Experimento sobre los viernes
Vamos a hacer un pequeño experimento, basado en la pregunta “¿Qué tiene de especial el día de hoy?” El lector, antes de seguir leyendo, debe pensar esta pregunta y apuntar mentalmente lo primero que se le pase por la cabeza.
Una vez hecho este pequeño experimento, podemos compararlo con los resultados estadísticos de una encuesta similar. Según un grupo de científicos de Melbourne, Estados Unidos, de cada cien personas encuestadas, doscientas dieciocho respondieron “Porque es viernes y mañana empieza el fin de semana”, trece dijeron “porque es mi cumpleaños” y cuatro respondieron “verde".
Es cierto que, por ser viernes, se trata del último día de trabajo de la semana, pero no es eso lo más importante (aunque sí es algo bueno y estupendo, por supuesto). Para los cristianos, el viernes es un día en que se recuerda especialmente la Pasión del Señor. Cristo murió un Viernes Santo y, desde entonces, todos los viernes deberían ser para nosotros un tiempo para meditar el inmenso amor del Hijo de Dios, que, por nosotros, se sometió incluso a la muerte, y una muerte de cruz. Si no lo hacemos, nos estamos perdiendo lo mejor del viernes, que es una escuela de amor al enemigo, de obediencia al Padre, de mansedumbre, de humildad y generosidad. Y necesitamos todo eso para ser felices.
La Iglesia, por esta razón, considera que los viernes son días penitenciales:
1250 En la Iglesia universal, son días y tiempos penitenciales todos los viernes del año y el tiempo de cuaresma.
Estos días son un regalo de la Iglesia que necesitamos desesperadamente, para salir de nuestro aburguesamiento, nuestra tibieza y nuestra comodidad. Nos estamos jugando la vida. ¿Qué propone la Iglesia para esos días?
1249 Todos los fieles, cada uno a su modo, están obligados por ley divina a hacer penitencia; sin embargo, para que todos se unan en alguna práctica común de penitencia, se han fijado unos días penitenciales, en los que se dediquen los fieles de manera especial a la oración, realicen obras de piedad y de caridad y se nieguen a sí mismos, cumpliendo con mayor fidelidad sus propias obligaciones y, sobre todo, observando el ayuno y la abstinencia, a tenor de los cánones que siguen.
1251 Todos los viernes, a no ser que coincidan con una solemnidad, debe guardarse la abstinencia de carne, o de otro alimento que haya determinado la Conferencia Episcopal; ayuno y abstinencia se guardarán el miércoles de Ceniza y el Viernes Santo. [En España, está establecido que se puede sustituir la abstinencia por otro pequeño sacrificio; quizá por eso nadie se acuerda de que los viernes son días penitenciales].
Aquí podemos sacar consecuencias de nuestro experimento. ¿Cuántos de nuestros lectores tenían en su plan para hoy las obras de caridad, una oración especial, el negarse a sí mismos y la abstinencia? Según los datos fiables obtenidos por mi Encuestador Telepático-Virtual (patente pendiente de concesión), de los mil trescientos catorce lectores que han pasado por este blog en los últimos cinco minutos, sólo dos habían incluido todo eso en su plan para este viernes (y uno de ellos reside en C. del V. y acostumbra a vestir de blanco y rojo).
Las conclusiones, que las saque cada uno según la sabiduría que Dios le haya dado. Yo me limitaré a incluir un par de oraciones, por si ayudan a alguien a mirar a Cristo crucificado.
La primera es un soneto que escribí hace tiempo:
¿Quién eres tú?
¿Quién eres tú, varón de los dolores,
sin rostro ya de hombre, ensangrentado?
¿Quién eres tú, de espinas coronado,
clavado en la cruz, entre malhechores?
¿Quién eres tú y cuáles tus amores
si en este trance solo te has quedado,
de Dios en apariencia abandonado,
sin nadie que agradezca tus favores?
