Para ser libres nos liberó Cristo
Los cristianos sabemos que Cristo nos ha liberado. Sin embargo, es una de esas cosas que, de tan sabidas, a veces se olvidan. Por eso es una alegría cuando ocurre algo que nos recuerda que, sin mérito alguno por nuestra parte, Cristo nos ha liberado de los ídolos, los pecados, los vicios, la desesperanza y la muerte.
Algo así me ha sucedido esta mañana, al leer los comentarios a un artículo de Eleuterio, en el blog “Mera defensa de la fe“. El artículo se refería a la petición que ha hecho la Asociación para la Preeminencia del Derecho de demoler el Sagrado Corazón de Monteagudo, en Murcia. Lo que me llamó la atención fue el siguiente comentario, firmado por un tal Giordano Bruno (ningún parentesco conmigo), que criticaba lo que había afirmado el autor del blog:
“los comentarios contra una demanda jurídica calificándola de irracional implican que son irracionales los argumentos que han salido nada menos que del Tribunal Europeo de Derechos Humanos. Esta vasca ultracatólica, fuera de Lefevre, en Francia, por ejemplo, no existe o no pasa".
Me ha hecho mucha gracia que este lector se escandalizase de que alguien se atreviera a criticar y considerar irracionales los argumentos del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (en la famosa sentencia sobre la prohibición de los crucifijos en las escuelas). “Nada menos” que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos. Como si ante el mejor y más justo Tribunal del mundo (y no es el caso) tuviésemos todos que guardar silencio y suspender nuestra propia capacidad de razonar. Como si un Tribunal creado por los Estados del Consejo de Europa no estuviese dedicado ante todo a dar la razón a los que gobiernan esos Estados. Como si un Tribunal que pretende mantenerse neutral ante el aborto (más bien con una neutralidad beligerante, pero dejémoslo) pudiese dar lecciones a nadie sobre moralidad, justicia o derechos. Como si sólo un “ultracatólico” pudiese imaginar siquiera criticar al Tribunal Europeo de los Derechos Humanos.
El ser humano, creado para adorar a Dios, cuando no tiene fe se convierte irremediablemente en un fabricante de ídolos. Los puede fabricar con oro o madera, como en los tiempos antiguos. También puede crearlos con los grandes deseos de los hombres de todos los tiempos, más o menos deformados, como en el caso del dinero, el sexo, la fama o el poder. O también, de forma más modesta y ridícula, puede fabricarse ídolos con instituciones humanas con más fachada que contenido, como el Tribunal Europeo de los Derechos Humanos.
Al leer este comentario, me ha salido del alma agradecer a Dios que nos haya librado de los ídolos que intentan usurpar su lugar. Lo propio de los ídolos es esclavizarnos y lo propio de Dios es liberarnos. Que él nos libre de volver a caer en la esclavitud de los ídolos y, sobre todo, de ídolos tan piltrafillas como el Tribunal Europeo de los Derechos Humanos.
24 comentarios
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Me choca esta expresión: "creado para adorara Dios" Me gusta más que toda la Creación y aquí el ser humano como señor de la misma sea una consecuencia de la gloria y poder de Dios.
Dios no quiere que le adoremos; Dios quiere que como hijos libres y responsables de su condición, agradecidos, le consideremos como el Padre creador.
Otra cosa es que el limitado hombre viéndose tan pequeño ante tanta inmensidad como es la del infinito Dios; éste -el hombre- en su fuero interno se sienta llamado a postrarse y adorar a su Dios.
Yo personalmente entiendo que el hombre sienta como una interna necesidad de sabio equilibrio espiritual en adorar y postrarme ante aquel que él vea que es superior.
Pero veo y siento que el que se considera mayor, y aquí digo Jesús el Cristo; Lo es, más porque no deja que el hombre se postre ante Él; Sino que Él -Jesús el Cristo- salvándo al hombre lo eleve a su altura de ser como Dios, hijo de Dios..
-Me explico:
Imaginémosnos que un Hombre consciente de su gran saber entiende que nadie como él, -en modo y manera de su recto saber- puede obtener y por lo mismo, beneficiarse del culto hacia su Dios.
Y que por lo mismo este hombre considere que la máxima expresión de su humana realización es la de vestirse de gloria postrándose y adorar a su Dios.
Imaginémosnos a este hombre en su glorioso trance dispuesto a postrase ante su Dios: Y que Él -su Dios- inclinándose y tomándo al hombre por los hombros, lo levantare hasta su altura, y abrazándole le dijere algo así: -¿Acaso te he salvado yo para que me sirvas de escabel?
Esto sí que rompe todos los esquemas del entendimiento humano acerca del amor y la amistad de uno que no puede ser otro que un Dios.
Dice el Catecismo:
La adoración
2096 La adoración es el primer acto de la virtud de la religión. Adorar a Dios es reconocerle como Dios, como Creador y Salvador, Señor y Dueño de todo lo que existe, como Amor infinito y misericordioso. ‘Adorarás al Señor tu Dios y sólo a él darás culto’ (Lc 4, 8), dice Jesús citando el Deuteronomio (6, 13).
