Los religiosos en el ojo del huracán
Llevo tiempo leyendo sobre un posible divorcio entre la Iglesia oficial y episcopal y las congregaciones religiosas o de vida consagrada. Es decir que los religiosos y las monjas ven a la Iglesia oficial y episcopal alejados de ellos o llevando vidas paralelas, que nunca llegan a encontrarse.
Mi opinión personal es que algo debe haber cuando las quejas no cesan, siempre por escrito de los religiosos, y en privado en boca de curas, laicos y algún obispo.
Pongo un ejemplo. Un religioso jesuita como Norberto Alcover, gran cinéfilo y buena persona, escribe el siguiente artículo que el amable lector puede encontrar pulsando aquí mismo.
Por otra parte, otro religioso escribe otro artículo, que juzgo interesante, pero que no está conectado con Cáritas para nada. Lo firma Javier Poveda, miembro de Escuelas Católicas. Está pinchando aquí.
Mientras, en InfoCatólica leo que el cardenal Maradiaga puede ser el próximo prefecto romano para los religiosos. Este miembro del colegio cardenaliTocio es un salesiano, que ejerce de un buen pastor en su tierra de Honduras. Lo pueden encontrar pulsando aquí mismo.
Sea lo que fuere lo veremos en las próximas semanas. Pero acabo como al comienzo: se impone un diálogo fraterno entre religiosos consagrados y los obispos de cada diócesis y de toda la nación española. En la Iglesia siempre sumar es mejor que restar.
Tomás de la Torre Lendínez
9 comentarios
Dios le bendiga D. Tomás :)
"escuché excelentes ponencias de compañeros y compañeras religiosos/as: deferentes, respetuosas, llenas de un espíritu eclesial enorme, como suele suceder entre nosotros"
¿Porqué el señor jesuita no escribe "compañeros y compañeras religiosos y religiosas: deferentes, respetuosas, llenas de un espíritu eclesial enorme, como suele suceder entre nosotros y nosotras"?. El "nosotros" del final es la muestra de que el masculino sirve como término genérico (el género no es el sexo, es confusión que ha pasado de lo gramatical vulgar a lo político chabacano) o colectivo en español. Este jesuita se ve a sí mismo en "nosotros" y no en "nosotros y nosotras". En cambio a lo largo de su artículo le da por remarcar la diferencia de sexo como si la hubiera. Además, estrictamente, como jesuita, no tiene compañeras religiosas porque los jesuitas son todos varones (no hay "todos y todas las y los jesuitas" ni disparates semántico-formales por el estilo). Las teresianas no son sus compañeras, ni siquiera religiosas. No me voy a meter en el sentido político que haya detrás de esta lexicalización abusiva de estilo sindicalista, esto es una marca de cierta mentalidad y allá con lo que escriban porque es algo muy cargante si uno se pone a hablar de ese modo. En cambio se aguanta por escrito. Lo que no se aguanta es esto:
"la XVII Asamblea Nacional de la CONFER (Confederación Española de Religiosos y Religiosas)"
No señor. CONFER es "Confederación Española de Religiosos". Tienen una página en Internet donde lo pone y es de sentido común. Cualquier español analfabeto entiende que CONFERyR, o sea [conferir], podría ser "Confederación Española de Religiosos y Religiosas" pero no CONFER donde "religiosos" es el término colectivo que en la lengua española, a día de hoy, se toma gramaticalmente del masculino. También pasa en otras lenguas y en las que carecen de esa distinción gramatical, no pasa y la palabra no distingue entre sexos como tampoco lo hace "religiosos" cuya marca no sólo funciona para lo sexual sino para otras distinciones y, en este caso, la marca de sexo queda relegada.
La segunda irritación. El que administra las Escuelas Católicas escribe:
"Con mucha frecuencia las palabras, por el uso, mal uso, o desuso, pierden su significado e identidad… y se quedan reducidas a su significante. En este caso, a lo insignificante…"
Este buen señor no ha entendido bien lo de diferenciar entre significado y significante. Si se acepta esa diferencia como parte de la gramática, las palabras nunca dejan de tener un significado, aparte de algunas (preposiciones, conjunciones, pronombres) que son problemáticas para aplicarles la noción de significado; por otro lado es imposible separar significado y significante, no hay uno sin otro. Tal vez le llama "significado" al control sobre las palabras y hace lo mismo que mucha gente: recurrir a los neologismos para recuperar el control sobre el lenguaje. En los neologismos, parece que uno impone el significado; hoy en día vivimos bajo un vendabal de neologismos. Es un tema muy interesante relacionado con uso técnico y científico pero no me meto. También en este caso hay una cierta mentalidad que se expresa en el manejo de lo gramatica. Lo dejo pasar. Simplemente es irritante.
