Microfeminismos eclesiales
Desde hace tiempo se viene usando un término ideológico y represivo que va ocupando primeras posiciones en el diccionario de la neolengua políticamente correcta, el micromachismo. Como parte de la narrativa feminista de género (el único feminismo que existe actualmente), se debe inculcar a la sociedad la idea de que la violencia, la imposición, el abuso, vienen siempre del varón. Esta pretendida característica masculina se manifiesta a través de pequeños gestos que, vistos a través del prisma feminista, se convierten en signos de esta dominación viril perpetua. Hace un par de días me enteraba, por ejemplo, de que cuando me rasco la barba (normalmente porque me pica), en realidad estoy remarcando mi virilidad como elemento diferenciador con la mujer, lo que constituye, en esencia, un micromachismo.