Au contraire, Monsieur l’évêque
Cuentan que a un francés le preguntaron si había podido comer algo durante la agitada travesía en barco que acababa de realizar. “Au contraire!”, respondió él, con el rostro aún algo verdoso.
La anécdota me ha venido a la cabeza al leer una cosa que contó D. Jorge en su blog. Según parece, hay obispos que le animan a seguir escribiendo y, hace poco, uno de allende los mares, le dijo que “hay cosas que se deben decir pero que los obispos no siempre deben hacerlo”, y que decir esas cosas les tocaba a los sacerdotes.
Entiendo a lo que se refería el señor Obispo (que ya demuestra buen gusto al elogiar a D. Jorge), pero, teniendo en cuenta nuestras circunstancias, no puedo evitar pensar: “¡al contrario!”. Los últimos que deben callarse son los obispos. Quizás no haya habido ninguna generación en la historia de la Iglesia (y ha habido algunas terribles) en que los obispos hayan estado más callados sobre lo esencial. Todo lo que es políticamente incorrecto de la doctrina católica se acalla o solo se menciona en los términos más vagos, diluidos e inofensivos posibles, porque el mundo no quiere oírlo. Si no hablas para advertir al pecador de su mal camino a fin de que viva, ese pecador morirá por su maldad, pero yo te pediré cuentas de su sangre.
Algunos llaman a esto prudencia, y quizá en algún caso tengan razón, pero yo no descartaría que a menudo su verdadero nombre sea vergüenza de Cristo: cualquiera que se avergüence de mí y de mis palabras en esta generación adúltera y pecadora, el Hijo del Hombre también se avergonzará de él, cuando venga en la gloria de su Padre con los santos ángeles.
El mundo se muere, porque le falta la fe católica. ¿Cómo creerán, si nadie les predica? Sin embargo, gran cantidad de Sucesores de los Apóstoles, en vez de proclamar el Evangelio a todos los hombres como les mandó el Señor, se dedican a hablar interminablemente de ecología, diálogo interreligioso, democracia, cambio climático, inmigración, racismo, acompañamiento, inclusividad, buenas intenciones, llevarse bien, actitudes positivas y cualquier otra moda del momento, como si todo eso pudiera salvar a una sola persona. No se nos ha dado otro nombre bajo el cielo que pueda salvarnos.
El silencio episcopal y las insustanciales peroratas episcopales son, paradójicamente, dos de las grandes plagas de la Iglesia hoy. Con todo el respeto, Messieurs les évêques, solo puedo decirles: au contraire! Por favor, no se olviden de sus ovejas y no callen mientras los lobos nos devoran. El mundo necesita que los obispos dejen de estar callados y nos prediquen a Cristo con valentía. Dios no los eligió para que vivan cómodamente y se dediquen a repetir lugares comunes o a participar en una política descafeinada. Hablen sin miedo al rechazo del mundo, prediquen a tiempo y a destiempo el Evangelio completo, vayan hasta los confines de la tierra si hace falta a bautizar a los paganos, no teman condenar públicamente a los heterodoxos que extravían a los fieles (especialmente si también son obispos), proclamen el perdón de Dios para los que se arrepientan, hagan temblar a los imperios con los ecos del Juicio que se avecina y no se avergüencen de la fe católica que los hombres tanto necesitamos. Los seglares y los sacerdotes podemos hacer muchas cosas, pero no podemos ser obispos: eso les toca a ustedes.
Como decía Santa Catalina de Siena hace más de seis siglos: “¡Basta de silencios! ¡Gritad con cien mil lenguas, porque, por haber callado, el mundo está podrido!”. Si en el siglo XXI nuestro mundo está aún más podrido que en tiempos de Catalina, quizá sea porque también ahora callan los que no deberían hacerlo. Si la sal se vuelve sosa, ¿con qué se la salará? No sirve más que para tirarla fuera y que la pise la gente.
38 comentarios
Hay otro D. Jorge que debería haber intervenido, para hacer realidad lo que sigue en el evangelio: "... no sirve más que para tirarla fuera y que la pise la gente".
Ignoro quien haya dicho eso, pero habla como político, no como obispo.
Y mejor no pongo ejemplos vaticanos.