2097 Adorar a Dios es reconocer, con respeto y sumisión absolutos, la ‘nada de la criatura’, que sólo existe por Dios. Adorar a Dios es alabarlo, exaltarle y humillarse a sí mismo, como hace María en el Magnificat, confesando con gratitud que El ha hecho grandes cosas y que su nombre es santo (cf Lc 1, 46-49). La adoración del Dios único libera al hombre del repliegue sobre sí mismo, de la esclavitud del pecado y de la idolatría del mundo.
Hoy ha estado nevando todo el día en Madrid. No nos vendría mal una hoguerita.
:)
Muy bien lo dicho sí. Aunque me parece más distante; muy humano.
Tal como yo lo siento me resulta más divino. Más cálido; menos protocolario.
Es si como por el resultante de la inercia del amor de un Dios creador. Tanto es lo creado así es el creador; y viceversa
Yo no veo que entre lo que Dios crea; y el mismo Dios creador, haya diferencia de entre lo creado como moldeado y su creador como moldeador.
Cuestión de infinita vida que Dios da. Y cómo ésta siendo eterna en el lejano más allá; así es sin medida el cercano más acá.
Siempre es una alegría tener a mi alcance el Internet para leer la Espada de Doble Filo.
Bien dicho: Que Dios nos libre de volver a caer en la esclavitud de los ídolos, no sólo en Europa, síno aquí en America tambien. ¡Que Dios nos Libre!
Cordialmente,
Bea.
Jesús ha sido juzgado y sentenciado por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos con orden –por ahora- de alejamiento.
Según la Agencia de Noticias “Pilla, pilla del presupuesto” ya han llegado a Europa Anás, Caifás, Pilatos, Herodes, acompañados de sus mujeres y partidarios; se les espera en Estrasburgo, para un almuerzo por todo lo alto.
Lo que he querido mostrar es que no todos los que tienen fe o dicen tenerla son libres aunque Cristo nos liberó. Seguro que el porcentaje de pedófilos entre los religiosos es muy inferior al de los laicos. He dicho millares por alarmar. Si son cientos también son muchísimos.
Sí. La libertad que nos da Cristo es de verdad. Es decir, podemos rechazarla cuando queramos y volver a los ídolos. Ya los israelitas recién salidos de Egipto se fabricaron un becerro de oro en cuanto Moisés tardó un poco en volver.
Y no sólo es algo propio de los curas pedófilos. Todos hemos tenido la experiencia de que, si bien Cristo nos ha liberado, podemos volver al pecado y a la esclavitud, ya sea en pequeñas cosas o en asuntos más graves. La escritura lo define de una forma terrible (pero muy apropiada): como el perro que vuelve a comerse su propio vómito.
La pederastia es algo indescriptiblemente repugnante, pero tiene una "ventaja" sobre el nacionalismo: nadie se atreve a confesar públicamente que es pedófilo, sino que lo tiene que esconder y, si le pillan, lo paga. En cambio, el nacionalismo es lo suficientemente difuso como para parecer un ídolo "respetable". Incluso entre algunos católicos. En ese sentido (sólo en ése) es más peligroso.
Saludos.
Siempre me alegro de leer comentarios de lectores tan lejanos geográficamente y tan cercanos en la fe.
Saludos.
Adentro de nosotros tenemos una capacidad tan poderosa de hacer ídolos que podemos hacer un ídolo hasta del cristianismo (visto desde el punto de vista de como uno lo vive). Uno es capaz de hacer la imagen de como tiene que ser un cristiano y querer meterse en ese ídolo a pura fuerza. Hasta que se rompe el ídolo o nos rompemos nosotros. Porque es muy fácil olvidar que vivimos de la gracia de Dios. Cuando uno olvida que adentro de uno siempre vive la capacidad de destruir todo lo bueno que Dios nos ha dado, entonces hacemos un hermoso idolo de nosotros mismos para adorar en lugar de a Dios.
Lo bueno es que cuando Dios viene a nuestra vida: ¡no deja títere con cabeza!
Pero el tema del post es lo de Murcia y la fe laica en ciertas instituciones, como si fueran intocables y no se pudieran criticar.
Es cierto que tener instituciones poniendo orden es mejor que cada uno se tome la justicia por su mano, pero está claro que pueden funcionar fatal y hay que decirlo.
Lo de la estatua del Sagrado Corazón de Murcia, no acabo de entender quién lo ha movido y en qué se basan ni qué remedio tiene, pero aunque se podría consentir su traslado a otro sitio, desde luego que la destruyan ni hablar.
Pero yo diría que también se idolatra el castillo árabe por parte de los que no toleran que haya una imagen del Sagrado Corazón.
Yo tenía entendido que la estatua la volvió a poner Franco, porque habían destruido la imagen en la guerra civil, pero la primera la pusieron en 1926.
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