El tópico es que estamos en lo de siempre. Aquí hay algún asunto interno de la Iglesia Católica que no tiene ninguna solución, es pura representación. La Iglesia tienen docenas de normas, reglas y qué sé yo y, simplemente, no las aplica. Es imposible que este lío de los monjes y monjas (las órdenes monásticas antes de ser "los religiosos") haya llegado tan lejos sin el consentimiento de la Iglesia. Tal vez sea parte de una antigua estrategia que no salió bien y tal vez la cambien algún día, tal vez eliminando las órdenes monásticas, yo no lo sé. Este jesuita sabe perfectamente que todo es un juego y conoce muy bien las reglas, véase:
"Estoy hasta las narices de falta de respeto y de pecados contra la más elemental caridad, como si fuéramos miembros espurios de la Santa Iglesia."
después de hacerse el pardillo y el buenazo salta la fiera que lleva dentro y acusa a "la jerarquía" de pecar contra los "débiles". Un poco más y suelta la "teología" tal como se conoce en el periodismo, la forma religiosa anti-jerarquía y pro-Jesús que suele mostrar y mantener el periodismo progre dominante; por algún sitio habla de un "hiperconservador"
"que solamente envidian de nosotros la libertad de espíritu y el permanecer en las fronteras de la relación entre la Fe y la Cultura civil"
Un chistecillo. No va a pasar nada, no hay huracanes. Esta gente tiene tomada la medida de lo que hacen y no saben hacer otra cosa. Por cierto, el sustantivo para "libertad de espíritu" es "librepensador", es un término sinónimo de "liberal" tal como se explica esta palabra en ciertos ámbitos católicos, una palabra odiosa y un insulto que reúne cosas terribles. El librepensador reclamaba la autonomía de la razón frente a los dogmas religiosos y, en el terreno emotivo, los sentimientos y eso, reclamaba la "libertad de espíritu". No es importante pero es gracioso que un monje le diga a un cura que le envidia por ser "liberal". ¿Es una broma?.
Para terminar una perla envenenada del jesuita:
"nuestra forma de vida, [...] ni se la acepta ni se asume que uno de sus rasgos es el de ser profética en el conjunto de las realidades eclesiales"
Es como si el jesuita le dijese al otro: chínchate porque al final nuestra Iglesia o "forma de vida" se impondrá a la tuya, pedazo de hiperconservador que ni tienes libertad de espíritu ni estás en la frontera de la fé ni nada.
Ya me cansar asistir a este juego más que visto, el que quiera seguir tiene docenas de frasecitas malévolas del jesuita que sirven como el catálogo de su pensamiento y su acción. Menudos "compañeros y compañeras". Menudas compañías y Compañías.
Sucede, también, con las vocaciones: la vida religiosa, por lo general, desconfía de la vida secular, diocesana, propiamente dicha. A veces es por motivos legítimos: relajamiento, laxismo moral, etc. Es cierto que la vida religiosa es más perfecta en su estado, sobre todo la de los religiosos contemplativos, pero ello no inhabilita a los sacerdotes seculares que viven, sin votos, una vida de entrega plena, radical, peregrinando a la santidad aun con todo lo que significa la vida parroquial. Habrá que rezar, pues, para que todos tengamos sentido de unión, estamos en la misma Barca, con el sucesor de Pedro a la cabeza. Saludos desde Chile.
