El suicidio del catolicismo
Cualquiera que esté prestando atención se habrá dado cuenta ya de que, en el último siglo (y de forma acelerada en los últimos cincuenta años), se ha introducido en el catolicismo una especie de locura suicida. Millones de católicos, incluidos sacerdotes y religiosos, hacen todo lo posible por ser indistinguibles de los paganos, apuntarse a la última moda inmoral y destacar únicamente por su rencor contra todo lo que huela a catolicismo, tradición, moral o doctrina. Aunque nos quejemos de las leyes inmorales o anticatólicas que de vez en cuando se aprueban, lo cierto es que, en Occidente, no necesitamos que nos persigan, porque nos bastamos y sobramos para destruirnos a nosotros mismos.
Lo más increíble es que todo esto sucede ante la pasividad o incluso las congratulaciones de gran parte de los sacerdotes, religiosos y obispos. Cual si se tratara de lemmings, innumerables congregaciones, parroquias, diócesis e incluso conferencias episcopales enteras caminan alegremente hacia el precipicio de su propia extinción, dándose mientras tanto palmaditas en la espalda por ‘lo bien que lo hemos hecho’.
Podría dar literalmente miles de ejemplos, pero creo que bastará tomar uno cualquiera de los que han salido a la luz esta misma semana. Lo traduzco de LifeSiteNews.