21.11.24

El Venerable Cabildo Metropolitano, custodio de la Belleza, la Bondad y la Verdad.

De un tiempo para acá se ha visto la fuerte presencia en la vida de fe del pueblo del Santuario Nacional Catedral Metropolitana, San José, Costa Rica. 

Porque, no es que deba ser, solamente “presencia”, porque “presente” se puede estar estando ausente; me refiero a presencia de lo Bello, Verdadero y Bueno. Auténtica presencia de la Gracia.

Lo primero que llamó la atención fue la firme y constante eficiencia en la comunicación que fue evidente desde que se dio a conocer la conformación del Venerable Cabildo Metropolitano, encargado de las funciones litúrgicas más importantes de la Catedral.

Como diría el padre V.H. Munguía “Qué señores tan campeones!”.

Se han propuesto recurrir a mucha de la riqueza litúrgica de la Iglesia, casi olvidada, dándola a conocer, lo que se agradece y, a la vez, se “celebra”!

Se agradece infinitamente que pongan el ejemplo en ofrecer el Sacramento de la Reconciliación durante todo el día y toda la semana. Encuentro preciosa, jubilosa, la fila que hacemos sentados aguardando la oportunidad de arrodillarnos delante de la “persona Christi” para vaciar lo que nos oprime el alma.

Digo, que si un sacerdote es capaz de estar sentado horas de horas confesando y solo ponerse de pie para celebrar misa, digo que ese sacerdote es algo muy digno de ver, y de acompañar, y de agradecer a Dios, y de rogar por su alma que cuida de las nuestras.

El querido padre Munguía, es uno de los canónigos y también fue mi profesor de Sagrada Escritura sobre la que se preparó en Europa. Un domingo, saliendo de misa 8am en el centro de san José, me lo encontré al doblar una esquina. Sorprendida la pregunté: “Ay, padrecito! Qué anda haciendo por aquí tan temprano un domingo?” Me dijo: “Mijita, no ve que vengo de dar misa en la Catedral y voy corriendo a la casa a desayunar?”

“Pues, que le aproveche!”, respondí y nos despedimos con gran afecto.

Qué cosa tan profundamente conmovedora es encontrarse a un sacerdote como los descritos corriendo de aquí para allá, únicamente, por el bien de tu alma.  “Habrase visto mayor belleza?”

Tan bello, verdadero y bueno como la vez que, para hacer la fila para la confesión en la Catedral, me dice el guarda que “dijo el padre Germán que no va a confesar más".

Me volví al padre y le hice quien sabe qué cara de modo que me hizo un gesto con la mano para que me aproximara.

-“Mijita, cómo va a ser que venga usted a confesarse y haga berrinche?”, me dijo.

-“Pero, padrecito, no ve que –por lo mismo- es que más lo necesito!. No ve que me robé un gato!”,

-“Avemaría! Y por qué hizo usted semejante cosa?”, reaccionó el padre.

-“No ve que al gatito estaba sufriendo porque lo tenían mal cuidado en la casa del vecino y yo, va de decirle y decirle al muchacho que lo cuidara pero, nada que me hacía caso, entonces, alguien buscaba un gatito para la hijita y, fue cuando – estando desprevenido- lo agarré y lo regalé.

Estoy muy arrepentida, no haya sido que le quité al muchacho un medio de santificación con ese gato. Lo peor es que no sé cómo lo voy a enmendar”

El padre no sabía si reír o llorar. Yo tenía tanta vergüenza. Pero, igual, me corrigió y me ordenó penitencia, dándome la absolución.

Me fui tan feliz.

Estos son dos de los canónigos del Santuario Nacional al que quisiera que muchos se acercaran. Sobre todo aquellos jóvenes que se vieron privados de la celebración de la misa tridentina ya que en la Catedral y de manos de “personas Christi” hallarán todo lo que necesitan y más. Mucho más.

Sea Dios bendito!