"Ignoro quien haya dicho eso, pero habla como político, no como obispo"
Bueno, se puede entender de manera correcta. Es posible, por ejemplo, que convenga señalar que un político en particular es un inútil, que está haciendo muy mal su trabajo y que no hay que votarle, pero que no convenga que sea un obispo el que lo señale, porque comprometería a la Iglesia en algo que no es de su competencia.
Sin embargo, parece evidente que nuestros obispos no se limitan a callar esas cosas que es prudente callar y que no son de su competencia, sino que frecuentemente callan lo que nunca deberían callar y que, por voluntad de Cristo, es de su competencia.
Y el segundo, que los poderes políticos, viendo a los obispos callados, han encontrado un magnífico argumento -por omisión- para considerar que la Iglesia calla y otorga. Y así han ido dando pasos que se podían y debían haber evitado.
Aquí se pone de manifiesto el papel insustituible que tienen los líderes y, que en este caso -con todas las excepciones que se quieran, algunas muy meritorias y valientes- ha faltado. Claro que los osbispos tienen que hablar.
Precisamente hoy veía que una amiga se había borrado de un grupo de wassap digamos evangelizador y yo misma me he salido de otros. Las razones pueden ser variadas, por parte de quien lo envía o por parte de quien lo recibe, por ejemplo es claro que hay muchas cosas que son buenas aunque no todas convienen.
Pero hoy pensaba sobre todo en otra causa, esa falta de gusto o desgana espiritual que a veces nos afecta. También esto puede deberse a distintos motivos, internos, como estar perdiendo el amor primero, o externos, relacionados con los contenidos que se reciben y que te dejan fría, no te llenan, no sientes en ellos el aleteo del Espíritu (aunque admito que puede ser problema de quien lo recibe y no de quien lo envía). Lo digo en respuesta a esto: "Por favor, no se olviden de sus ovejas y no callen mientras los lobos nos devoran. El mundo necesita que los obispos dejen de estar callados y nos prediquen a Cristo con valentía...Hablen sin miedo al rechazo del mundo, prediquen a tiempo y a destiempo el Evangelio completo... "
No puedo estar más de acuerdo, porque si los obispos actúan así serán ejemplo y motivación para sus sacerdotes y el rebaño lo notará, pero si los obispos no lo hacen, muchos sacerdotes tampoco se atreverán y el rebaño también se resentirá. Se lo pido por favor, no nos decepcionen, proclamen la verdad y no toleren los errores.
Gracias Bruno por este post, que el Corazón de Cristo sea nuestro refugio y fortaleza.
"Y el segundo, que los poderes políticos, viendo a los obispos callados, han encontrado un magnífico argumento -por omisión- para considerar que la Iglesia calla y otorga. Y así han ido dando pasos que se podían y debían haber evitado"
Sí. Miran a los obispos y, comprensiblemente, sacan la conclusión de que los cristianos somos otro grupo más de ciudadanos aburguesados y fácilmente manipulables, sin ningún tipo de convicciones firmes más allá del deseo de vivir confortablemente.
"Gracias Bruno por este post, que el Corazón de Cristo sea nuestro refugio y fortaleza"
Amén. Él es el único que nunca decepciona.
Y seamos sinceros, eso de que "hay cosas que los obispos no deben decir"... me suena más a cobardía/comodidad que a otra cosa. Si los pastores de la fe no van a poder hablar de lo que les corresponde... ¿Quien?.
Otra cosa es entrar en debates "humanos" en plan "democracia o república", "Cataluña independiente" o "políticas de inmigración"... ¡¡¡Anda, pero si de esto opinan a base de bien!!!
y también en referencia a los obispos.
Lo que más me preocupa, es que hay uno o dos que hablan de los verdaderos problemas, La Virgen en Garabandal dijo que "hay obispos que van por mal camino y arrastran a muchas almas", se supone que otros no, pero lo que esta empezando a pasar, es que están todos tan ocupados en "confraternizar" que ya no se distinguen a los que no van por mal camino.
Por otra parte, en un ejército hay un capitan, y diversos grado de autoridad, que tienen sus diferentes misiones en la batalla, que muchas veces se gana o se pierde, por la buena o mala estrategia del que manda.
