Carta de un antiguo testigo de Jehová a su Madre
En El Salvador, el día de la madre se celebra hoy, día 10 de mayo. Con este motivo, un lector de este blog, Cristhian, que fue testigo de Jehová y contó aquí su conversión, me envía esta carta a su Madre, la Virgen. Los testigos de Jehová se oponen ferozmente a la tradición católica de honrar a la Madre de Cristo y Madre Nuestra, por eso para Christian fue difícil conseguir esa familiaridad con ella que muchas veces los católicos de nacimiento damos por supuesta. En cierto modo, las palabras de Cristhian se parecen a las de San Pablo, cuando se acordaba de lo mucho que había perseguido a Jesucristo y cómo Dios le había respondido con una gracia sobreabundante.
Se ve enseguida que es una carta escrita con todo el corazón. El mismo Cristhian me decía que se le saltan las lágrimas siempre que habla de la Virgen y me contaba: “me sirvió de mucho escribirlo, primero intenté hacerlo así como desde afuera, tipo intelectual, pero no puedo, con la Virgen no, no puedo “pensarla", a ella sólo puedo sentirla y amarla, por eso termine escribiéndole una carta en el día de las madres”. Estoy seguro de que también a ella se le saltarán las lágrimas al leerla.
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A ti, amada Madre, a la que no puedo pensar, solo amar: Solo tú y yo sabemos cuánto te he perseguido, cuánto te he vituperado a lo largo de muchos años, cuánto me burle de los que te buscaban, a cuántos de tus hijos saque de tu regazo para llevarlos lejos de ti. Solo tú sabes cuanto recuerdo a cada uno de ellos cada vez que te pienso.
¿Recuerdas como veía con recelo tus imágenes cuando entraba las primeras veces a la iglesia? Entonces me preguntaba si algún día podría “aceptarte”, cuando menos tolerar tu presencia. Y es que ingenuamente pensaba que podía ser católico y tomar una posición “neutra” contigo. En ese tiempo creía que tú eras opcional y de antemano sabia que tu ibas a ser lo mas difícil de creer si me convertía al catolicismo. ¡Te había perseguido tanto!
Hasta que un día en una homilía dijeron que ¡Tú y la Iglesia erais una! Sorpresa de sorpresas, quedé boquiabierto. Sabía que eras algo importante para la Iglesia pero no sabía que tanto. Recuerdo ese sábado nítidamente, fui al santuario tuyo más grande que conozco y me fui a poner en paz contigo, recuerdo que te dije que me permitieras ser tu hijo y que yo sería el mejor católico que pudiera ser. Lloré mucho, era el tiempo en que estaba fresca todavía la huida de Egipto, y recuerdo que vi tu imagen y me extraño verla tan dulce, nunca lo había notado. Como me daba miedo ver las imágenes, nunca las miraba bien, pero tenías esa mirada de cariño que me enterneció el alma.
Poco a poco, te fui conociendo, te fui descubriendo. Te vi en aquel viejo sacerdote salesiano que encontraba cada mañana caminando los 10 kilómetros que lo separaban del colegio a donde iba a oficiar la eucaristía. Te vi en las religiosas que nos alquilaban el lugar de convivencia y siempre estaban bordando, cocinando o barriendo con alegría. Vi tu mano en aquel padre josefino ya muy anciano que rezaba tu rosario en el seminario debajo del árbol cuando yo llegaba a traer las llaves de la iglesia. Te vi en los hermanos, en los niños, en las homilías, aprendí a reconocerte en los detalles, a oler ese delicioso y sencillo olor a rosas que dejas a tu paso. Te vi en los seminaristas, te vi en los jóvenes cuando se iban a a las peregrinaciones y cuando volvían gozosos contando sus experiencias. Te vi en los hermanos y sus combates. Te vi en mi esposa y sus embarazos, en los partos, en las noches de desvelo. Allí estabas siempre, silenciosa y amorosa, guardando todo en tu corazón.
¿Te acuerdas del primer día que tuve un rosario en mis manos? No sabía qué era ni cómo se usaba. ¿Ave María? ¿Que es un Ave María? Mi esposa me enseño a rezarlo, ¡y cuanto me ha servido! Siempre te has acordado cuando nuestro vino se acaba, siempre has vuelto a llenar los odres con vino nuevo, majestuoso e inesperado.
Un día descubrí que no podía hablar de ti sin que se me rodaran las lágrimas, que cada vez que leía un evangelio que te mencionaba se me quebraba la voz. Allí supe que ya te amaba. Amada Madre, cuánto amor me has dado, no puedo pensarte, solo puedo amarte. Es a mí a quien tu Hijo amado le dijo “allí está tu madre”. Era a mí, entraste en mi casa para cuidarte y que me cuides. Cada día intento ser el mejor esposo, padre, y cristiano que puedo con la ayuda de tu Hijo, trato de hacer lo mejor que puedo por mis hermanos, hijos tuyos también, porque sólo tu y yo sabemos cuánto te debo.