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Si quieren conocer más sobre el Santuario Nacional Catedral Metropolitana hagan click en el enlace.

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Notal al margen: En Costa Rica, un grupo de diputados han presentado un proyecto de ley que atenta con el sigilo sacramental. De verguenza y compasión que algunos se llaman a si mismos “católicos", pero no sorprende ya que, así estamos. Ahora bien, los Obispos se han dado a la tarea de informar al pueblo y lo vienen haciendo de manera impecable. Pedimos sus oraciones para ellos para que puedan cumplir con esa dura tarea. 

13.11.24

Umbral de la Gracia

Sinceramente, a como es el mundo, no creo que a muchos les pudiera interesar lo que escriba una señora de mi edad acerca de Dios o de nada.

Aprendí a escribir a los cinco años, la primera iniciativa fue escribir poemas a Dios, a María, a Jesús y a José. Después, escribí poemas a mis seres queridos, hasta que empecé a dibujar. Y así fue como dibujé y dibujé hasta el día de hoy.

Ahora bien, les decía que no logro explicarme el para qué tengo un blog en Infocatólica; pues, me digo que –si para escribir lo que escribo me lo ha dado Dios- como dije, mejor lo sigo haciendo.

Otra pregunta que ronda en mi cabeza hace tiempo es, para qué Dios me ha hecho experimentar variadas miserias de los consagrados; “Es raro” -me digo- “no debe ser común que una persona cualquiera como yo haya tenido tan diversas experiencias de personas dedicadas a Dios. O, quizá lo sea, no sé”.

Y no es para sacar a la luz los hechos que lo digo, sino para resalta  el que, cuando caí en la cuenta y, sin que nadie me lo dijera, empecé a rezar por los ellos. Gran parte de lo que pido a Dios es amor para amarlos sinceramente.

Cuando sobreviene el recuerdo de alguna experiencia desagradable, se me vuelve a desgarrar el alma.

Analizo el dolor detenidamente, no vaya a ser que solo se trate de mi ego humillado, que –de hecho- muchas veces se ha tratado solo de eso; sin embargo, rápido se me quita al mirar mi alma, que nunca ha sido mejor que la de ninguna persona.

Ni mi alma lo ha sido ni la  situación eclesial han sido nunca lo que, en nuestro corto entendimiento, hubiésemos esperado.. Y, como el conjunto resulta desolador, mejor se lo confiamos a Dios que permite lo que permite.

Además, sabe Dios cuántas y diversas circunstancias pudieron haber dado con lo que cada uno de nosotros es en este momento.  Con lo que es ahora la Iglesia.

Por eso, es de agradecer a Dios que nos regale espíritu de arrepentimiento y perdón hacia nosotros mismo y los demás, particularmente hacia quienes nos hacen sufrir ya que, el sufrimiento, en sí mismo, es un don grandísimo.  

Contándole a mi hermano un día algo desagradable que me sucedió con un arzobispo y de lo después, se sirvió Dios para algo bueno, me decía: “Madre superiora (así me llama por cariño), qué cosa puede haber mejor que su dolor haya servido a Dios para distribuir su gracia?

Toda la razón.

Me parece correcto concluir que el umbral que atraviesa la Gracia para llegar a los sacerdotes por los que imploramos, sea ese incomensurable dolor; el que, habiéndolo unido al de Nuestro Señor Jesucristo, se convierte en medio o instrumento de la Gracia.

Quiere decir que, entonces, está bien que mucha de nuestra oración del día, sea implorando bienaventuranzas para los ellas.

“Oh, Jesús, mi buen Jesús: Dame amarte y amarlos cada día más y perdona nuestros pecados”.

Como dije al principio, no sé si algo de todo esto puede interesar a nadie pero igual, lo escribo; no vaya a ser que alguien necesite leerlo y yo, por escrúpulos, haya dejado de hacerlo.

6.11.24

En cuanto lo vi, me pareció un arcángel.

En cuanto lo vi, me pareció un arcángel.

