La pelea por la herencia y los topos

En el último artículo del blog apareció un lector, Luis Z., que hizo una pregunta interesantísima y merecedora de una reflexión aparte.

“Sobre justicia en la Tierra. Aquel pasaje donde un hombre pide a Jesús que reprenda a su hermano por quedarse con la herencia y no repartirla, y Jesús le dice que no es juez para estar repartiendo herencias.

No sé si es lo que se esperaría de Jesús. Yo mismo hubiera acudido a Jesús para que, con su autoridad moral, imparta justicia en la repartición de la herencia. Ya sé que su reino no es de este mundo. Ese pasaje me produjo tristeza. ¿No debemos pedir a Jesús un poco de justicia aquí en la Tierra? Quizá es lo que esperaríamos de un caballero. Sé que la justicia vendrá después, y será muy dulce”.

En el pasaje al que se refiere Luis Z. es muy conocido: Uno de la multitud le dijo: «Maestro, dile a mi hermano que comparta conmigo la herencia». Jesús le respondió: «Hombre, ¿quién me ha constituido juez o árbitro entre vosotros?». Es cierto que, al leer esto, podemos extrañarnos y nos surgen preguntas: ¿no está siendo Jesús muy brusco con ese joven? ¿Y si tenía razón en que su hermano le estaba estafando? ¡Pues claro que Jesús es juez y árbitro! ¿Por qué no le hace caso?

Es interesante reflexionar sobre esto, porque es algo que nos sucede con cierta frecuencia: leemos un pasaje de la vida de Cristo narrada por los Evangelios y pensamos que no termina de convencernos, que debería haber hecho otra cosa o que lo que hizo no parece muy propio del Hijo de Dios. Cuando nos pasa algo así, siempre, siempre, siempre se debe a que no hemos comprendido nada de nada. No es que hayamos errado un poco el camino; es que pensamos que estamos cerca de Sevilla cuando asoma en el horizonte Vladivostok. 

Uno de los problemas fundamentales que tenemos para entender la Escritura es lo podría llamarse la “actitud del topo”. Los topos viven excavando túneles bajo tierra, acostumbrados a comer raíces y bichos más o menos repugnantes en la oscuridad. Cuando uno de estos animales sale por un momento al exterior, sus ojillos miopes sufren por la luz del día, el topo se queda desorientado y no desea otra cosa que volver rápidamente a la oscuridad a la que está habituado.

Lo mismo nos sucede a nosotros, acostumbrados a los afanes del mundo y a tantas tonterías que nos parecen muy importantes, aunque en realidad no lo sean en absoluto. Estamos a gusto en ese ambiente, porque nos hemos acostumbrado a él y no deseamos otra cosa. Cuando, por un momento, nos asomamos a la luz resplandeciente de la Palabra de Dios, nuestros ojos miopes por el pecado sufren y a menudo intentamos convencer a Dios de que tanta luz es mala o de que debe ser Él quien baje a nuestros túneles subterráneos. Generalmente, si somos cristianos, estamos dispuestos a introducir a regañadientes un poco de luz en esos túneles, pero no a salir a la plena luz del día, que es lo que Dios quiere regalarnos.

Esta es la actitud que hace que no entendamos bien este pasaje y que hizo que el joven que aparece en él tampoco entendiera a nuestro Señor. Jesús estaba hablando a aquellos hombres de lo que el ser humano ha buscado desde el comienzo de los tiempos: el cielo, la salvación, la vida eterna, el Espíritu Santo que nadie sabe de dónde viene ni a dónde va, la Trinidad y el amor infinito de Dios. No hay nada mejor ni más sublime, es el tesoro escondido que se encuentra en un campo y por el que se vende todo lo que uno tiene, la perla preciosa que deseamos con toda nuestra alma, lo que vale más que la vida, que el mundo y que todo lo que hay en él. De los labios de Cristo sale la sabiduría eterna de Dios y su corazón late con el amor infinito que no se acaba jamás.

Sin embargo, en aquel momento decisivo de la historia, cuando Jesucristo, el Deseado de las Naciones, está anunciando el cumplimiento de los anhelos más profundos del corazón de todo hombre, llega el joven con quejas de que su hermano le ha quitado su parte de la herencia y no se la da, porque él tiene razón, pero su hermano no lo quiere entender, porque es un egoísta y un sinvergüenza, y su hermano le dice no sé qué, pero él es más, y siempre ha sido un no sé cuántos, y mi dinero, mi dinero y mi dinero…

No ha entendido absolutamente nada. Cristo le ofrece el Pan de Vida que viene del cielo y nos da la inmortalidad, pero el pobre hombre solo puede pensar en las migajas del pan duro y negro que se encuentra al rebuscar en la basura. Es un topo, le duelen los ojos por el sol y añora los gusanos que come dia sí y día también. Pide, o exige más bien, que sea Cristo el que baje a sus angostos túneles bajo tierra y que se dedique también a los afanes humanos en los que el topo se siente tan cómodo, aunque, sin darse cuenta, esté prisionero de ellos. Cristo fue brusco con aquel joven porque eso es lo que necesitaba: cambiar completamente su forma de pensar y salir del todo a la luz del día aunque le dolieran los ojos. La solución no estaba en que, per impossibilem, Dios se encerrara con él en los túneles de las preocupaciones mundanas, sino en que él saliera a la libertad que Dios quería concederle. 

Ese joven eres tú y soy yo, porque hacemos exactamente lo mismo que él y, como él, seguimos empeñados en aferramos a nuestras tonterías, nuestras rutinas y nuestros túneles oscuros y lóbregos. Estas cosas sucedieron como ejemplo para nosotros, porque somos topos y pensamos como topos. Necesitamos desesperadamente la magnanimidad de Cristo.

La única respuesta posible ante la actitud del topo es la que da Jesús en la parábola que contó inmediatamente después sobre el hombre que derribaba sus graneros para construir otros más grandes: el dinero y los bienes de la tierra no son nada al lado del tesoro que está en los cielos. En ese tesoro celeste hay que poner la mirada. Si realmente queremos ser felices con la felicidad plena que Dios nos tiene preparada, lo primero es dejar de pensar en el dinero y buscar la riqueza de Dios. De ahí la advertencia de Cristo en la frase siguiente del Evangelio: Estad atentos y guardaos de toda forma de avaricia, porque aun cuando alguien tenga abundancia, la vida no consiste en los bienes.

Nuestra verdadera herencia no son los cuatro euros que hemos conseguido proteger de los recaudadores de impuestos, sino la filiación divina que compartimos con nuestros hermanos los santos y con la Llena de Gracia. Los hijos de Dios estamos llamados a reinar sobre la creación, como señores de todo lo que existe, porque somos herederos de nuestro Padre el Rey y Creador del universo. Si nos empeñamos en seguir andando con el corazón agobiado por las cosas de este mundo, entonces somos los más desdichados de todos los hombres.