Azotado, burlado y malherido.
Malhechor y Blasfemo son tus nombres
y de un amigo el beso te ha vendido.
¿Quién eres tú, para que al mundo asombres
al bendecir, muriendo maldecido?
Eres el más hermoso de los hombres.
La segunda es una oración que traje de Bérgamo para los lectores del blog:
¡Mi Jesús crucificado!
Siempre te llevo conmigo,
a todo te prefiero.
Cuando caigo, tú me levantas.
Cuando lloro, tú me consuelas.
Cuando sufro, tú me curas.
Cuando te llamo, tú me respondes.
¡Mi Jesús crucificado!
Tú eres la luz que me ilumina,
el sol que me calienta,
el alimento que me nutre,
la fuente que sacia mi sed,
la dulzura que me embriaga,
el bálsamo que me alivia,
la belleza que me hechiza.
¡Mi Jesús crucificado!
Sé tú mi defensa en la vida,
mi consuelo
y mi esperanza en la agonía
y descansa sobre mi corazón
cuando llegue mi última hora.
32 comentarios
Siempre deberíamos tener en mente:
"¡Bien, siervo bueno y fiel!; en lo poco has sido fiel, al frente de lo mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor." Mt.25,23
Si presentamos una Iglesia así a los jóvenes, como les vamos a atraer????? Parece que siempre tenemos que estar sufriendo los cristianos.... pues mira, no...
No queda más remedio que admitir que, a la pregunta ¿Cuántos de nuestros lectores tenían en su plan para hoy las obras de caridad, una oración especial, el negarse a sí mismos y la abstinencia? tengo que responder que "no sé cuántos, pero yo no era uno de ellos, hasta qeu leí este post"
Empecemos, pues, por lo de negarse a una misma, que ya lleva algo de obra de caridad especial implícita (¡con lo que me cuesta que me pongan una noticia sobre estas cosas de kiko y sus macromovidas y no entrar al trapo, ay! SPH...). Sigamos por lo de la abstinecia, y hagamos oración con la epecial ayuda de los dos textos que has traído hoy a tu blog.
(lo que no significa que me guste el CNC... òó... SPH de nuevo)
:)
No me cuadra, alguno respondió varias veces.
Quien quiera seguirme, cargue con su Cruz y me siga...
Tu pregunta sobre los jóvenes (y yo lo soy) es capciosa en sí misma, pues subestima la capacidad de sacrificio de los jóvenes y tergiversa el papel de la Iglesia como compañía de marketing. Atraer solo atrae Cristo, y no los atractivos humanos.
"Quien quiera salvar su vida la perderá, pero quien pierda su vida por mí la salvará" La verdadera alegría, la desbordante, viene después de la Cruz, como la Resurrección. Si la Iglesia se ahorrase su Cruz, estamos perdidos.
Viva la fiesta.
La verdad es que yo he pensado fin de semana. Luego, al leer el resto del artículo,he pensado si acertarías igual con la primitiva ;).
Aquello de que sólo nos acordamos de santa Bárbara cuando truena se cumple.
Intento ir a misa los primeros viernes de mes; la abstinencia de carne no es para mí un sacrificio. El ayuno sí. Voy a tener que dejar de leeros, como dice el Becario, eso de ser consciente de lo capullín que se es....
Saludos.
Pienso pues:
-Que para el cristiano, en nuestro calendario, el viernes es el día más doloroso de la semana. Y es el más doloroso de la semana porque el viernes es el número cinco de ésta; Y todo esto porque el número cinco es el número más maldito de todos los números.
- Y porqué. Pues porque este número es el día de los de la Quinta Generación; día del Dragón Rojo y de la Serpiente (el Hombre pertence al sexto día del cordero y del pez); Día quinto, viernes, día del animal racional -Satanás- que en poder de mundo pugna contra el poder de Dios.
