La fidelidad a Cristo y el sentido de la Navidad
Por dos mil años, el Padre, a través de unas cuantas personas, preparó a su pueblo para el nacimiento del Hijo.
Dos mil años después de que dicho acontecimiento cambió la historia de la humanidad, también a través de unos cuantos, el Padre preserva la memoria y su significado.
Nunca han sido muchos los que, de una generación a otra, transmiten el verdadero significado del plan de salvación de Dios a los hombres.
Desde Moisés hasta nuestros días, menos ahora que entonces, ha existido infidelidad a dicho plan no solo de parte de a quienes Dios ha encomendado la tarea de confirmarnos en sus caminos sino de la multitud que los sigue.
A lo largo de la historia, muchos de sus líderes y la mayoría del pueblo, no ha sabido contar con la gracia para guardar su fidelidad.
Como bien dijo alguien por ahí: - “Siempre han existido quienes prefieren venerar al becerro de oro”.
Efectivamente, desde Moisés han existido suficientes becerros de oro y multitudes que los veneran. No es cosa de antaño o de nuestros días.
Por eso se puede decir que, dentro de la totalidad de los creyentes en el Dios único y verdadero, desde tiempo lejano, ha existido un grupo dentro de otro, uno de los cuales se ha mantenido fiel.
Sin duda la historia respalda la afirmación de que el grupo fiel crece o decrece según las circunstancias históricas.
Al respecto, Papa emérito Benedicto XVI anticipó que, incluso, en el porvenir se reduciría al mínimo y, que de allí, nacería de nuevo la Iglesia.
El caso es que el grupo fiel, no sin arduo trabajo, ha llegado a comprender que la fidelidad es un don que se ha de conservar con ayuda de la gracia.
Es por eso que se puede decir sin equivocación que la fidelidad es necesaria no solo para la propia salvación sino la de muchos ya que se les ha dado –precisamente- para cumplir con el encargo de transmitir la Verdad de una generación a otra.
Es por todo esto que, pese a las circunstancias, todavía se puede hallar quien felicite para Navidad comprendiendo lo que significa:
“¡Feliz Navidad! Qué bello decírselo a quien realmente lo entiende y lo vive. Las palabras cobran su verdadero sentido” Elluany Rojas Madrigal
¡Feliz Navidad, queridos lectores!