Esa es la verdadera justicia que nos trajo Cristo (y que en hebreo significa santidad), no la posibilidad de arrebatarle por fin a mi hermano esos cochinos céntimos que me tocan a mí y no a él, en los que pienso día y noche y que me amargan la vida porque han esclavizado mi corazón. Para ser libres nos liberó Cristo, pero nosotros seguimos añorando las cadenas.

Solo si entendemos de una vez en qué consiste la verdadera riqueza, podremos poner la otra mejilla, ser pobres de espíritu, amar a nuestros enemigos, bendecir a los que nos maldicen y salvar al mundo completando en nuestra carne lo que le falta a la pasión de Cristo. Son cosas que el mundo no entiende y que pueden parecerle injustas, porque la justicia de Dios es infinitamente más elevada que la justicia de los hombres, pero es a esa justicia de santidad a la que estamos llamados por gracia de Dios. Solo si dejamos que la luz de Dios nos cure de la ceguera, aunque nos duelan los ojos, podremos entender verdaderamente nuestra vida y nuestro mundo, amar al prójimo como Cristo nos amó y tener, aunque parezca imposible, los mismos sentimientos de Jesús. ¡Los sentimientos de Dios!

Como dijo Juan Pablo II al ser elegido Papa, no tengáis miedo de abrir las puertas a Cristo. Salgamos de nuestro túneles y nuestros afanes mezquinos. Así comprenderemos este pasaje del Evangelio y también otros que nos chocan, como el de Marta y María o las parábolas del administrador injusto y de los jornaleros de la viña. Mis caminos no son vuestros caminos, dice el Señor. Cuanto antes nos convenzamos de ello y dejemos que Dios nos saque a la luz de su Palabra, antes podremos entrar en la libertad gloriosa de los hijos de Dios.

62 comentarios

  
Palas Atenea
Yo también leí el comentario y no supe qué responder. Hay en Jesús respuestas, que podríamos entender como duras, que solo pueden ser comprendidas en un mundo como el del Siglo de Oro, que era un mundo católico con claves católicas. Ahora hay que contestar a católicos que ya no las tienen. Lo que le pidió el hombre a Jesucristo es una tarea para Sancho Panza en la Ínsula de Barataria-léase el blog sobre literatura de Miguel Sanmartín Fenollera-no para el Hijo de Dios que se encarnó para cumplir la misión de redimirnos mediante su Cuerpo y su Sangre.
Hay varias contestaciones adustas de Jesús a cualquier cosa que desvíe al Hombre de su centro que es Él mismo, como al que le pidió permiso para ir a enterrar a su padre antes de seguirle, por ejemplo.
La misma actitud que hemos tenido durante esta pandemia, que ha tenido como único objetivo la vida terrenal, subordinando la espiritual es propia de nuestros tiempos.
Si Sanmartín alerta de la lectura sesgada de El Quijote, ¿qué tendríamos que decir de los Evangelios?
"La Vida es sueño" de Calderón de la Barca enfoca como papel dramático lo que en esta vida te parece real y como real la Vida Eterna: El morir es despertar, pero cortadas las cuerdas (es bonito que en el lenguaje náhuatl la palabra cuerda-mecatl-signifique a la vez soga y linaje) que nos unían a nuestros antepasados, profundamente católicos, ya no entendamos ciertas cosas que ellos jamás hubiesen preguntado.
02/06/20 6:02 PM
  
doiraje
Es acertada la respuesta que das al lector, Bruno; pero tampoco es disparatado el planteamiento de Luis Z. Todo cristiano es una contradicción con patas en este peregrinar por esta vida: no es del mundo, porque somos hijos de Dios, elegidos por Él para la vida eterna; pero a su vez sí lo somos como criaturas marcadas por el pecado y que viven en el mundo. Es decir, Dios es lo importante, pero mientras estamos aquí abajo debemos atender no sólo nuestras obligaciones ineludibles, sino también torear con nuestra debilidad de seres caídos. Es cierto que Dios nos ha redimido por la sangre derramada de su Hijo, pero estamos necesitados constantemente de su salvación, día tras día.

Por esto, aunque está bien traída la metáfora del topo y su ceguera, y la luz del Sol de Justicia, adolece de cierto esquematismo maniqueo. Se puede hallar a Dios en la oscuridad, y se puede seguir buscándolo a pesar de estar ciego, sea por el pecado o por la presencia irradiante del Señor.

Dado que somos topos buscando la luz, debemos tenernos un poquito de respeto también. Como Dios lo tiene por todos sus hijos.
02/06/20 6:05 PM
  
Luis López
El Señor no vino a darnos un código civil o un código penal (eso lo hizo Mahoma, no Cristo).

En todo caso dio el único consejo que puede evitar problemas en cualquier partición: guardaos de toda avaricia.

Un pagano -Séneca- dijo algo parecido: "Si quieres ser rico, no añadas riquezas y quítate codicia".
02/06/20 6:28 PM
  
Pablo
Uyyyy Bruno, ¡¡¡has abierto la caja de Pandora del cristiano!!!

Te has puesto a hablar "del otro señor"...y eso nos toca dentro. Cristo lo dejó claro, nos se puede servir a dos señores... y no habló de la lujuria, ni de la ciencia, o el arte, o ... el dinero fue lo que nombró, Dios o el dinero.
Y seamos sinceros. ¿que ponemos primero en la vida? La gran mayoría ponemos el dinero directamente, aún sin ser conscientes de ello. Los cristianos precarios, tratamos de hacer un precario equilibrio entre los dos, equilibrio imposible.Y unos pocos, por gracia divina ponen a Dios lo primero, pero de verdad.
La cuestión al respecto es...¿donde está el punto correcto? Quedarnos "mirando al cielo" esperando el maná, tampoco es lo que Dios quiere. Entonces... ¿donde está la fina línea que separa el trabajo-dinero como forma de ganarse el sustento y pasa a ser ambición?.
Un tema complicadísimo. Al menos, para mí lo es.
02/06/20 7:23 PM
  
Palas Atenea
Pablo: Me parece que no es eso. Había una legislación precisa en el Pueblo de Israel que está en la Torá, concretamente en el Deuteronomio Moisés les recuerda la cuestión de los repartos, entre otras cosas. El asunto es dirigirse al Señor de la Gloria para que haga de juez de las cosas de este mundo. No es que las cosas de este mundo no existan, es que su Reino no es de este mundo. Confundió a Cristo con el Sanedrín que se dedicaba a dirimir esas cuestiones. Es una más de las incompresiones que sufrió Jesucristo entonces y ahora.
02/06/20 7:35 PM
  
Pablo
Palas...
"No ha entendido absolutamente nada. Cristo le ofrece el Pan de Vida que viene del cielo y nos da la inmortalidad, pero el pobre hombre...exige más bien, que sea Cristo el que baje a sus angostos túneles bajo tierra y que se dedique también a los afanes humanos en los que el topo se siente tan cómodo,"