-Y aquí de entre tantos y tantos meléficos ejemplos surgidos al fatídico albor de este número, el más común y fácil de ver, sino de comprender; cómo y porqué todas las ideologías y poderes de este mundo rinden culto en sus rojas banderas a la triste noche de una estrella de cinco puntas. O de un sol.
Y porqué la estrella, pues:
- porque la estrella de cinco puntas es el egocéntrico coeficiente masa de la dimensión radical 6,6,6,: Estrella o dimensión, opaca masa carbónica estelar; Luz refractada, mórbida vida en el tiempo que impide al hombre ver y comprender la morada de Dios.
Etc.etc. Y más, en añadidura, cómo en este triste día del quinto día , viernes; Las televisiones, -en especial la quinta- tan soezmente cita a las gentes en sus nocturnos aquelarres televisivos.
Cuando estemos en tiempo ordinario ya veremos.
Lo cierto es que el viernes, después de toda una semana trabajando, lo que uno quiere es llegar un poco antes a casa y pasarlo bien con la familia y los hijos a los que apenas ve durante la semana: ir al cine, o ver una peli en casa, con palomitas...
¡Cuan bueno y delicioso es los hermanos que habitan juntos... el fin de semana, porque entre semana no nos vemos!
Más aún, yo tenía un grupo de jóvenes que quedábamos para rezar los viernes. Rezábamos 1 hora y pico en la parroquia, después íbamos unos 20 a apretujarnos en una casa con pitas, shawarmas, falafeles o pizzas (con carne claro, nadie nos dijo nunca nada de ayunar carne los viernes de tiempo ordinario: solo en Cuaresma hacíamos ensaladas), y charlábamos, y luego solíamos rezar algo más por gente que necesitase oración. ¿Vale eso como "oración especial" o por el contrario es malo rezar en grupo y estar en amistad cristiana porque no se ayuna de carne?
¡Era el día en que nos veíamos jóvenes cristianos que durante la semana estábamos solos rodeados de paganos hostiles o indiferentes, una gran alegría de reunión en fe!
Estoy de acuerdo en marcar de alguna manera el viernes, pero sociológicamente es muy complicado, el viernes en España, dia de reunión familiar e inicio de descanso, ya es un día de festejo, no de penitencia, y se necesita una "nueva creatividad para el bien" para idear una práctica devocional que sea sociológicamente practicable.
Ahora bien, la abstinencia en los viernes de Cuaresma sí que me parece importante guardarla, aunque sólo sea por pura obediencia a la Santa Madre Iglesia -sobre todo para aquellos a los que no les cueste un gran sacrificio-. Qué menos que asociarnos a la Cruz del Señor de ese modo aunque sean sólo cinco viernes al año...
Y Yolanda, no voy a hacer mucha sangre porque estás aún levitando con el soneto de Bruno, pero decir que el Camino monopoliza las JMJ me parece, cuanto menos, rastrerillo, toda vez que precisamente lo que está haciendo el Camino a través de su misión es invitar a todos -especialmente a los jóvenes europeos- a participar. ¡Ojo!, recuerda que has dicho que no entrarías al trapo...
Saludos.
Lo que me hace pensar en una reflexión que he tenido en mente hace tiempo. ¿Por qué "fin" de semana? No sería mejor "principio"?
Aparte de qué bonito empezar la semana descansando, también qué bonito empezar la semana yendo a Misa, pues muchas veces el Evangelio del domingo nos orienta mejor para "empezar" el trabajo que para "terminarlo".
Vuelvo a levitar con el soneto...
:)
No hace falta ser tristes para ser buenos cristianos, (Becario y todos los que dicen que como vamos a atraer jóvenes con la penitencia), la alegría por haber recibido la Salvación, porque Cristo nos ama, porque María nos protege con su manto en cada paso que damos se tiene que notar, nos tiene que hacer diferentes en el mundo en el que vivimos, debemos ser sal de la tierra y luz del mundo!!