Alguna vez mi bisabuelo te amó y, por alguna razón que no conozco, te abandonó. Y aquí estoy yo, cuatro generaciones después, bajo tu regazo. Alimentándome de la iglesia, viviendo en tu alegría. He oído a mi hijo cantando aquello de “es María la blanca paloma…” y qué felicidad es saber que él va a crecer conociendo de ti.
Has sido mi escudo en las noches oscuras, en esas cuando estoy débil y las tentaciones me sofocan pienso en ti y en tus palabras: “Haced lo que él os diga”. Te amo Madre, ¡dichosos nosotros que tenemos una madre que nos cuide, ame y proteja! Feliz Día de la madre, virgen María, madre nuestra, cordera de Dios, brisa suave de Elías.
Tu hijo, Cristhian.
26 comentarios
Yo lo sentido así, lo he vivido en mi infancia, en mi adolescencia, y en periodos donde me era imposible la meditación, el rosario siempre me ha servido como escudo ante el desánimo.
de lo poco que he leido quisiera para mi, una pequeña parte del amor de Cristian a nuestra Madre. Siempre he sido católica pero cuanto tenemos que agradecer a estos hermanos conversos. Que regalo tan grande de Dios¡¡¡
Gracias Cristhian.
A los que hemos estado lejos, muy lejos de la Iglesia, esta experiencia tuya no nos es desconocida. A mi me ha pasado con Jesucristo. Al principio de mi vuelta, como oveja perdida, no sabía quien era. Cuándo oia a los hermanos decir el Señor, siempre me preguntaba ¿Quien es?. Me ha costado años poder sentir tanto su amor hacia mí como mi amor a Ël.
Un beso y que Dios te bendiga
El caso es que aquí se habla demasiado y a boca llena de moral, cuando lo cierto es que hay demasiada gente que carece por completo de ella. El director del portal y al menos tres de sus bloggers ni siquiera lo disimulan como algún otro se esmera en hacerlo, aunque con sopesado cálculo y estrategia, pero con inteligencia al menos.
Y es obvio que todos quieren seguir colaborando con esta canallada, y ya entiendo que no hay forma de impedírselo. Me he esforzado en algo más de un año en creer que entre los varios malvados que circulan en la blogosfera tristemente autodenominada “católica” habría gente ingenua y buena (y es cierto que he visto dos o tres); muchos engañados, muchos incapaces de ver más allá de sus narices (y no, no son muchos, apenas un puñado), mucha ultraderecha camuflada de religiosidad (y no es tanta, qué va, apenas uno o dos), y mucho fanático.
Y eso sí: individuos que han renunciado a su raciocinio y hasta a su libertad para ponerse al servicio de un fin perverso y ajeno a la religión en realidad, y para el que cualquier medio les vale: incluso anteponer sus obsesiones a las personas, hasta unos extremos de calaña moral nauseabunda que, a veces, rozan lo delictivo. Eso es lo que es un fanático. Y eso es lo que manda aquí. Cuanto más huyen de donde los van echando, más se radicaliza el fanatismo y peores medios emplean.
No, ya no creo que en el fondo sean buenos. Me he empeñado en pensar que, en el fondo, hasta ellos son buenos. Y no. No lo son los que declaradamente son malvados sin sonrojo, con descaro, con sonrisa indisimulada y fríamente malévola. Pero tampoco los que utilizan el “rezaré por ti” como arma arrojadiza. Y tampoco los que envuelven calculadamente en melaza pringosa su hipocresía.Quedaos rebozándoos en vuestra mentira, en vuestro fanatismo y, sobre todo en vuestra maldad químicamente pura.
Saludos y despedida de corazón a los tres o cuatro que sois buena gente, de limpia mirada y limpísima intención, y si estáis aquí es por la misma ingenuidad en la que yo he caído de vez en cuando o por ser víctimas de… de demasiadas cosas.
Y a los otros, cada uno de ellos sabe a quién hablo, ojalá dejaseis la Iglesia en paz, ojalá dejaseis de mancillar los nombres y virtudes más sagradas con vuestras indignas plumas. Pero como no lo vais a hacer, y con solo un voto de confianza que os hubiera dado (y fueron muchos), ya habría sido uno de más, no lo reintentaré más.
LF, sigue cubriéndote de gloria por doquier con la basura que llevas de un lado a otro sin encontrar acomodo, pero dejando el maloliente rastro de tu paso en todos los lugares en los que siembras cizaña, deslealtades a puñados e innumerables daños a personas y cosas sagradísimas. Tú y los ególatras fanáticos que te adulan sois , por encima de todas los demás vicios morales que os enfangan, sencillamente, MALOS.