Fíjate si las cosas del mundo son importantes que el mismo Señor nos dijo aquello de los lirios y pájaros "buscad el Reino de Dios...y todo lo demás os será dado". Somos seres físicos, comemos y vestimos. El Señor lo sabe. La cuestión es ¿qué ponemos primero?
02/06/20 8:21 PM
  
Luis Enrique
Creo, si he entendido bien, que Cristo quiere librar al joven de las preocupaciones del dinero.
02/06/20 9:07 PM
  
Ecclesiam
Pasa que no se cumple con lo mandado por el Concilio Vaticano II (las mayúsculas son mías):

«Incumbe a los prelados, "en quienes está la doctrina apostólica " (41), instruir oportunamente a los fieles a ellos confiados, para que usen rectamente los libros sagrados, sobre todo el Nuevo Testamento, y especialmente los Evangelios por medio de traducciones de los sagrados textos, que ESTÉN PROVISTAS DE LAS EXPLICACIONES NECESARIAS Y SUFICIENTES para que los hijos de la Iglesia se familiaricen sin peligro y provechosamente con las Sagradas Escrituras y se penetren de su espíritu.» (Dei verbum, 25)

Si esa persona tuviera, por ejemplo, la Sagrada Biblia de Mons. Straubinger, hubiera leído la explicación que da:

«El Señor no se entromete en cosas temporales. De acuerdo con esta directiva, la Iglesia prohibe que sus ministros se mezclen en tales asuntos (2 Tm. 2, 4 y 1 Tm. 3, 8). “Con razón rehusa ajustar diferencias mundanas el que había venido a revelar los secretos celestiales” (S. Ambrosio). Véase 20, 25 y nota; Jn. 18, 30. En las palabras “Quién me ha constituido” hay como un recuerdo irónico de lo que ocurrió a Moisés cuando se rechazó su autoridad (Ex. 2, 14; Hch. 7, 27). Véase Hch. 3, 22 y nota. “¡Qué ocasión habría tenido aquí Jesús para intervenir como se lo pedían, si hubiera querido ganar influencia e imponer su reino en este mundo!” (cf. Jn. 6, 15; 18, 36; Mt. 11, 12)».

Es decir, por razón de su ministerio, Cristo en su primera venida rehusó ocuparse de cosas terrenas, para enseñarnos las cosas celestiales. También para dar ejemplo a los prelados, para que no se metan en los asuntos temporales. Y por supuesto, como una ironía hacia los que le oían, porque Cristo sufrió el rechazo de los suyos, y por ende, ¿qué autoridad tiene entre ellos?

Pero, como no tenemos Biblias con buena traducción y explicación, o bien la tenemos pero no la leemos, o bien la tenemos y la leemos pero no nos fijamos en las explicaciones, pasa lo que pasa.
02/06/20 9:20 PM
  
Bruno
Ecclesiam:

Estoy de acuerdo. Con una matización: a veces es peor que haya explicaciones en las Biblias, porque están escritas por "expertos" que no tienen la fe católica ni creen en la inspiración de la Escritura.
02/06/20 10:14 PM
  
Palas Atenea
Pablo: Pues usted verá.
02/06/20 10:20 PM
  
Palas Atenea
Si quiere que la diga la verdad creo que se está creando un falso dilema. Cuando mi padre perdió su negocio, estábamos llenos de deudas y tuvimos que dejar de estudiar y ponernos a trabajar (los hijos) jamás le oí a mi madre plantearse tal cosa. Y le aseguro que mi padre y madre se parecían mucho a los lirios del valle, por lo que su vida fue feliz. No ha sido buen ejemplo el que ha puesto porque es el que se pone para hablar de la Providencia y los que creen en ella no son precisamente los más preocupados por las cosas de este mundo.
02/06/20 10:39 PM
  
Pablo
Ahora si que no he entendido nada.
02/06/20 11:39 PM
  
Haddock.
El topo, es un animalejo que hace mucho daño en las huertas (quien no haya trabajado la tierra, aunque sea animalalista, que calle) Si quieres una fértil cosecha, tienes que eliminar a los bichejos.
Tiene un prestigio reciente al ser término empleado en el mundo del espionaje, como si John le Carre le hubiera dignificado.
Me parece acertada la comparación de su alimentación de cosas repugnantes y ciego ante la luz, con muchos autollamados católicos; por costumbre, más que nada.
Yo con ojos bien abiertos, prefiero ser búho.
03/06/20 12:34 AM
  
Palas Atenea
Por cierto, Bruno, en estos tiempos aciagos me alegra sobremanera y hace remontar mi corazón la casualidad? de encontrar el mismo día y citada por dos personas diferentes la virtud de la magnanimidad. Después de leer el anterior post oí la conferencia de Monseñor Munilla en el video que se incluye en Infocatolica ¿y qué me encontré? La Magnanimidad otra vez.
Monseñor Munilla, y no es porque sea mi obispo, tiene el Don de la Palabra, eso que llaman parresía, y, además, no trata de adaptar el lenguaje teológico al secular sino que lo despliega en toda su riqueza causando una impresión y una felicidad en el oyente que hacía tiempo no disfrutaba. Me encantan aquellos que no tratan a la gente de a pie como iletrada o como incapaz de entender lo elevado. Mi lucha por las virtudes empezó hace mucho y mi párroco me miraba y decía: "La virtudes, las virtudes...son importantes, yo ya hablo de las virtudes". No es cierto, jamás le he oído hablar de ellas porque como estaban olvidadas no las iban a entender y da pereza. Pero en el Medievo, el "Ordo Virtutum", de Santa Hildegarda de Bingen, es un drama litúrgico en el que las Virtudes luchan contra el demonio. Así que gracias a ti y a Monseñor José Ignacio Munilla por hablar de una virtud tan elevada como la Magnanimidad.
03/06/20 9:08 AM
  
Pedro 1
A mí no me sucede nunca que un pasaje de la Biblia no termine de convencerme. Sí es cierto que en ocasiones no he entendido algunos pasajes, pero esto nunca me ha llevado a pensar que Jesús debería haber hecho otra cosa, o que lo que hizo no parece muy propio del Hijo de Dios. No intento a menudo convencer a Dios de que tanta luz es mala o de que debe ser Él quien baje a nuestros túneles subterráneos. Amo la luz de Dios aunque no la merezco ni la puedo apreciar en su valor. Sé que mi cabecita no da para mucho y que Jesús es la Bondad y el Amor infinitos. Confío plenamente en Él porque Él me regala esta confianza. Y busco en el Catecismo, en los comentarios de la Biblia de la Universidad de Navarra, en Infocatólica, incluso en el blog de Bruno, y en los portales católicos las respuestas a mis dudas. Hasta que me muera buscaré conocer mejor a Jesús con la gracia de Dios. Por supuesto que soy un topo por mis pecados, pero aunque soy muy pequeñito y tengo muy poquita vista, nunca dejaré de decir “¡Viva la luz del Señor!”
03/06/20 3:40 PM
  
doiraje
Abusando de la hospitalidad de Bruno, quisiera unirme aquí, de forma pública, al deseo expresado por D. Guillermo Juan Morado en su último post: yo también quiero pertenecer a una Iglesia sin "iluminados" ni cantamañanas, haya virus de por medio o no.
03/06/20 4:32 PM
  
