente. Es muy fácil que esa persona tienda a considerar que los únicos “cristianos auténticos” son los de su grupo. Esto, obviamente, es erróneo y perjudicial, pero es comprensible que suceda a veces en personas concretas.
En mi opinión, el criterio para determinar si estas actitudes son simplemente defectos de algunas personas concretas o si verdaderamente existe un problema de sectarismo en un grupo es la obediencia. Ésa es la piedra de toque. Si un grupo acepta someterse al discernimiento de la Iglesia en materias de fe, de moral, de liturgia y de disciplina eclesial, los errores humanos y la actitud de suficiencia de algunos de sus miembros se irán corrigiendo con el tiempo.
A su vez, la autoridad eclesiástica tiene la misión de discernir si un grupo es verdaderamente católico y de comunicárselo a toda la Iglesia, en cumplimiento de la misión que el Espíritu Santo ha dado al magisterio. Por ejemplo, en tiempos de San Francisco, el papa Inocencio III pidió al santo que los franciscanos llevasen siempre la tonsura, para diferenciarse de grupos sectarios que podían confundirse con ellos.
Sectario, en latín, significa separado. Por eso, el sectarismo no soporta la obediencia, ya que ésta implica el reconocimiento humilde de que la Iglesia no se acaba en el propio grupo, sino que es algo mucho mayor: la magna Iglesia, Católica, es decir, universal, en la que se reunirán todos los pueblos, de oriente y occidente.
22 comentarios
En ocasiones suele suceder que las personas adquieren un derterminado poder y esto les hace sentirse con poder de decir lo que alguién tiene que hacer. El problema aparece cuando están implicados terceros y se incita a hacer derterminadas cosas que no tienen pq ser Dios, sin ambargo se disfrazan como tales y quién asume las consecuencias de esos errores no son los que estaban equivocados sino esas terceras personas. Un saludo.
“Hay diversidad de carismas, pero un mismo Espíritu; diversidad de ministerios, pero un mismo Señor; diversidad de actuaciones , pero un mismo Dios que obra todo en todos. A cada cual se le otorga la manifestación del Espíritu para provecho común”
1 Co 12, 1-3
Sin embargo, esto sólo lo puede hacer quien ignora que son, eso, inspiraciones del Espíritu de Dios y, por lo tanto, no pueden tener nada de maslas ni de negativas. Son, el contrario, luces que nos encontramos en el camino hacia el definitivo Reino de Dios.
Achacarles algún tipo de sectarismo es, simplemente, desconocer lo que son y lo que hacen, el amparo espiritual que suponen para muchos fieles en Cristo, la voluntad que aportan de universalidad a la Iglesia y todo lo que, de bueno, hacen por el bien de todos.
Además, todos los movimientos forman parte del Cuerpo de Cristo porque en él confluyen y, en general, confluímos todos los que nos consideramos hijos de Dios.
“…los carismas han sido considerados a menudo como dones extraordinarios, sobre todo característicos del comienzo de la vida de la Iglesia. El concilio Vaticano II quiso poner de relieve el hecho de que los carismas son dones que pertenecen a la vida ordinaria de la Iglesia y que no tienen necesariamente un carácter extraordinario o maravilloso. También la exhortación apostólica Christifideles laici habla de los carismas como dones que pueden ser «extraordinarios o simples y sencillos» (n. 24). Además, es preciso tener presente que muchos carismas no tienen como finalidad primaria o principal la santificación personal de quien los recibe, sino el servicio a los demás y el bien de la Iglesia. No cabe duda de que tienden y sirven también al desarrollo de la santidad personal, pero en una perspectiva esencialmente altruista y comunitaria, que en la Iglesia se coloca en una dimensión orgánica, en cuanto que atañe al crecimiento del cuerpo místico de Cristo.”
Cre que has dado en el clavo del punto central de esta cuestión con lo de que no existe una "doble pertenencia" a un movimiento y a la Iglesia, ya que cualquier grupo o movimiento católico es parte de la Iglesia. Algo parecido intenté decir en el artículo anterior, pero creo que lo has expresado mucho más claramente.
Al leer la cita de Juan Pablo II, pensé que quizás tendría que modificar lo que había dicho de que los movimientos son fundamentalmente para ayudar a sus miembros, pero al leerla otra vez, veo que habla de los "carismas", que es algo aún más amplio. Es evidente, por ejemplo, que el carisma de la autoridad en la Iglesia se da ante todo para el servicio de los fieles y no para el bien del que ejerce esa autoridad (aunque sin duda Dios también le bendecirá en ese ministerio). En cambio, creo que los movimientos están más dirigidos al bien de sus miembros, aunque, por supuesto, eso nunca se puede separar de su misión.
