Por desgracia, tenía razón
Hace poco, traduje un artículo norteamericano, como parte de un post que titulé Por desgracia, la Iglesia tenía razón. En él, se mostraba cómo las advertencias de Pablo VI sobre lo que sucedería si se extendía la mentalidad antinatalista se habían cumplido punto por punto: la reducción general de los estándares morales, el aumento de la infidelidad y la ilegitimidad, la reducción de las mujeres a objetos utilizados para satisfacer a los hombres y la coerción por parte de los gobiernos en asuntos reproductivos. Por desgracia, es evidente que todo se ha hecho realidad.
Hoy quiero comentar una noticia que, por desgracia, supone otra predicción cumplida. Es algo que anuncié hace tiempo en un artículo titulado Neonaticidio a la vista (junto con muchos otros autores, pensadores o simples fieles católicos) y que hoy vemos cómo se hace realidad.