Pedro 1
Vendo coche. Buen estado. 675 543 2210
03/06/20 5:16 PM
  
Forestier
No he podido más qe rememorar el "mito de la caverna" de Platón, cuyo planteamiento se identifica plenamente con lo que has escrito. Sólo habría que modificar a Dios como ser perfecto de la Revelación, por el "sumo Bien" que es el dios platónico, el sol de las ideas que se reflejan en el mundo sensible.
03/06/20 6:32 PM
  
Scintilla
Pedro1: el coche, ¿lleva topos de serie o hay que comprarlos aparte?
Doraije: exacto, es un abuso de hospitalidad. Los amigos de uno lo retratan.
03/06/20 7:01 PM
  
doiraje
Los amigos de uno me hacen mucho mejor de lo que soy. Por desgracia, tengo muy pocos. Otros, sin embargo, se retratan por otras realidades mucho peores que la amistad.

Quería hacer pública esa adhesión; por eso no le he enviado un correo privado. De tener abierto los comentarios en su blog, lo habría hecho allí. Pero hace muy bien D. Guillermo en no abrirlos.
03/06/20 7:12 PM
  
Jorge Cantu
A mí la respuesta de Cristo a esta persona siempre me ha parecido de lo más congruente y sabio, en la línea de Su actitud ante los incrédulos nazaretenses y con el cínico Satanás al tentarlo.

Cristo es el Mesías de Israel, el Hijo mismo de Dios y su misión es la conversión y reconciliación de Israel y del mundo entero, y llega esta persona de manera interesada a tratar de utilizarlo para que le resuelva sus pugnas hereditarias, (no olvidemos que el hombre intenta que Cristo convenza al hermano de compartir con él la herencia, entiendo que legítima, quizá aprovechándose de una reciente predicación de Cristo acerca del desprendimiento, del ceder y dar al prójimo en caridad), en la misma línea, sólo faltaba que alguien quisiera utilizarlo para instigar a la guerrilla antirromana del momento o para organizar una protesta contra los recaudadores de impuestos; eso se llama mundanidad, cortedad de miras, intentar de manera oportunista banalizar y abaratar la dignidad del Señor y querer distraer de manera mezquina su Misión sagrada para beneficio personal. El Señor, obviamente, no cayó en ese juego chapucero y manipulador.

Es como si al Papa o a algún sacerdote lo agarran predicando una homilía acerca de la caridad y desprendimiento hacia el prójimo, cuando de pronto un "listillo" oportunista, a lágrima viva, fingiéndose pobre o con una receta médica espuria, llega a 'bajarle' algunos billetes. Para colmo, y para asegurar el éxito de la maniobra, lo hace delante de toda la comunidad que lo acaba de escuchar, no le deja escapatoria al pobre siervo de Dios.
04/06/20 6:25 AM
  
Jorge Cantu
"Ese pasaje me produjo tristeza. ¿No debemos pedir a Jesús un poco de justicia aquí en la Tierra? Quizá es lo que esperaríamos de un caballero. Sé que la justicia vendrá después, y será muy dulce”.

Es cierto que Cristo lo puede hacer, pudo haber, por ejemplo, 'hipnotizado' al hermano del afectado y obligarlo a compartir la herencia, pero esos no son los caminos de Dios, la justicia depende de la conversión de los corazones al Reino de Dios. Dios podría 'imponer' la santidad y justicia universal, pero ya sería imposible definir la bondad o maldad, (vaya, la sinceridad), de los corazones de las personas. Cristo respeta nuestra libertad y no desea imponer la justicia de manera mágica, la tarea de vivir y promover la justicia nos la encomienda a nosotros. No olvidemos que esta vida es un tiempo de prueba ante el Señor.

Por otra parte, la insinuación de que Cristo no actuó "ni siquiera" como un caballero es insultante y blasfema y no atiende honestamente a los motivos más que legítimos que esgrime el Señor. Una actitud miserable, infantil y chantajista, al estilo de: "si Dios no resuelve mis problemas y cumple mi voluntad como yo quiero, entonces no creo en Él".
04/06/20 6:54 AM
  
JUAN NADIE
Otro artículo para guardad y meditar. Es que no doy a basto. Me da la impresión de que tarda usted menos en escribirlo que yo en leerlo y releerlo.
04/06/20 1:13 PM
  
JUAN NADIE
HADDOCK
Ignoro cual es su experiencia con los topos, pero creo que se equivoca.
El verdadero peligro para las cosechas es el topillo, que no es un topo pequeño sino un animal diferente de otra especie. Si mal no recuerdo el topo es un insectivoro, pariente de la musaraña, y el topillo es un roedor pariente de los ratones. Creo que de toda la vida son los roedores y los topillos los mas dañinos para las cosechas, amen de los jabalies y otras especies mayores.
El topo topo, el de la foto no suele vivir en terrenos de cultivo, o yo al menos nunca lo he visto. En cambio vive en los prados de pasto con hierba verde, donde lo único que hace son esos montículos tan caracteristicos. El topillo que también hace cuevas solo hace agujeros no montículos. Los topillos pueden merendarse un campo de remolachas en poco tiempo, el topo no, porque come insectos como su propio genero indica. El peligro del topo es que si se le coge y te muerde, dicen los antiguos que podía transmitir la rabia como el murcielago.
04/06/20 1:21 PM
  
JUAN NADIE
Se me olvidaba. Una forma de expulsar topillos es con explosivos, pues huyen del ruido de la explosión y bajo tierra se magnifica. Pero hoy en día hay unos artilugios solares que se clavan en una finca y le envían todos los topillos a la finca de al lado que no tenga ultrasonidos.
04/06/20 1:23 PM
  
Scintilla
Qué barbaridad, JuanNadie, y pensar que de niños nos dedicábamos a hacer para cada madriguera de topillo una trampa (de lazo con raíz en medio, una artesanía). Y los dejaba colgaos, para aviso de tunelantes. Coincido con usted en que no he visto topos estropeando cosechas. Aunque vaya usted a saber. Siendo el nombre para los infiltrados...
04/06/20 6:27 PM
  
rastri
Cristo, ciertamente, no vino a este mundo a hacer mundana política, ni menos a mezclarse entre los negocios de los hombres por muy justos que estos lo parezcan.


Buena respuesta ésta, seca y contundente. que Jesús da al susodicho hermano cuando éste le pide que interceda por la herencia entre él y el otro hermano.-Jesús le respondió: «Hombre, ¿quién me ha constituido juez o árbitro entre vosotros?»

