Caos en la presentación de El hilo invisible
Quienes conozcan la fama de sobriedad, sensatez y buena organización de la Editorial Vita Brevis se sorprenderán, sin duda, al leer que la presentación de “El hilo invisible” fue un evento caótico, aunque no por ello menos jovial y estimulante. Se reunieron unos sesenta o setenta asistentes, varios de los cuales no se habían equivocado de sala, que soportaron estoicamente una hora y media de discursos y más discursos.
Después de inaugurar el evento con un Ave María, D. Jorge González, de profesión cura y anfitrión del evento, presentó a los Editores de Vita Brevis como “esta panda de descerebrados” a los que se les había ocurrido la idea de crear una editorial y, además, una editorial católica, y, por si eso fuera poco, una editorial católica respetuosa del Magisterio de la Iglesia. Es decir, la receta perfecta para morir de hambre en poco tiempo.