Con los Benedictinos
Son tiempos harto difíciles para los Hijos de San Benito en España. Sin embargo pocas misas en España son tan edificantes como la que empezará dentro de unos minutos en el Valle de los Caídos, a las 11 y por la que se lleva haciendo campaña desde algunas semanas en defensa de ese maravilloso templo. Porque, ante los ataques y abusos de los césares modernos que abundan en España solo cabe una postura: la de estar con los Benedictinos.
Que el Valle de los Caídos nace de la iniciativa del anterior régimen es innegable. Que algunos dicen que se construyó “por los caídos por Dios y por España", es cierto aunque solo en parte, ya que allí forman la guardia de los luceros también los caídos del bando republicano. El Valle es un símbolo cristiano sin parangón: símbolo de perdón, de reconciliación y de alabanza a Dios.
Querer convertirlo en símbolo de lo que no es, aparte de ser un error garrafal -en unos casos- o flagrante manipulación -en otros- es tener una mirada obtusa. Si creemos la máxima que pronunciaron los mismos labios de nuestro Señor “A Dios lo que es de Dios, y al César lo que es del César“, entonces este templo tiene una sola y única finalidad, que es el culto divino. Los primeros que debemos darnos cuenta de ello somos los que, por nuestra fe que trasciende cualquier ideología, asistimos o hemos asistido a una Misa en este espectacular paraje. Los que no tienen esa fe, deben en cambio comprender que un sitio de culto, aunque lo haya construido Franco, no deja de ser un sitio de culto que trasciende a cuanta persona esté allí enterrada. Stat Crux, dum volvitur orbis. El mundo pasa, la Cruz permanece…
En este contexto, no hay mejor orden que la Benedictina para administrar este templo. Unos monjes con vocación de permanencia en un lugar fijo, trabajando y orando por la Iglesia. Claro, eso de quedarse en un mismo sitio se lo tienen que decir a un amigo mío, Benedictino catalán, que hace más kilómetros al año que un ejecutivo… Pero uno de los signos que los distinguen es este. No es el primer monasterio de esta orden que me fascina. En Francia, Sainte Madeleine du Barroux ha sido la primera gran comunidad benedictina en muchos años, y su éxito, no en poca medida debido a retomar los libros litúrgicos de 1962, ha propiciado un verdadero “boom” de la vida monástica en Francia. No hay más que echarle un vistazo a la web de la incipiente comunidad de Sainte Marie de La Garde.
Me hace gracia cuando uno de los priores de Barroux fue cuestionado sobre la utilidad de la vida monástica. Sin cortarse un pelo dijo “Un moine? Ca ne sert à rien”, “Un monje no sirve para nada”. Un buen zurriagazo al pensamiento utilitarista que a veces también se nos cuela en la Iglesia.
Asimismo digamos “¿El Valle? No sirve para nada”. Quizás así el Gobierno se decida de una vez a olvidarse de él, y su Ministro de Presidencia a pensar en hacer algo útil contra la crisis. Si nuestros gobernantes, por los que tanto se pide en Misa, se dedicaran a resolver nuestros problemas en vez de intentar enfrentar a los que gobiernan, otro gallo cantaría. Por mi lado, solo quiero poder rezar en paz, sin que unos me llamen “fascista” ni otros me llamen “ultracatólico” por ir al Valle de los Caídos a hacer lo que se supone que se va a hacer al ahí. Ni más, ni menos.
Pax et Bonum
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11 comentarios
Pero, a veces, es tan difícil...
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No creo que el resurgimiento benedictino en Francia haya tenido que ver, materialmente, con la recuperación de una determinada Forma del Rito, sino más bien que la recuperación de esa Forma es un síntoma claro de algo, que se puede resumir en:
a.-clara conciencia de CATOLICIDAD, que se hace evidente en todos los signos externos, y no sólo en una adhesión difusa, "de boquilla" y voluntarista a la FE de la Iglesia
b.-recuperación de un LENGUAJE LITÚRGICO por todos comprensible
c.-conciencia de que las iglesias son CASA DE ORACIÓN y no sólo burdel turístico.
d.-respeto por el pueblo creyente, y he aquí el punto más importante.
Tulkas: Lo que más me llama la atención es que esos mismos que decían "hemos acercado la Iglesia al pueblo" tras el Concilio son los primeros en negarles decisión alguna si tiene que ver con Summorum Pontificum. Hay honrosas excepciones, pero la norma... ay, la norma.
Vamos, que hay incluso congregaciones enteras, como penosamente hemos visto, que hipnotizadas por su propio irracional entusiasmo y por lo que Amerio justamente denominó "juvenilización de la Iglesia", dejan el carisma de su fundadora y huyen fumum quaerentes.
A lo que voy: si no eres joven, guapo, listo, sano... no cuentas ni siquiera en la Iglesia. ¡Nadie va a salir a buscarte, nadie va a dejar el convento por ti! No te digo nada si eres anciana, artrósica...
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El otro día vi una imagen que para mí resume paradigmáticamente lo que es la Iglesia. Fue en el monasterio benedictino de Poblet y es tan patética que me ha impactado profundamente, como si me dijera: Ecce Ecclesia huius tempori!.
En Poblet el Tabernáculo no está en el presbiterio, ni tampoco en un lugar lo más digno y relevante posible, sino en una capilla lateral al pie de la iglesia monástica, cerrada con reja y con unos bancos enfrente. En el presbiterio, en el centro, está la sede del abad (¿cómo no? un hombre en el lugar en el que, si acaso, debería estar Dios).
¿Qué había delante del Tabernáculo? Una anciana, con muletas, sola, contemplando el Corazón de Cristo.
¿Qué había en el presbiterio? Un jolgorio de disfraces: una asociación que se hace llamar "Templarios (???!!!) de Castellón", con disfraces y todo, como digo, poniendo una corona de hojas verdes en el sepulcro de Jaime I (pero de oración por el difunto nada, ¡que esas supersticiones ya se sabe!).
Ecce Ecclesia huius tempori: el Señor vuelve al establo, el hombre in loco Dei, contemplándoLE alguna que otra anciana que para nadie vale nada, y en los presbiterios festivales de carnaval.
Miserere nostri, Domine, miserere nostri!!!
http://www.intereconomia.com/blog/cigueena-torre/homilia-misa-ayer-valle
http://www.intereconomia.com/noticias-gaceta/sociedad/intereconomia-tv-confia-publiseis-comercializacion-publicidad
Esto quiere decir que el anuncio de antes y después de retransmisión de la misa desde el Valle de los Caídos, por ejemplo, genera beneficios a una empresa que los invertirá, entre otras cosas en promover el laicismo agresivo y militante o en la defensa activa del aborto. Aunque ya no me sorprenden del todo estas prácticas opusinas de poner el beneficio económico por encima de todo, creí que no se podía llegar a un grado tan grande de cinismo. Me replicarás que tú no eres de la "Obra" y que este asunto no tiene que ver contigo, pero si repasas lo que escribes y dónde lo escribes sabrás por qué te lo digo. No se puede servir a Dios y al dinero.
Nota del B.Agradecería que no nos saliésemos de tema, porque ¿Qué le vamos a hacer desde aquí? Lo único que sé es que ese grupo mediático tenía una relación con Publimedia, y que esa relación terminó. No conozco el mundo de la publicidad como para pensar que hay muchas agencias como Publiseis o Publimedia, que puedan gestionar la considerable cantidad de anuncios que los grandes grupos mediáticos precisan para salir todos los días... Y sí, en manos de sus enemigos están.
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