No obstante: ¿cuantas veces, nosotros, no ponemos nuestra vela de auxilio por vernos complacidos en asuntos que poco tienen que ver con la palabra de Dios?
04/06/20 7:03 PM
  
Pedro 1
La riqueza de Dios es la verdadera riqueza. Pero tener un buen trabajo, conseguir un buen sueldo, poder comprar o alquilar un piso, visitar otras regiones u otros países, llevar a los hijos a colegios y universidades no católicos, ver eventos deportivos o culturales son afanes humanos y no preocupaciones mundanas y mezquinas. Quien se propone estos objetivos, necesita conseguir dinero, dinero y dinero, a ser posible ganado honradamente. Todas estas aspiraciones no tienen por qué llevarnos a túneles oscuros y lóbregos que nos cieguen. Claro que podríamos irnos a la Tebaida y subirnos a una columna.
La justicia humana es muy inferior a la divina pero el que ha sufrido un robo tiene el derecho a su propiedad y a reclamarlo ante un juez humano. No creo que Dios vea en esto un pecado. La diócesis de Barbastro, creo, ha reclamado obras de arte que le pertenecen.
No hablo de apartamentos de 370 metros cuadrados donados por una viuda, con arreglos por importes de 370.000 euros, con sus dos monjas y sacerdote secretario, ni de dinero eclesial entregado a presuntas víctimas para que no se presente o se retire la denuncia en los tribunales, ni de los inmensos áticos cardenalicios, que no nacen como las setas y requieren muchísimo dinero. La pobreza de espíritu va acompañada en estos casos de riqueza de materia.
04/06/20 8:20 PM
  
Pedro 1
Vendido coche. Alquilo plaza de garaje. 675 543 2210.
04/06/20 8:23 PM
  
Scintilla
Lo suyo es de una coherencia acongojante, Pedro1. Teoría y práctica, tran tran, una detrás de la otra. Muy bueno lo de que el dinero, ganado, "a ser posible, honradamente". El aparcamiento, ¿Subterráneo o al aire libre? ¿Es suyo o no había otra manera de hacerlo?
04/06/20 9:45 PM
  
Scintilla
Ya quisiéramos los malos cristianos ser tan astutos como usted, Pedro1. Seguimos igual de empanaos que en tiempos de Cristo.
04/06/20 9:46 PM
  
JUAN NADIE
SCINTILLA
Yo solo puedo hablar de lo que conozco. Salvo que alguien nos ilustre con alguna experiencia distinta, nunca he visto topos en los campos de cultivo. Supongo que porque con el arado se les estropean la cuevas y se les inundan porque no deben de ser muy profundas. Creo ademas que el topo como insectivoro, tiene una densidad de población o de ocupación mucho menor que los roedores. Al ser insectívoro esta un escalon superior en la cadena trófica, y por tanto hay menos individuos porque no habría comida para mas.
Yo nunca he conseguido cazar un topo, a pesar de que pequeño lo he intentado por la curiosidad de verlo en vivo. Los he visto salir brevemente para volverse a esconder. Tiene una piel que desde lejos parece como la de las focas, con el pelo en un solo sentido.
05/06/20 3:44 PM
  
Falco Lombardi
Parafraseando a San Pablo:

Todo lo considero m....da con tal de ganarme el Reino de Dios.

Jesús no niega la injusticia que le hacían a aquel hombre, pero, siguiendo la lógica evangélica, es posible que implícitamente le estuviera diciendo: perdona a quien te defraudó la ofensa y la deuda y tendrás un tesoro en el cielo.
05/06/20 8:00 PM
  
Carmen L
Oiga Bruno, perdón por el offtopic, podría decirme, la imagen que encabeza el post cómo se llama? se puede encontrar un en tamaño grande? Gracias
05/06/20 10:02 PM
  
Bruno
Carmen L:

Puede encontrar aquí el icono original, de Jesús curando.
05/06/20 10:34 PM
  
Dimas de citeaux
A algunos Dios les permite tener dinero y a algunos muchos dinero. A ellos pedirá cuenta. Y nosotros nos ocuparnos en trabajar para ganarnos el pan sin preocuparnos porque sabemos que el Señor nos dará lo que necesitemos. Recuerdo ahora ese hermoso poema número 50 de "El Jardinero" de Rabindranath Tagore. Saludos amigos míos. Dios los guarde.
06/06/20 12:52 AM
  
Palas Atenea
¿No es una astucia un tanto pedestre? No todos los astutos tienen que volar a lo gallina necesariamente. Ulises-Odiseo es astuto, pero al menos su objetivo es volver a Ítaca, el objetivo de vender un coche o viajar por esos mundos por puro placer no parece tan elevado.
06/06/20 1:15 PM
  
Scintilla
Lo que me sorprendía de su correo, querido JuanNadie, era la modernidad de los ultrasonidos para algo que hacíamos a mano de chicos. Los fines de semana nos subía el tío al landrover y a poner trampas para evitar que los topillos se comieran las raíces de los cerezos y ciruelos que había plantados en los balates, sitio, como sabe, del que gustan especialmente esos bichos -fuera de la lucha por la comida, adorables- para esconderse. Aquí en Mallorca no hay topos, por lo que no sé de su nocividad para los cultivos. Y sí, me parece un bicho también hermoso. Como los erizos, que aquí había muchos (cada vez menos). Qué animal más tranquilo y tímido. También insectívoro. Aquí los he cazado sin querer, pero sin matarlos, que conste: me caen en las trampas para ratas. Y no vea lo que cuesta sacarlos. Sobre todo si es hembra preñada.
Para Palas, que gusta de estas delicadezas: el Señor nos recomienda ser astutos como serpientes y utiliza el término phronimós, mientras que Ulises tenía astucia como metis. No son lo mismo. El phrónimos tiene sabiduría por moderación, hay en él un cuidado moral. Aguanta caballos, que dice el clásico. La metis, sin embargo, siempre anda lanzada, es proyectiva, va de viaje, como Ulises, y utiliza herramientas, es artificiosa. Esas dos cosas andan mezcladas en la definición de astuto en el DRAE: hábil para engañar o evitar el engaño (phrónimos: la serpiente es engañadora y lo que Dios quiere es que nosotros seamos hábiles para evitar los engaños de la serpiente) o para lograr artificiosamente cualquier fin (metis, como Ulises, que puede ser para vender un coche o para llegar a ítaca, una cuestión técnica que podrá ser o no contemplada desde el punto de vista moral).
06/06/20 2:28 PM
  