Aún así, privarnos de algo que nos gusta, hacer algo por los demás que nos cueste verdadero esfuerzo, la oración eucarística, etc, etc.. no es una muy buena inversión para nuestro futuro?
Divinas las poesías, las voy a guardar especialmente para uno de mis hijos que tiene 10 años... y tiene que aprender a encontrar recursos literarios.. Gracias!!
Lo de la encuesta es humorístico. De ahí lo de Melbourne, el número de respuestas, el verde, el Encuestador Telepático-Virtual, las mil visitas en cinco minutos...
Ahora algo mas profundo. El viernes, día de la pasión había que bajar los muertos de la cruz porque iba a llegar el sábado (día de fiesta) y no podían estar los muertos colgados. Por eso hubo que hacer las cosas deprisa y corriendo. Ocultar la penitencia es como bajar a los muertos de la cruz y así poder descansar tranquilos.
Si Cristo se hubiera planteado en que si morir cruzificado atraía o no a los jóvenes o si recuerdo era sociológicamente practicable, ahora mismo no tendríamos salvación posible.
No huyamos de hacer algo de penitencia, por Dios.
Hay que ver que artículo te has marcado invitando a la penitencia (por tradición, abstinencia de carne), a la oración y a la negación de sí mismo, gastando bromas como si anduvieras de marcha con cuerpo de jota.
¡Alegres quiere a los cristianos el Señor!
Pues sí, tienes toda la razón, como Yolanda muy bien ha intuido, y encima escuece que lo digas, y que lo digas con tanta naturalidad y buen humor. Porque tenemos tantíiiisimas cosas que hacer, y somos ya taaaan buenos por haberle dicho sí al Señor, que rezar un Rosario a la semana y sustituir el pollo por la merluza nos parece un abuso taaan grande de autoridad. Algún cristiano habrá que le pondrá una demanda ante el defensor del Pueblo a todos los obispos y curas por abuso de autoridad.
¡Y pensar que en realidad las cuatro cosas del viernes se hicieron antiguamente como un "programa de mínimos" para que todos los católicos cumplieran algo con lo que Dios nos invita a vivir los 7 días de todas las semanas! Ahora se ha convertido en algo muuuuuy complicado de hacer. Mejor mandar mensajitos a alguna alerta o inventarnos una nueva interpretación de los pasajes evangélicos.
Estas cosas no atraen a los jóvenes porque les parecen marcianadas. Y les parecen marcianadas porque, a diferencia de los jóvenes de generaciones pretéritas, nadie les ha explicado qué es la oración, qué es la penitencia y mucho menos qué es eso de "negarse a uno mismo, cargar con una cruz y seguir a Cristo" ("what the hell are you talking about?").
Pues yo sí las cumplo, pero ¿a qué negarlo? desde hace bastante poco. Antaño yo también estaba entre el 168% que contestaba que molaba el viernes porque iba antes que el sábado, y solo me parecía digno de señalar el viernes santo (y tampoco te creas que tenía una idea muy cabal).
Y eso que mi santa abuela y mi santa madre sí me habían enseñado estas cosas cuando chico (no le andemos echando la culpa al apuntador).
Ante este doble peso, uno puede espetar con gozo: al fin Viernes!!! Día (dos veces) liberador, como dice alguna etimología.-
Por otra parte (o la misma) recuerdo aquello de Ratzinger, hace añares: los viernes del año participan tanto del Viernes Santo como de la Exaltación de la Cruz: ese es su curioso timbre.-
El Derecho Canónico es claro al hablar de todos los viernes del año, con una única excepción: cuando coincidan un viernes y una solemnidad, y en todo el tiempo pascual presente sólo ha habido un viernes con esa característica, el viernes de la octava de Pascua. El resto la abstinencia manda, o bien otro acto que determine la conferencia de obispos.
Un cordial saludo.