Y que aún haya quién se pregunte por qué se vacían las iglesias...
Ayer se procesionó, en mi barrio,la Virgen Pastora,Madre del Buen Pastor,hizo un corto recorrido ante la amenza de lluvia,lo hizo antes y después.Comparto, ami modo,la vivencia mariana, que me parece la medida más auténtica de la madurez cristiana, además de ser el camino más seguro para la Salvación definitiva en los brazos del Padre:no conozco nigún santa,beato o venerable que no haya sido mariano.El don de lágrimas que el Espíritu te otorga es un don preciado para los predilectos del Señor (Pedro lloró amargamente),que María te lo conserve.Se me olvidaba,¡gracias por tu testimonio!.
Que pena que haya personas, hermanos cristianos también, que no la acepten como la presenta la Iglesia. Que lastima siento de aquellos que perteneciendo a la Iglesia desvirtuan su figura.
Qué alegría me daría que alguno sacerdotes, como Juan Masía, SJ, hablarán así de ti, Madre, y no esbribieran relativizandolo todo, desvirtuando tu persona, pero perdonalos porque no saben lo que hacen y están engañados por el demonio.
Cuando lo lea mi mujer, seguro que derrama alguna lágrima.
Además, me siento muy identificado con lo que dice. El lugar de María en la fe de la Iglesia es una de las dificultades más grandes para los que llegamos o regresamos a ella procedentes del protestantismo o de las sectas (caso TJs). Pero una vez que el Señor nos concede la gracia de comprenderlo todo, es como si nos encontráramos en la piel del mismísimo san Juan al pie de la Cruz en el momento en que Cristo le entrega a su madre. Y es que tras la salvación, pocos regalos tan grandes nos puede concedernos el Señor salvo el de darnos por madre a quien Él creó, santificó y eligió para ser su madre.
PD: Yolanda, si vas a poner eso en todos los blogs sin venir a cuento, te meto en spam y me quedo tan ancho.
Que paciencia
Por eso es tan penoso cuando un sacerdote deforma la doctrina sobre su Madre, evidenciando así que trata de empequeñecer la fe hasta tratar de meterla en su estrecho intelecto.
Me vienen a la mente los versos del Akathistos que quiero compartir con vosotros:
Salve, sagrario de arcana Sapiencia;
Salve, despensa de la Providencia.
Salve, por ti se confunden los sabios;
Salve, por ti el orador se enmudece.
Salve, por ti se aturden sutiles doctores;
Salve, por ti desfallecen autores de mitos.
Salve, disuelves enredos de agudos sofistas;
Salve, rellenas las redes de los pescadores.
Salve, levantas de onda ignorancia;
Salve, nos llenas de ciencia suprema.
Por lo visto, en los comentarios de otro blog de InfoCatólica debieron de escribir un insulto contra ella que le molestó especialmente. Sin embargo, como estamos aún de pruebas y por un fallo del software, el blogger correspondiente no recibía correos electrónicos por los mensajes y no se enteró de nada, así que no pudo borrar el insulto hasta mucho después. Según me han dicho, en cuanto el blogger vio el insulto lo borró, pero Yolanda ya había escrito sus mensajes de queja.
En fin, que la Virgen ruegue por todos nosotros para que tengamos paciencia, respeto y caridad unos con otros, que falta nos hace.
El Akathistos es un canto verdaderamente impresionante. Lo he escuchado varias veces en vigilias de la Inmaculada y siempre me emociona.
Luis López:
Aprendí, cuando era niño, el nombre de "Refugium peccatorum" de mi abuelo, que tenía la costumbre de rezar las letanías en latín y, desde entonces, se convirtió en un de los nombres más bellos de la Virgen para mí.
Yolanda,
Creo que deberías recapacitar. Por lo menos sigue participando en este blog, pues si no lo haces te echaremos mucho de menos.
Tienes más amigos de lo que tú crees.
recuerden lo afortunados que somos por contar con la madre
de Dios en nuestras vidas, por que una madre es un don tan
especial que ni el mismo Dios se privo de tener una..
bendita seas por siempre MAdre María.
P.D. el Ave María me lo enseño mi esposa y es al día de hoy una de las mas grandes bendiciones en mi vida, solo el que descubre el amor de la Virgen podría entender lo escrito acá, y tu y yo sabemos como ven los TJ a la madre.
Gracias al hermano ex testigo por su hermoso texto. Ojala pueda uno tener ese amor tan grande por Ella
Y Ojala nos de una mano en nuestro ultimo dÃa!
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