Palas Atenea
phrónimos, sin saber griego, tiene la misma raíz que frónesis- la frónesis que Santo Tomás de Aquino después de depurarla convirtió en prudencia-supongo. Pero no veo aquí que sea lo mismo desear volver a Ítaca a reunirse con su familia que vender un coche en un post que trata de Jesucristo y su no intervención en un asunto de justicia humana. En la Odisea todas las argucias de Ulises tuvieron el propósito de defenderse de los muchos peligros que en el camino de vuelta a su isla encontró, no veo que hay de malo en ello. Es como si te parecen mal las argucias de un zek que se ha escapado del GULAG con la pretensión de volver a su patria.
En el perfil que los psicólogos hicieron de los salvadores de judíos una de sus cuatro características es la de "saben generar estrategias". Naturalmente, no se puede tener escondido a un judío en la Polonía ocupada durante tres años sin saber hacer eso. Una de las estrategias que en los conventos o casas de cristianos solían desarrollar era la de enseñar el catecismo y las principales oraciones a los niños judíos por si los alemanes los paraban por la calle porque con frecuencia les hacían preguntas del catecismo: "Niño, ¿Quién es la Santísima Trinidad?", en aquel tiempo, y según la edad del niño, tenía que saber contestar a eso. Hoy en día el método ya no sería válido.
06/06/20 4:39 PM
  
Palas Atenea
No siempre es fácil distinguir los dos conceptos que mencionas porque se pueden generar argucias para el bien moral, argucias para salir de un apuro o argucias para hacer el mal. ¿Estuvo bien que las hermanitas o los granjeros polacos enseñaran el catecismo a unos niños judíos, no con el propósito de evangelizar, sino con el de salvarles la vida?
A mi modo de ver las de Ulises eran de la segunda clase, pero en una página que habla precisamente de Jesucristo en su misión más elevada, que es predicar el Reino de Dios, hablar de ventas de coches es cinismo. Chirría tanto como un comercial metido en la película "La Pasión de Cristo".
Si Palas Atenea no distingue la Frónesis es que se ha convertido en Metis, lo que va de una diosa olímpica a una tónica.
06/06/20 5:16 PM
  
Daniel Riquelme
Me parece que el pasaje muestra que, para las cuestiones terrenales, jueces terrenales. Y, para las cuestiones celestiales, y por tanto últimas y auténticamente verdaderas, Jesús, Juez Universal, tanto de creyentes como de no creyentes, de jueces terrenales como de los que reclaman justicia, etc. Juez Universal que nos pedirá cuenta del Amor a Dios en primer lugar y al prójimo como a uno mismo.

Y, efectivamente, las cosas del cielo son primeras y más importantes, pero las cosas de aquí abajo también tienen que tener su justicia.

Este episodio narrado en los Evangelios me parece similar o complementario al de "dad al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios".

Me parece que justamente en este episodio del joven reclamando justicia terrenal se pondría en evidencia el error de ciertas teologías inmanentistas como la Teologia de la Liberación por ejemplo, que pretenden reducir la Misión de Cristo y su Iglesia a pura justicia terrenal trastocando el orden que debe ser de la cosas: el Reino de Dios y su Justicia y todo lo demás dado por añadidura.

Saludos.
06/06/20 9:02 PM
  
Scintilla
Las argucias que igual pueden servir para hacer el mal o el bien de que usted habla, Palas, si están bien hechas para conseguir el mal o el bien propuestos (si consiguieron salvar la vida física de judíos, por ejemplo, bueno para unos, malo para otros), están hechas con metis, sin importar si su fin es bueno o malo. Mientras la condición del bien o del mal entra de lleno en el cálculo del phrónimos, que no sólo se emplea, como bien señala, en el sentido de prudente, como en Mt 10,16 (y así se traducía en los latines de la Vulgata), sino también en el de engañador, como en el superlativo que dedica la traducción de los LXX a la serpiente en Gn 3,1. Phrónimos es un término moral que designa tanto al que busca el bien como al que busca el mal o usa buenos o malos medios para conseguir lo uno o lo otro, cosa que no sucede con la metis, el juicio de la cual es técnico, ajeno a la condición de bondad o maldad de su fin o de los medios empleados para conseguirlo.
Y lo que le quería señalar era, precisamente, el distinto orden en el que se mueve lo que traducimos como astucia en la terminología del griego bíblico (prhónimos), ligada siempre a un juicio moral, y en la del relato homérico de Ulises (metis), juicio técnico, que usted asimiló al anterior guiándose por el mismo nombre castellano. El primero es un adjetivo que puede ser connotativamente positivo o negativo, la segunda es un nombre connotativamente neutro.
Desde el punto de vista de la metis, Pedro1 vendiendo su coche en esta página es asimilable al Ulises que navega de vuelta a casa (los dos tienen éxito, los medios que utilizan les llevan al fin que se proponen, con la diferencia de la cantidad y calidad de los obstáculos que superan, que hace más valioso el éxito del último, pero no la mayor o menor elevación de su fin, irrelevante en su orden; la misma metis sirvió a Ulises para que su pueblo arrasara Troya, así que no estaba mal, poéticamente, que purgara su cualidad, que había brillado con aquella genialidad del caballo, con un largo y accidentado viaje). Y, desde ese punto de vista, poniendo a Pedro1 como modelo de eficacia de la metis, lamentaba, haciéndome eco de las palabras de nuestro Maestro, las carencias de los cristianos como phrónimoi hacia el bien teniendo en cuenta cómo la serpiente sigue siendo callidior, phronimotatos, más astuta, hacia el mal, lo que indica que es más poderosa, por su metis, por su habilidad, en su phrónesis hacia el mal.
07/06/20 7:38 AM
  
Palas Atenea
Como éste es un asunto poco conocido y bastante resbaloso, vamos a fijarnos por ejemplo en San Pablo y vemos un caso de phrónimoi del que se habla en Hechos, 23. En ese pasaje San Pablo ante el Sanedrín, conocedor de que éste estaba formado por saduceos y fariseos, les dice: "Hermanos, yo soy fariseo e hijo de fariseos. Por la esperanza en la resurrección de los muertos soy ahora juzgado".
En cuanto dijo esto, se produjo un alboroto entre fariseos y saduceos y se dividió la asamblea" Hechos 23, 6-7
¿Esta estrategia va dirigida al bien? En realidad es una estrategia para salvar la vida, no una confesión de Fe porque no dice que sea seguidor del Nazareno, alude a sus orígenes fariseos y a la resurrección de los muertos como creencia (no a la Resurrección de Jesús en concreto) para dividir la asamblea.
07/06/20 8:23 AM
  
