Más vale callar y parecer hereje...
Hay un dicho popular que advierte: “Más vale callar y parecer tonto que hablar y demostrar que lo eres”. Lo mismo podríamos decir de parecer hereje. Es un dicho lleno de sabiduría y no entiendo por qué no lo enseñan como principio fundamental en todas las facultades, escuelas e institutos de herejología de España, por simple instinto de supervivencia. Quizá sea porque la sabiduría, por definición, resulta repugnante para la herejía.
Veamos dos ejemplos de los últimos días.
En primer lugar, uno norteamericano. Sor Margaret McBride, una religiosa norteamericana perteneciente a las Hermanas de la Misericordia, cuya notoriedad viene, tristemente, de haber sido excomulgada por formar parte del comité de un hospital, teóricamente católico, en el que se decidían abortos. Como era de esperar, ante la excomunión pusieron el grito en el cielo diversos grupos “católicos” antimagisterio. Los medios de comunicación, como de costumbre, oscurecieron la cuestión, afirmando que “había dudas” sobre la validez de la excomunión, por el mero hecho de que gente sin autoridad, formación ni credibilidad alguna hablaban contra ella.
Sor McBride, después de guardar silencio durante meses, no ha podido aguantar más y se ha decidido a aceptar un premio… por su labor en ese comité abortista. El premio ha sido concedido por Call to action, uno de esos grupos antimagisterio, que defiende el sacerdocio femenino, las uniones homosexuales, las relaciones prematrimoniales, etc. y cuyos miembros también fueron excomulgados en 1996 por Mons. Bruskewitz, obispo de Lincoln (Nebraska). La religiosa norteamericana, aprovechó la oportunidad para reafirmarse en su postura y hablar de este “tiempo tan decepcionante en nuestra Iglesia”, y de que “la Iglesia cambiará” únicamente “por nuestro ejemplo de misericordia y perdón”, porque la jerarquía de la Iglesia “no va a cambiar mágicamente” y “nosotros somos el ejemplo, estamos llamados a ser ese hermoso ejemplo para la Iglesia”.
Lo cierto es que es de agradecer que Sor McBride haya despejado cualquier duda sobre su excomunión, al no mostrar el más mínimo arrepentimiento por su colaboración en abortos, al aceptar un galardón por ello de un grupo explícitamente contrario a la doctrina de la Iglesia y al colocarse de forma repugnante como ejemplo de misericordia por su participación en el asesinato de un niño indefenso. Ha dejado claro que la excomunión estaba justificada y era necesaria y oportuna.
El segundo ejemplo es el de la variedad nacional de la especie, la hermana Teresa Forcades, benedictina de Montserrat y conocida por ser el perejil de todas las salsas y como experta en bioética (al escribir esto he tenido que dejar de escribir durante unos minutos, porque la risa ha hecho que se me atragantara el desayuno). Vamos a ver lo que afirmó la experta en bioética el otro día, en el Foro Encrucillada, en favor del aborto:
“Mi duda es si puede ser licito según la moral católica violar el derecho de autodeterminación de la madre para tratar de salvar la vida del hijo. El derecho a la autodeterminación es tan sustancial y tan absoluto como el de la vida”
Quien dice algo así (y lo repite en multitud de ocasiones), debería volver a primer curso. No me refiero a primer curso de Teología, sino a volver a estudiar primer curso de educación básica, porque mi hija de seis años tiene más sentido común que ella. El “derecho de autodeterminación” es un nombre rimbombante (por no decir pedante) para llamar a la propia libertad. Autodeterminarse o determinarse a uno mismo no es más que decidir libremente lo que se va a hacer.
Una vez traducida la pedantería, vamos a ver las consecuencias del principio de Sor Forcades: “El derecho a decidir libremente es tan sustancial y tan absoluto como el de la vida”. Si esto es así, podremos aplicarlo a cualquier campo, por ejemplo al de la circulación por carretera. Siguiendo la enseñanza forcadiana, mi derecho a decidir conducir por dirección contraria (porque yo lo valgo) es absoluto y el Estado no tiene autoridad para prohibírmelo. Y si los demás conductores protestan y dicen que conducir por dirección contraria puede causar accidentes mortales, basta responderles que mi derecho de autodeterminación es tan sustancial y absoluto como el suyo a la vida. Sensato, ¿verdad? Lo mismo podríamos decir de mi “derecho sustancial y absoluto” a decidir libremente apropiarme del dinero de los demás, inventarme un buen currículum, matar a los feos, ser el Presidente del Gobierno sin que nadie me haya elegido o sonarme los mocos con la camisa del prójimo.