En el capitulo 6, de la epístola a los Efesios S. Pablo dice como debemos estar armados.... "y la espada del Espíritu que es la palabra de Dios. 18 Con toda oración y súplica orad en todo tiempo en el Espíritu, y así, velad con toda perseverancia y súplica por todos los santos; 19 y orad por mí," para que me sea dada la Palabra al abrir mi boca, a fin de dar a conocer sin temor el misterio del evangelio,"
A lo mejor lo que pasa es que rezamos poco para que a los obispos les sea dada la Palabra, y sin temor den a conocer el misterio del evangelio.
Quizás sea el momento de que los seglares rezemos un poco más, por obispos y por sacerdotes
"Pues si Bruno, pero te falta la otra mitad de la historia... Que son los obispos que mejor estarían calladitos y no paran de decir una herejía detrás de otra"
De esos ha habido siempre. El problema es que, en otros tiempos, siempre había obispos que alzaban la voz y refutaban sus errores, pero ahora los "buenos" también callan.
"¡¡¡Anda, pero si de esto opinan a base de bien!!!"
Sí, natura abhorret vacuum como decía Rabelais: la naturaleza aborrece el vacío. Quien no habla de lo que debe hablar, casi inevitablemente pontificará sobre aquello sobre lo que nada sabe.
El obispo de mi archidiócesis si retransmitió, y recuerdo que en mitad del sermón de la función del Viernes Santo espetó que las autoridades competentes debían permitir pasar la cuarentena en su casa a los presos del "procés" manipulando unas palabras del Papa y, como odio la política infiltrada en el catolicismo del tipo que sea (catalanista o españolista, derechista o izquierdista, patronal o sindicalista, de ricos y pobres...), le mandé a tomar viento definitivamente.
Podrías indicarme de dónde es, Bruno, por favor?
NADA MÁS.
Que vuestro sí sea sí y vuestro no sea no.
Pero más bien el ideal parece ser un sí, pero no, sino todo lo contrario, aunque quizá y lo que sea para no ofender.
Es decir, los problemas esenciales del hombre de la epoca de los apostoles y la del hombre de ahora son fundamentalmente los mismos. Negarse a uno mismo y seguir a Cristo. Parece que muchos obispos quieren descubrir ahora la polvora, con inventos o adaptaciones o desviaciones, cuando ya esta todo inventado desde San Pablo. Solo con copiar a un poco a San Pablo, cualquier obispo aprueba y pasa al cielo. Es lo que decía D. Jorge G Guadix del sacerdocio. Hay muchos inventos, pero la esencia del sacerdocio es la de siempre, sacramentos, vida espiritual, misa, disponibilidad, confesión, rigor, lo de siempre.
En estos tiempos las tentaciones para olvidarnos de Dios son omnipresentes, y la labor fundamental del obispo es ayudar a sus sacerdotes y fieles a acercarse a Dios. Con un poco de atención, y con la vida espiritual de un consagrado les vale y les sobra para el mínimo, que parece que muchos no dan.
Intuyo que hay un problema en los nombramientos. Si uno ve obispos de hace un siglo o de la antiguedad, normalmente eran gente muy preparada o de una santidad desbordante. Hoy en día hay obispos que parece que humanamente no tienen mimbres para semejante responsabilidad. Es un problema que suele darse en las burocracias en las que se promociona por cooptación. Se elige a gente afin o que no da problemas. Por poner un ejemplo sencillo, un Rajoy de la vida. Un tipo callado que no se mete en lios, ni una mala palabra ni una buena acción.
"Los seglares y los sacerdotes podemos hacer muchas cosas, pero no podemos ser obispos: eso les toca a ustedes" ¡Qué gran verdad! ¡Cuánto tenemos que rezar por los obispos y eso que les he quitado la X este año,porque me tienen hasta los colgantes, pero la oración, ellos los necesitan aún mas que nosotros qué ya es decir.
1 - ¿Creemos necesario que la obra que las tinieblas han erigido en el "mundo moderno" debe ser derrumbada, para dar paso al Reino de Cristo?.
2 - ¿Creemos que las blasfemias, el orgullo, las perversiones, el consumismo, la apostasía, las idolatrías, las armas nucleares y demás artefactos de guerra, son compatibles con la plena instauración del Reino de Dios entre los hombres?.