No me parece normal, he leído relatos dramáticos.
Y yo como experiencia personal trate a uno de estos movimientos y acabé bastante rebotado de ellos. Aunque reconozco que yo también puse de mi parte en las malas relaciones.
Creo que es algo que deberían corregir.
De acuerdo con lo que dices, con la salvedad que añades al final: Si el bien de los miembros no se traduce en servicio y bien para los demás: "Aunque hablara las lenguas de los ángeles..."
Josafat:
Todos no, te lo aseguro, hay experiencias , incluidos este y otros foros, en este sentido.
La respuesta está en la pregunta : Porque son ex-miembros y no les fue bien esa experiencia.
¿No has oido como se suelen hablar casi todos los "EX" de los "otros"? (permiteme la ligereza comparativa:ex-extrenador, ex-esposo, ex-presidente, ex-secretariogeneral, etc?
Como bien dices, en las relaciones hay siempre,al menos, dos partes. En este caso pienso que no hay que olvidar, juega su papel el Espíritu, nuestra libertad y la Fe.
No hay nada que corregir, pienso. No se puede ni se debe. en modo alguno, A esas personas no se les ha privado de la libertad de decir lo que quieran. Imagínate si se dijera que nadie deja los movimientos o que los que salen son "bobos" que se dedican a alabarlos (¿que extraño sería, no?). Ya te imaginas lo que, en ese caso con razón, se publicaría en primera plana.
Para conocer de primera mano el fenómeno sectario, les propongo la suscripción al boletín que saca la Red Iberoamericana de Estudio de las Sectas - RIES. Es gratis, en www.ries-sectas.tk.
¿Hay Sectas dentro de la Iglesia Católica?
Reflexiones Sobre el concepto de Secta y respuesta a algunas acusaciones dirigidas a grupos católicos
Del Cardenal Christoph Schönborn. O.P., Arzobispo de Viena
ARTÏCULO COMPLETO:
www.aciprensa.com/sectas/criteriossecta.htm
Comienza así:
"Desde hace algún tiempo, en los medios de comunicación social se habla de "sectas intra-eclesiales" o de "sectas intra-católicas". Se quiere así criticar una serie de movimientos y comunidades que han surgido en los últimos decenios. Antes, a muchos de estos nuevos grupos se les solía tachar de "conservadores" o "fundamentalistas"; ahora se los trata de aislar como "sectas intra-eclesiales" . Nos quieren alertar contra ellos como contra las sectas clásicas o las así llamadas "religiones de los jóvenes", que constituyen un peligro para la salud psíquica de las personas y las tratan de modo inhumano. Muchos fieles saben que siempre ha habido, y hay también hoy, sectas que se separan del cristianismo. Pero a muchos cristianos les resulta sorprendente que existan sectas también dentro de la Iglesia, aunque esos grupos hayan obtenido el reconocimiento y la aprobación de la Iglesia. "
Hombre, decir que no tienen nada de malo o negativo, me parece un poco arriesgado. Son inspiraciones del Espiritú y en sí mismas son muy buenas, pero se contaminan más o menos en función del hombre, que empieza a sacarse cosas de la manga tarrde o temprano. UN SALUDO.
No puedo soportar ese "proselitismo agresivo" del que habla un texto citado más arriba. Tampoco, citando de nuevo a Bruno, soporto a la gente de movimientos con esa actitud de superioridad: "es muy fácil que esa persona tienda a considerar que los únicos “cristianos auténticos” son los de su grupo. Esto, obviamente, es erróneo y perjudicial, pero es comprensible que suceda a veces en personas concretas. El caso es que no conozco ninguna faceta más que esas. No soy nada individualista, pero todas las personas que he conocido de los nuevos movimientos me resultan, bueno, no quiero ofender a nadie, pero siempre lo mismo, un aire de familia y siempre lo mismo: aires de misterio y muchas más cosas.
Acerca de (3), creo que tienes razón en el diagnóstico pero cuando hablas de los fallos humanos creo que posiblemente no sean fallos puntuales sino algo extendidos. Si no, no se explica la "mala prensa" dentro del catolicismo. Un ejemplo, relativo al Opus: las únicas personas del Opus que conozco son excelentes, pero por otra parte ya he oído por dos lados (aparte de leyendas urbanas poco fiables) casos de actitudes poco caritativas por parte de los superiores.
Acertaste en cuanto al horario: últimamente me paso los días con bricolajes y luego a la noche me pongo a trabajar en física. Y la semana pasada estuve en Madrid dando un seminario. Si me pagaran por horas me haría rico.