En el uso del jesuita se emplea el término "compañeros" que es de estirpe sindicalista y socialista. Es un término colectivo e igualatorio. El mismo Stalin, el mismo dictador, podía presentarse y llamar "compañeros" a todos y pobre del que no lo fuese. Stalin era un compañero de los que se inclinaban ante él. Todos compañeros. El jesuita emplea la palabra en el uso sindical. Él se inventa un colectivo específico que incluye a los religiosos y religiosas. No hay ninguna disposición que permita reunirles en un grupo con intereses y conductas comunes. Todos los religiosos no son iguales ni responden a lo mismo pero aquí se pretende que sí, que hay una especie de grupo donde están metidos misioneros, contemplativos, hospitalarios, etc. y que eso es una forma de Iglesia, la profética. Además presume de los servicios a la Iglesia que han hecho los compañeros religiosos y religiosas, estaría bien que los detallase para ver qué clase de servicios han sido. Todos podríamos decir algo de los servicios de los compañeros y compañeras religiosos y habría que discutir a quién han servido, por ejemplo al nacionalismo y otros -ismos (como "socialismo") les han servido muy bien y han sacado buen dinerito con tanta servidumbre secular. Yo no voy a explicar casos, espero que el jesuita los detalle, sólo diré que hay un colegio corazonista por donde suelo pasar y antes, en una valla publicitaria, había una cruz, ahora hay un poste con un pájaro que vuela a lo lejos. Es, más o menos, una cruz, y debajo unas fotos de niños felices junto a lemas como "educación en valores", "integración académica" y cosas así, las cambian cada año lo cual no se puede hacer con las palabras con tanto descaro. Reitero que los compañeros no podrían haber hecho tanto sin alguna estrategia general y éllos reclaman que han hecho un servicio a la Iglesia y quieren reconocimiento. Pues nada, por mí que se lo den, desde donde yo veo y trato a la Iglesia, este tipo de compañeros religiosos es la "clase dominante" y no me extranaría su triunfo final, incluso sería lógico. No le quito la ilusión a los compañeros y, además, yo no pinto nada en esta cuestión pero no me trago ciertas cosas y tampoco me las tragaba cuando los compañeros, hace años, me les enseñaban en el Bachillerato concertado, cosas como la maldad de los Estados Unidos y otras delicadezas político-sociales muy "comprometidas".
Si el sentido del jesuita funciona bien, de momento los compañeros son los que él incluye sin pedirles permiso. Los curas no son compañeros pero si sus tesis se imponen -es lo que espera el profeta jesuita y no se corta en profetizarlo- habrá que hablar del Papa compañero y los compañeros cardenales. No es una cosa grave porque ya se ha visto que nada impide ser "compañero" y tener el poder absoluto.
Yo no sé nada de traducciones engañosas. Si las hay, que se pongan un par de ejemplos en este blog. No se puede abusar de tanta referencia en el vacío ni de poner enlaces con aquí, aquí y aquí. ¿Qué hay en tanto aquí?. Las palabras no son "aquí". El caso es que aquí, en los comentarios de este blog, se habla del bueno de Don Tomás que deja espacio a las voces diferentes y, a la vez, la chulería de no asustarse ante los enemigos de la "vida" (la consagrada) y el aviso de que sabemos quiénes son. He aquí la jerga de los compañeros y les funciona bien. Qué bueno es usted, Don Tomás, compañero, y qué malos los otros, los envidiosos, los que engañan. En fin, así cambian las palabras, hace años se hablaba de la religión y espero que algún día sólo se diga el compañerismo. Para empezar, según ese profeta que cuenta en el periodismo sus líos con la jerarquía, los religiosos por antonomasia son los compañeros. A partir de ahí toda religión puede ser la compañía. ¿Porqué no?, una cosa es ser profeta y otra es poner la palabra adecuada, lo segundo es mucho más difícil, las palabras resbalan. Hay quien se pasa la vida (la no consagrada) y no la encuentra.
En el discurso citado del Papa, el Santo Padre utiliza el"indicativo" italiano -cercate=buscáis- que, en efecto, tiene la misma forma del imperativo -cercate=buscad-. Sólo que en el mismo párrafo -quien sabe si para sanar el posible equívoco de traductores- una vez antepone el artículo -lo cercate=lo buscáis- demostrando que es indicativo y nunca imperativo -en cuyo caso habría de ser 'cercatelo=buscadlo'-. Obviamente traducir en unaforma verbal u otra cambia radicalmente el sentido del discurso, se manipula las palabras del Papa y se aprovecha para atacar lo mal que está la vida consagrada... Y ZENIT sigue el juego, demostrando que sus traducciones no son de fiar y añadiendo en la explicación, para mayor descrédito, que "entre sus traductores no hay religiosos"... por lo que parece tampoco expertos. de nuevo, Gracias, Don Tomás, sí.
Y conste que sólo hablo del asunto al que me refiero aquí -sufuicientemente importante, creo-, y no a otras cuestiones de las que usted también habla.
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