Flores de naranjo
Como todos los años, tengo el placer de felicitar la Natividad del Señor a los lectores con un villancico compuesto y cantado en familia. Espero que puedan ir más allá del caos musical y nuestra desincronización crónica para alegrarse con nosotros de lo que celebramos y nos está salvando año tras año.
El villancico recuerda la Presentación del Señor. Es un tema que apenas aparece en los villancicos modernos, pero estaba muy presente en los antiguos. Se trata de un momento fundamental, en el que el mismo Señor entra en el antiguo Templo, como un Niño pequeño. Los padres de la Iglesia aplicaban a esa entrada el salmo 23, que dice: “¡Portones!, alzad los dinteles, que se alcen las antiguas compuertas: va a entrar el Rey de la gloria”.
El “buen Simeón”, como sacerdote de la Antigua Alianza, certifica el cumplimiento de todas las viejas promesas de Dios, señalando que sus ojos han visto al Salvador, que es luz y gloria para el viejo Israel y para todas las naciones.
El villancico habla de llevar al Rey de los reyes “flores de naranjo y hojas de limón” porque los villancicos, tradicionalmente, unen a los acontecimientos de la primera Navidad algunos elementos populares, cotidianos o personales (tenemos un limonero en el jardín y en él pensaba al componer la letra). Así se plasma de forma patente que lo que ocurrió hace dos milenios sigue haciéndose presente hoy en nuestras propias vidas y podemos celebrarlo como algo actual.
Por otro lado, los naranjos y limoneros también hacen referencia a que los misterios que celebramos y nuestra propia vida de fe siempre tienen algo de agridulce. No son pura alegría, sino que, mientras aún estamos en esta tierra, están mezclados con penas y sufrimientos y el mismo Cristo nació para morir por nosotros. Así, en medio de la escena dichosa de la Presentación en el Templo, Simeón le anuncia a nuestra Señora (la Candelaria, que es la advocación propia de la Presentación) que una espada atravesará su corazón, siempre unido al de su Hijo. Así lo quiso Dios para nuestra salvación, bendito sea.
¡Santa y feliz Navidad del Señor a todos, con sobreabundantes bendiciones del Niño Dios!
Flores de Naranjo (2024)
Al templo bendito
de Jerusalén
han llevado al Niño
María y José.
Ya se abren las puertas
y se alza el dintel,
porque este pequeño
Hijo de Dios es,
porque este pequeño
Hijo de Dios es.
Flores de naranjo,
hojas de limón
al Rey de los reyes
llevémosle hoy.
Laralay, laralay,
Laralay, lay, lay laray.
“Mis ojos han visto
a tu Salvador”,
dice el sacerdote,
el buen Simeón,
“de luz y de gloria
nos llena el Señor,
las viejas promesas
por fin Dios cumplió,
las viejas promesas
por fin Dios cumplió”.
Flores de naranjo…
Laralay, laralay…
La Virgen María
orgullosa está.
Ay, mi Candelaria,
cuanto llorarás
al ver a tu niño
sufrir y penar,
mas siempre a su lado,
Madre, tú estarás,
mas siempre a su lado,
Madre, tú estarás.
Flores de naranjo…
Laralay, laralay…
11 comentarios
- Venid todos, venid todos
- La nana del Niño Dios
- El pastorcillo travieso
- Los ojos del Niño Jesús
- El Niño perdido
- El pastor que se quedó dormido
- Señora María
- Hoy en Belén nace un niño
- La Navidad ha llegado
- El niño Manuel
- Sucedió en aquellos días
- Toca la pandereta
- Vamos con los Reyes Magos
- Noche esperada
Dios os bendiga.
Dios les bendiga!!!
Está muy bien, Bruno!! Feliz Navidad para ti y para tu familia 🤗🤗🤗
(Nota aparte: me gustó muchísimo tu libro Romero a Roma)
Como cada año, mi post favorito del mundo mundial.
Esperado y querido villancico anual, que la Sagrada Familia bendiga vuestro hogar cristiano. Feliz Navidad.
¡Feliz Navidad!
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