MIS RESPUESTAS a la 1: SÍ DEBE SER DERRUMBADA.
2: NO SON COMPATIBLES.
También ha escrito recientemente, refiriéndose precisamente al comentario del obispo Schneider, Carlos Maria Viganò : "todos sabíamos que el Concilio sería más o menos una revolución, pero no podíamos imaginar que resultaría tan devastador".
Aportan luces en este periodo verdaderamente oscuro por el que pasamos.
Yo soy solo seglar; Ni soy sacerdote ni soy ni soy obispo. Esto no quita que tanto unos como otros, está escrito, que vendrán a postrarse a mis pies y a reconocer que, Él, me ama. (Ap. 3,9) Y por esto lo digo; aunque nadie lo crea; ya queda menos.
Pero también diría que si muchos supieran lo que les espera de verdad cuando reciben el sacramento del presbiterado u episcopado, posiblemente se ordenarian muchos menos o casi ninguno.
Es una misión y un papel harto difícil.........pero, bueno, se supone que Dios los ha elegido no por sus méritos., sino por una llamada misteriosa que solo el vocacionado comprende.
Sí es verdad que los obispos colegiadamente publican documentos (consultables en la página de la Conferencia Episcopal Española).
Pero hago dos observaciones:
1. Los temas (eutanasia, divorcio, aborto, consumismo, ideología de género...) de esos documentos no suelen aparecer en predicaciones dominicales. Hay así un gran porcentaje de católicos que en las misas solo oyen homilías buenistas y de escaso calado doctrinal formativo.
2. Hay escritos semanales de obispos abiertamente subversivos anticristianos, escritos que además de quedar en la página diocesana aparecen en prensa de papel y on line.
No se podría constituir una comisión de laicos que con frecuencia trimestral pusiera en conocimiento de la nunciatura irregularidades objetivas en la transmisión de la Palabra?
Si se me permite... muy buen artículo.
No hay periodo de la historia en que los obispos hayan estado más callados "sobre lo esencial". Ojalá pudiéramos darle un ejemplar de la obra de Guitton a cada uno de ellos... y ojalá la leyeran.
Está esquelético el campo, pero que no esté muda la aldea!
Muchas bendiciones!
.
Pero a ellos ¿Quién les catequiza?
Me parece ilusorio pensar que estén sustraídos de la "catequesis ideológica" que reciben de los medios de comunicación.
Reig Pla es mi Obispo favorito.
Como decía una amiga hablando de su conversión: "he encontrado un cura que se cree lo que predica".
Es asunto GRAVE callar y no denunciar que el mundo moderno actual NO ES COMPATIBLE con el ADVENIMIENTO DEL REINO que invocamos diariamente en el PADRENUESTRO.
Por esto, porque el mundo se mofa de la Misericordia de Dios, de sus advertencias y de la Misión extrema encomendada a Su Madre, porque hace ostentación de alevosía, de blasfemia, de desafío, ENTABLANDO COMBATE; el ejército alistado bajo la CONDUCCIÓN DE MARÍA le asestará el GOLPE QUE LO ANIQUILARÁ.
SÉ LO QUE AFIRMO: que sea abatido por Dios empleando SU MISERICORDIA, para con todos los hombres que la acepten. Por mi parte, me uno a la sentencia de Dios: QUE SE CUMPLA LA VOLUNTAD DE DIOS ANUNCIADA EN EL APOCALIPSIS Y REITERADA POR MARÍA EN SUS MENSAJES PROFÉTICOS.
Mi ínfima condición humana y de cristiano, me inclina a cerrar los ojos y eludir pronunciarme en asunto tan doloroso y extremo. Desearía LO HICIERAN quienes han sido elegidos por Dios para hacerlo. Pero no puedo dejar al Señor expuesto a la infamia del enemigo, Entre SU REINO y el del anticristo no dudo en afirmar desde mi miseria:
BABILONIA DELENDA EST.
“Jesús les dijo: En verdad os digo que vosotros, los que me habéis seguido, en la regeneración, cuando el Hijo del hombre se siente sobre el trono de su gloria, os sentaréis también vosotros sobre doce tronos para juzgar a las doce tribus de Israel” (Mat 19, 28).
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