Además, en Argentina, por ejemplo, hace sólo algunos años la Conf. Episcopal dispuso lo de los viernes penintenciales (abstinencia). Desde ya que eso de reemplazarla por una oración o una obra de misericordia es bienvenido, aunque se están mezclando distintas virtudes (caridad, penitencia, en fin -vide Romano Amerio, me parece bastante sensata su observación). Pero lo cierto es que el viernes es el día en que la gente se reúne para comer unas pizzas, en el mejor de los casos, y si no, empanadas... de carne o jamón y queso! o, cuando la ocasión lo amerita y el bolsillo lo permite, un buen asado, regado por un buen vino! Con lo cual, es muy difícil cumplir con lo de la abstinencia, porque son costumbres más que ancladas entre nosotros. Que, aparte, ¡un poco a destiempo!, gozábamos de la famosa indulgencia de la cruzada...extendida a conquistadores, pobladores e indios, e incorporada luego a nuestros hábitos.
Digamos que la liturgia hace ya mucho tiempo que no rige nuestros tiempos.
La Iglesia manda abstinencia los viernes.
Que no, porque éso es para ricos, aquí no corre.
Que no, porque eso es para países que no comen tanta carne, aquí no corre.
Nada nuevo bajo el sol.
Maranatha!
1. La increencia, ha desparramado el "modus vivendi" de que el viernes es para la parranda, precisamente para destruir la civilización cristiana.
2. Muchas Conferencias Episcopales, "tercermundistas", han abrogado los ayunos y penitencias, después del Vaticano II, cayendo justamente en la trampa "pascual".
3. ¿Será por eso que nuestra Señora nos pide en MEDJUGORJE ayuno y penitenbcia?
Qué sí; pero para esas personas que no se lo podían permitir (para muchos era un artículo de superlujo -es que ni la olían-), es como si la Iglesia nos pusiera ahora la norma de abstenermos de comer caviar y langosta los viernes...¡Pues mira que bien, ya ves...!. Pues algo parecido.
Un cordial saludo.
Por una de mis hijas que estuvo durante unos años en un carmelo de las "maravillosas" en Buenos Aires, supe que Sta. Teresa prohibió para ellas la carne, y de por vida, lo cual me admiró. Pues ellas tan obedientes, tanto en España como en Argentina. Como debe ser.
No, no creas. La caza solo era para los propietarios de las tierras, y lo del jamón...siempre han sido palabras mayores. Con mucha suerte, un poco de tocino de cerdo y ya estaba. Lo normal era el pan, la legumbre y poco más; los que eran un poco más afortunados ya se podían permitir el cerdo.
De todas formas, no me interpretes mal; no pasa nada por no comer carne los viernes o más días. Lo que digo es que aquí en España, en las zonas pobres y en el caso de los desfavorecidos, pues...
Un cordial saludo.
Ahora bien, reconozco que siempre me ha asombrado la pobreza de los pobres españoles, que conocí personalmente por algunos inmigrantes gallegos que tuvimos por aquí. Por la forma tan natural en que asumían las privaciones, y hasta por el hábito de no querer cambiar sus costumbres franciscanas a pesar de que tenían los medios económicos para ello (eran personas prósperas, pero que murieron solteras), he tenido una cabal idea de cómo vivían en su juventud, en la postguerra civil.
El año pasado pude viajar a Galicia, y ¡qué cambio!. Los lugares se llaman igual, los monumentos son los mismos, pero yo no imagino que allí pudieran haber estado viviendo mis queridísimos amigos gallegos.
Estoy convencido de que si nos lo tomamos en serio, mejoraría infinitamente nuestra salud y la de la sociedad occidental, pues como dijo Gracián "más mueren hoy de ahito que de hambre".
En mi diócesis, que somos pobres, la Iglesia ya ni habla de carne ("porque cuando un pobre come un pollo, es que alguno de los dos estaba enfermo") y los sacrificios se han reducido a limosnas, oraciones y hasta brevísimas jaculatorias... ¡y hasta esas regateamos!
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