Scintilla
Su versión de los hechos de Hechos, Palas, me parece sesgada. San Pablo se encuentra ante el sanedrín llevado por el tribuno tras haber dado testimonio fiel y fidedigno de su fe en Cristo, de quién fue y de quién era a partir de la revelación que tuvo, ante el tribuno y ante el pueblo (Hch 22). De hecho, es uno de los tres relatos de que disponemos de lo que cambió su vida. Y el sanedrín estaba al tanto. Por eso, en el párrafo que usted señala de Hch 23 no veo ninguna simulación, ningún nicodemismo, simplemente aprovecha la situación para mostrarle al tribuno qué clase de tribunal era aquel judío, dividido por cosas que él no entendía y la necesidad que había de protegerlo para que llegase a Roma. Por eso san Pablo actuó con frónesis y, a la vez, con metis. Modelo de acción del cristiano. El Señor, de hecho, le confirma en lo bien que había actuado: cuando lo encierran después del altercado, le vaticina que igual que ha dado testimonio en Jerusalén, lo hará en Roma (Hch 23,11). Actuó con metis, predicando la Palabra en Jerusalén, logrando mostrar al tribuno el peligro de dejarlo en manos del tribunal judío y lo conveniente que era mandarlo a Roma, y por lo tanto, el fin de llevar la PAlabra a Roma. Y con frónesis, porque el fin era bueno (súper-bueno) y no puso ningún medio que desdijera de esa bondad. Cada unos de los medios era adecuado técnica y moralmente al fin. Ni mintió ni falseó nada: aprovechó la flaqueza del contrario y la puso en evidencia ungido hasta por el respeto de su tradición, de dónde venía (vengo de familia farisea), y de la autoridad (lo que le dice al sumo sacerdote), como hiciera David ante Saúl. Yo ahí veo la perfección de la acción cristiana sin menoscabo alguno.
P.D.: phrónimoi es nominativo plural de phrónimos.
07/06/20 12:01 PM
  
Palas Atenea
Scintilla: Ya te he dicho que no sé griego por lo tanto plural o singular no los distingo. ¿Tú ves claro que enseñar el catecismo a los niños judíos con el objetivo de salvarles la vida fue bueno? No suponía mentira alguna puesto que no le preguntaban si era cristiano o no, simplemente le hacían preguntas sobre oraciones o sobre el catecismo dando por sentado que si contestaba a eso se trataba de un niño cristiano.
Porque no es fácil hacer esos distingos que tú haces. De hecho la IIGM enfrentó a muchos cristianos con ese asunto. Engañar a los nazis con procedimientos estrictamente prudenciales-entendiendo a la Prudencia como virtud-era sumamente difícil.
Hubo casos en que tal cosa se ve y casos en que no está tan claro.
No está claro ni en caso del padre de familia polaco que acogió a dos niños judíos, el tenía también dos hijos, a los que tenía escondidos. Uno de los niños contrajo una enfermedad infecciosa, no recuerdo cual, y, no atreviéndose a llevarlo al hospital lo cuidó como pudo y el niño murió. El otro hermano empezó a dar muestras de la misma enfermedad y, ante eso, le vendó la cabeza y le puso un apósito en la nariz y así ocultó sus rasgos *, lo llevó al hospital y allí le dieron medicinas con las que pudo salvarle la vida. En este caso el único engaño al que tuvo que recurrir es que el niño se había caído por las escaleras y por eso llevaba la cabeza vendada. Pero decir eso también es mentir.
Esa perfección que exiges no se suele dar, pocas veces se puede ser astuto sin recurrir al engaño aunque sea por un buen fin, es prácticamente imposible. Te aseguro que estudiar la IIGM pone a prueba lo que dices.

* Los nazis identificaban a los judíos por unos rasgos de libro, había algunos que no los tenían y otros que sí. Si los rasgos eran muy acusados esconderlos era sumamente difícil, si no se les podía identificar podían salir a la calle con sumo cuidado y estrategias estudiadas, pero, naturalmente, todas falsas.

07/06/20 1:39 PM
  
Palas Atenea
La Prudencia es una virtud que, según como te la tomes, puede aconsejarte inhibirte en casos de peligro, razón por la cual hoy en día el prudente y el cobarde son la misma persona.
07/06/20 1:57 PM
  
Scintilla
Es que el Espíritu no sopla en todos como lo hizo en san Pablo, ni encuentra en nosotros un ánimo tan bien dispuesto. Conformémonos con ese don con alegría y demos gracias por él y por san Pablo.
07/06/20 2:12 PM
  
Palas Atenea
Scintilla: Esta vez su respuesta no me ha convencido. Me alegro por lo de San Pablo pero no me sirve de gran cosa, ni creo que les sirviera a nadie de los casos que conozco. No sé cómo soplaba el Espíritu Santo en la Polonia ocupada, excepto los mártires a los que mataron sin venir a cuento y murieron por Dios. En los casos de intentar un salvamento las cosas no funcionan así. Si no estás dispuesto a engañar ni siquiera a los nazis, mejor no te metas a salvar a nadie. ¿Que es pecado de omisión? No sé cómo solucionar el asunto. Tal vez no lo sea y lo que hubiera que hacer es no intervenir para nada, muchos cristianos tomaron esa decisión y a lo mejor los que intervinieron estén ahora en las Calderas de Pedro Botero por haberse metido en dónde no les llamaban.
07/06/20 4:25 PM
  
Pedro 1
Dice Luis Z: “Ese pasaje me produjo tristeza. ¿No debemos pedir a Jesús un poco de justicia aquí en la Tierra?”

Nos puede producir tristeza el ver a una persona decir algo o tener un comportamiento que no son conformes con lo que esperaríamos de ella, pues contravienen los principios morales que le suponíamos. Cristo no puede provocar esa tristeza a ningún creyente, a ningún cristiano. Las palabras del Hijo de Dios nunca, nunca, nunca defraudan ni nos llevan a cuestionarlas, a dudar de su verdad y conveniencia.

No hace falta ser el Padre José María Iraburu para darse cuenta inmediatamente de que las preguntas que propone Bruno, tales como “ ¿no está siendo Jesús muy brusco con ese joven?¿Por qué no le hace caso?” resultan un tanto artificiosas. Al decir Jesús: “ Hombre, ¿quién me ha constituido juez o árbitro entre vosotros?”, ni siquiera un cristiano con una formación deficiente ve en Cristo una reacción brusca con el joven que le ha pedido : "Maestro, dile a mi hermano que comparta conmigo la herencia”.

Estoy completamente de acuerdo con el comentario de Jorge Cantu, y quisiera resaltar lo que dice en su último párrafo: “Por otra parte, la insinuación de que Cristo no actuó "ni siquiera" como un caballero es insultante y blasfema y no atiende honestamente a los motivos más que legítimos que esgrime el Señor. Una actitud miserable, infantil y chantajista, al estilo de: "si Dios no resuelve mis problemas y cumple mi voluntad como yo quiero, entonces no creo en Él".