Dices: "No puedo soportar ese "proselitismo agresivo" del que habla un texto citado más arriba"
No lo encuentro ¿podrías decirme a cuál te refieres?
Gracias
El comentario de Agustín (el 9º si cuenta desde arriba) cita un texto , dice que "del Vaticano", así:
"un documento del Vaticano sobre sectas: "algunas mentalidades o actitudes de secta, por ejemplo la intolerancia o el proselitismo agresivo, no constituyen necesariamente una secta. Estas actitudes se pueden encontrar también en grupos cristianos o dentro de algunas iglesias o comunidades eclesiales."
¿Lo ve ya?
De todas maneras, orzowei, tampoco me gusta mucho su estilo por lo que he leído en los últimos días con ese nick, por lo que preferiría limitarme a hablar con el blogger. Si es tan amable de no interpelarme más, se lo agradeceré porque no quiero entablar conversación con según que estilos de intervención.
No entiendo a qué se refiere en absoluto, puedo comprender que juzgue mis opiniones pero ¿mi estilo? ¿con usted? ¿dónde?
De todos modos, dado el lugar en el que estamos imagino que no le molestará que, sin interpelarle, haga referencia o responda a cualquier opinión expresada en el blog, si eso también le molesta, dígamelo e intentaré evitarlo. De todos modos, no tenía ninguna obligacion de responderme, ni siquiera de leer mis mensajes.
Disculpe las molestias, lo siento
Atentamente.
"Cuando mi cuñada ha atado cabos y tienen una tía kika que ahora, ¡ahora! entienden por qué ha hecho una especie de testamento dantesco donde da instrucciones para que la entierren en un hábito blanco, y por qué otra de las tías abuelas tuvo que verselas para quitarle de la cabeza el "consejo" de sus catequistas: cederles su piso para ir a vivir con una familia joven, forrada de hijos... ¡para hacerles de cangura! Una anciana.Para que luego murmuren de la masonería y las sociedades secretas."
También me han hablado de otro caso similar, en el que una señora que lleva en el Camino veinte años y se ha quedado viuda y sus hijos son mayores, ha cedido su piso (la propiedad en donación y mantiene el usufructo) a una familia kika que se les quedaba pequeña la casa por tener ya cinco hijos. Ahora, además de perder la propiedad (y sus herederos) hace más o menos de criada de esa familia.
¿Pasan esas cosas, son exageraciones?
¿Qué hay de cierto en ello?
Nunca en mi vida he oído nada como eso, ni que se anime a nadie a hacer algo así. Desde luego, lo de animar a regalar el propio piso, es falso. De hecho, hasta las familias en misión conservan su piso (dejando todo lo demás), por si fuera necesario que se volvieran, por enfermedad u otra razón. Otra cosa es lo que una señora del Camino haya hecho por su cuenta y no como miembro del Camino ni por consejo de sus catequistas.
Lo único remotamente parecido que se me ocurre es que, en el Camino, igual que se ofrecen familias o sacerdotes para la evangelización, a veces se ofrecen también personas con más años (por ejemplo, 60) cuyos hijos son ya mayores. Esas personas no se van solas a la evangelización, sino que se les manda a ayudar a un seminario en el extranjero o a una familia en misión.
Por ejemplo, en mi parroquia, hay una señora que se ofreció para la evangelización y ha pasado varias temporadas ayudando en el seminario de Taiwán. Es algo más sencillo y de menos "relumbrón" que ir anunciando directamente el Evangelio, pero estoy convencido de que tiene un inmenso valor ante Dios.
A fin de cuentas, no sólo los jóvenes están llamados a seguir a Cristo, también los de mediana edad, los mayores y los ancianos, aunque eso escandalice a nuestro mundo que cree que los ancianos no valen para nada y deben dedicarse a descansar (que es el eufemismo para "no molestar).
Supongo que éste es el núcleo de verdad que ha llevado a los rumores y exageraciones que comentabas.
Un saludo.
De todos modos, salvadas las reservas, hay personas que venden sus bienes y los donan a la sociedad protectora de animales, a greepeace, o a quién se les ocurra. A nadie se le ocurre sospechar y hablar de sosicedades secretas ni similares. Cada uno es libre de hacer con sus bienes y con la herencia lo que quiera. Otra cosa es cómo lo reciban los posibles herederos y, si se ven perjudicados, lo que opinen de quién lo reciba. Ejemplos al respecto, quintales de ellos, yo conozco alguno que otro. La envidia y la codicia son muy perjudiciales y, en acasiones, las críticas vienen solo de ahí.
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