En fin, yo diría que con personas que muestran este nivel infrahumano en sus argumentos no merece la pena discutir ni entrar en polémicas, distinciones ni explicaciones. Lo que hace falta es la terapia de la escoba. Es decir, una superiora que les diga: “En virtud de la Santa Obediencia, te vas a dedicar en exclusiva a barrer el convento durante diez años. A ser posible, con voto de silencio. Si no te gusta, te vas y te dedicas a dar la lata a los episcopalianos/cienciólogos/raelianos, dejándonos por fin tranquilos. En cambio, si obedeces, te garantizo que la cura de humildad te va a dejar como nueva. Y habrás salvado tu alma, que es lo que interesa de verdad”.
23 comentarios
Regla de San Benito
CAPITULO XXVIII
De los que muchas veces corregidos no se enmiendan
Si algún monje muchas veces corregido por cualquier culpa, y si también excomulgado, no se enmendare, aplíquesele mas riguroso castigo, esto es procédase contra él hasta azotarle. Pero si ni aun así se corrigiere, o si (lo que Dios no permita) lleno de soberbia quisiese defender sus culpas, entonces haga el abad lo que un sabio médico.
Si después de haber aplicado fomentos y lenitivos de exhortaciones, y de haberse servido de las palabras de la divina Escritura, y por último del fuego de la excomunión y castigo de azotes sangrientos, reconoce que nada consigue con todos sus desvelos, añada el remedio más eficaz, que es el de su oración y la de todos los monjes, a fin de que el Señor, que lo puede todo, dé la salud al hermano enfermo. Y si ni aun de este modo sanare, entonces use ya el abad del cuchillo de la separación, como dice el Apóstol: Apartad el malo de entre vosotras. Y en otra parte: El infiel si se va, que se vaya; no sea que una oveja enferma inficione todo el rebaño.
(Entiendase que lo de los azotes no, pero el resto continua siendo actual.)
Entonces, dice forcades que el no tiene derecho a autodeterminarse de su repajolera madre, es el pobre feto, al que exterminan sin preguntarle.Gran avance.
Para cuando una version de terminator con toca.Y regla...no benedictina, claro.
Lo de la useña, jo...se ha pasado con los donuts. Habrá que investigar que les echan.
Por cierto Bruno... ¿no te estarás planteando seriamente tu derecho a limpiarte los mocos en la camisa del de al lado? si quieres montamos un partido político y lo defendemos, yo hace tiempo que estoy pensando en ello...
Saludos
Ya lo tengo pensado. El partido se llamará, obviamente, el M.O.C.O (Minorías Oprimidas Cuestionan el Ordenestablecido).
¡Basta ya de fascismos! No hay "mi camisa" ni "tu camisa". La camisa es de todos y no se puede poseer. El derecho al desahogo muconasal es tan sustancial y absoluto como el derecho a la vida.
Y sino pregúnteseles: Cuántas de estas darían su vida por lo que dicen, lo que proclaman, o defienden?
Habéis coincidido. Sin embargo, la realidad es que las religiosas norteamericanas están mucho peor que las españolas. Ya sé que es difícil de creer, pero es la verdad.
Ejemplo.
"Para cuándo una version de terminator con toca."
No me tientes, que hace mucho que no me invento un personaje...
Así podrá mantener el tipo, que los pucheros de convento son muy traicioneros.
Que hable el sumo intelecto, el portaaviones de la progresía.
herejes hubo y habrá siempre pero ¿por qué en EEUU se les excomulga y en cambio aquí, por la misma falta, van dando conferencias en centros teológicos?
Higinio is missing, creo que está meditando con el guru Maharishi, cerca del Ganges, iniciándose en los misterios del ascetismo faquir, tras un recorrido por el sufismo bagdadí, lástima de ausencia.
Detrás de todos los abortistas con aire científico hay la premisa de que el feto es parte de la madre, por lo que extirparlo forma parte del derecho sobre su cuerpo.
Esta precipitada conclusión se basa en la no independencia del feto respecto de su madre.
No se por qué se sorprenden luego de que haya habido madres jóvenes que han esperado a que nazca el bebé y lo han matado luego. Ese bebé es tan dependiente de su madre como el feto y pasarán años antes de que se le pueda dejar solo.
Aun si no fuera abortista, ya sería un caso grave de narcisismo patológico, y suficientemente grave como para que la Iglesia, quien mande en sor Forcades, la retirase al silencio... por pudor, y por caridad.
Claro que no tendrá quien mande sobre ella, que ella es muy de "autodeterminarse".
Me tiene anonadada el caso Forcades, anonadada.
¿Qué les enseñaron no ya de oración, obediencia, humildad sino de sentido común y biología básica?
Dios se apiade de ellas.
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