Con seguridad, Luis Z no buscaba resultar insultante y blasfemo, pero cuando se pregunta si “no debemos pedir a Jesús un poco de justicia aquí en la Tierra” porque “quizá es lo que esperaríamos de un caballero”, a mi modo de ver, está faltándole al respeto al Señor nuestro Dios.
07/06/20 7:23 PM
  
Scintilla
No sabía, querida Palas, que le había convencido alguna vez. Me alegra. Alegría que no me quita que esta vez no haya sido capaz. No era mi intención convencerla. No doy para tanto. Con resolver como buenamente puedo con ayuda de la gracia (más de una vez no siendo muy dócil a la misma, seguro) los problemas que me salen al paso, voy servido. Mirando siempre, claro, la perfección de los que Dios ayudó a acercarse a ella. Pero no la exijo, la perfección. Me maravilla encontrarla, o encontrar algo que se le parezca, porque allí anda Dios. Y maravillosa me parece la idea de aquel que vendó la cara del niño. No veo qué hay de malo en contarle una milonga a un médico cerril por cosas que no le competen para que haga lo que le compete. La prostituta Rajab escondió a los espías de Josué y mintió por ellos al rey de Jericó y le cayó en gracia no sólo salvar la vida en la toma de Jericó, sino la honra de ser ancestro de Cristo en la carne y la alabanza de san Pablo.
07/06/20 7:30 PM
  
Palas Atenea
Sí, me ha convencido muchas veces con sus argumentos.
07/06/20 8:19 PM
  
Alberto GT
Palas Atenea, ¿conoce usted algún buen libro que cuenta la Revolución Francesa entera, desde los antecedentes inmediatos hasta el golpe de Napoleón?
Muchas gracias
08/06/20 7:11 PM
  
Palas Atenea
La Revolución Francesa no es mi especialidad, no sé gran cosa de ella. Lo siento.
08/06/20 9:58 PM
  
Palas Atenea
Detrás de todas las revoluciones hay siempre un grupo ideológico, que en este caso fueron los ilustrados. Pero ilustrados los había en todos los países de Europa, hubo factores coyunturales y posiblemente también características del pueblo francés que hicieron triunfar a esa revolución y que se produjera en ese país y no en otro. La idea generalizada de que fue la opresión a la que se veía sometido ese pueblo por parte de la Monarquía Absoluta la base del levantamiento nunca me ha convencido porque no hay razones para pensar que Gran Bretaña y su Monarquía Parlamentaria tratara mejor a su gente, y allí no hubo revolución.
Si analiza la obra de Dickens y la de Victor Hugo verá un tratamiento muy distinto de los mismos problemas. El carretero de Dickens, que llega a su casa en medio de una ventisca y se pone contentísimo por oler la sopa de nabos calentita mientras observa a su esposa de rosadas mejillas, es justo el personaje contrario al carretero francés, que llega a su casa, se encuentra la misma sopa de nabos, se acuerda de la pularda que se estará comiendo el marqués y se llena de ira mientras contempla a su esposa de flácidas mejillas. Nunca he entendido por qué a la aldeana de rosadas mejillas inglesa le corresponde la aldeana francesa de flácidas mejillas. Debe ser una cuestión de temperamentos distintos y averiguar que hay detrás de esas dos visiones es para mi tan impenetrable como el Misterio de la Santísima Trinidad.
08/06/20 10:53 PM
  
Tineo
¡Bruno, qué grande eres! Mejor no se puede explicar.
09/06/20 12:16 AM
  
clara
Buenísimo. Gloria a Dios.
Un sacerdote me dijo, y no lo he olvidado desde entonces que, si por causa de la herencia iba a romperse la unidad familiar, había que ceder, aunque fuera evidente que el acuerdo era injusto para uno mismo.
09/06/20 10:21 AM
  
Hugo Z. Hackenbush
¿Cristo hablando de la Trinidad?
Pero si eso es un invento del siglo segundo.
Anda ya, Bruno.
Tu artículo es un ejemplo claro de cómo justificais las cosas con calzador.
Cristo tiene que ser juez, porque tú lo dices y si Él dice que no lo es da igual.
Ya te encargas tu de que lo diga.
Lamentable
09/06/20 12:01 PM
  
Scintilla
"Cuando venga el Hijo del hombre con todos sus ángeles, vendrá con gran esplendor, y se sentará en su grandioso trono. Entonces todas las naciones se reunirán en su presencia. El Hijo del hombre los separará, así como un pastor separa a sus ovejas de sus cabras. Él pondrá a las ovejas a su derecha y las cabras a su izquierda.
"Y acercándose Jesús, les habló, diciendo: Toda autoridad me ha sido dada en el cielo y en la tierra. Id, pues, y haced discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a guardar todo lo que os he mandado; y he aquí, yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo."
09/06/20 2:37 PM
  
Luis Z
Bueno, ya me dijeron dos veces blasfemo y herético. No intentaré defenderme, aunque tampoco me reconozco como tal. A lo mucho diré que no he acabado por entender completamente las cosas que puedo pedir a Jesús, aparte de mi salvación, que es por mucho lo más importante. Mencioné lo de caballería porque en ese artículo, El juramento de Pentecostés, se menciona «Sigamos, ante todo, el ejemplo de Cristo nuestro Señor, el Primer y Último Caballero, que supo vivir con humildad, cortesía, honor y libertad ante los bienes de la tierra y dar la necesaria batalla para defender a los oprimidos por el pecado, el diablo y la muerte». Después de todo, convenció a Zaqueo de devolver lo estafado. Jamás de los jamases me atreveré a decir que Jesús dijo o algo mal o equivocado. Solo quiero entenderlo.
Y esto me recuerda a que los discípulos, antes de Pentecostés, dijeron a Jesús: «¿Ahora sí vas a reestablecer la soberanía de Israel?». Tuvieron que esperar a Pentecostés para que el Espíritu Santo empiece a mostrarles claridad.
16/06/20 3:09 AM
  
Bruno
Luis Z:

Supongo que es evidente que el artículo no pretendía denigrarle en ningún sentido. Como se dice al principio, la pregunta es interesantísima, porque es el tipo de cosas que cualquiera puede preguntarse al leer el Evangelio y encontrar alguna acción de Jesús que no entiende bien.

Gracias por la pregunta y un saludo.
16/06/20 4:36 AM
  
Luis Z
Sí, estimado Bruno, es evidente. Y lo agradezco profundamente. También agradezco los jalones de orejas que a veces me dan con la mejor de las intenciones. También de ello trato de tomar lo mejor. Saludos y bendiciones. Por cierto, estás en mis oraciones.
16/06/20 5:39 AM
  
Alberto
Las enseñanzas de nuestro Señor deben informar toda nuestra vida. Si bien no dio respuesta concreta al pedido de ese hombre, sí enseñó - a él y a todos- cuál debe ser nuestra actitud ante los bienes de este mundo, y ello tiene reflejo en la eternidad a la que estamos llamados.
Dónde quedó esa disputa por unos pocos bienes entre ambos hermanos?
Si quien le preguntó a Jesús hubiera llamado a su hermano para que oyera la predicación del Señor, le habría compartido un gran tesoro. Y quizás también habría recibido su parte de esos bienes que reclamaba.
14/10/24 8:13 PM

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