Entonces, mi imaginación siguió su curso: “Qué tal si a Dios se le haya ocurrido mandarnos arcángeles que fungieran como sacerdotes para que, sin defecto alguno, nos evangelizaran?”

Me refiero a que Dios, bien podría recurrir a un instrumento de este tipo para asegurarse que no lo echáramos todo a perder.

Por supuesto, ni los arcángeles sabrían que lo son. Ellos nacerían de mujer y crecerían como niños aunque, probablemente, lo harían en familias elegidas, como para reducir el riesgo.

Me doy cuenta que estaba en misa mientras pensaba en todo esto pero, es que… esto de los “arca-sacerdotes” sería una buena ayuda al desastre que, sin ayuda de nadie, logramos producir.  

En fin… el padre Juan (ahora sí, me refiero al sacerdote que presidía la celebración) no me decepcionó.

Si fuera un arcángel, se podría afirmar que su enseñanza es completa y veraz.  En la comunicación de la Palabra de Dios nos hace llegar la gracia, y no solo con la Palabra, con las homilías, las confesiones, y hasta con su rostro hace referencia al eterno y sumo sacerdote: “santo, inocente, inmaculado, separado de los pecadores y elevado por encima de los cielos”; tal como dice Pablo a los Hebreos el pasado domingo XXI TO

Aparte de su estatura, que me imagino yo, solo un arcángel podría tener un cuerpo, brazos y piernas tan largos como para que dieran sustento a las grandiosas alas con las que son creados.

Mi considero dichosa por conocer al padre Juan y demás sacerdotes de su congregación. Recién llegaron a mi parroquia y los considero una gracia. Como tantas que recibo sin merecer.

De toda la vida me ha llamado la atención sobre qué será esta forma creativa que tengo para reflexionar y decirme ciertas cosas. Desde que tengo memoria, me lo vengo preguntando. Qué será lo que Dios me ha dado que salgo con estas ideas en cualquier momento y sin razón?

He leído recientemente de nuevas hipótesis y pruebas de laboratorio que pretenden demostrar que existe un proceso de pensamiento llamado “divergente” que resulta ser “el que abre las antenas y trae de fuera (estímulos, imágenes, sensaciones, etcétera) para crear algo nuevo. Es un pensamiento de búsqueda, como de rastreo que se mueve en varias direcciones”. La persona que lo posee, además de ser creativa, tiene sentido del humor, es alegre y optimista desde la niñez. Le molestan los ruidos fuertes y los tumultos.  

Precisamente, ¡mi vivo retrato!

Pero, de qué sirve darse cuenta? Sirve de mucho. Primero, para agradecer a Dios, segundo, para comprender las razones por las que a veces nos fue bien pero, también mal, tratándose de relaciones en el estudio y trabajo.

Es muy útil también para aquellos que sean tutores de niños con estas características ya que, de esta manera, los podrán cuidar mejor.

Mi abuela Merce, la materna, nos contaba la historia de la vez que, habiendo enviudado, estaba en el puerto para tomar el barco hacia Estados Unidos con los hijos más pequeños, cuando se le presentó un caballero que tuvo la gentileza de orientarla durante el proceso previo al embarque.

Abuela nos contaba que le había llamado la atención su solicitud y más aún cuando, después de despedirse, alejándose vio que llevaba sandalias doradas en lugar de zapatos. Abuela estaba convencida de que Dios le había mandado un ángel y así nos lo contaba a los nietos.

De abuela y su mamá, abuela Merce, me llegó la fe y quizá también el “pensamiento divergente” que me resulta tan efectivo y agradable para continuar amando y pensando en Dios. Sea bendito.

 

 

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NOTA: Soy la primera en pensar acerca de cuál fue la intención de Dios dándome un blog en Infocatólica. Todavía no doy con la razón, por mientras, mejor escribo no sea que nada más que para eso me lo dió. Sea bendito. 

 

 

 

 

 

28.10.24

La Gracia nos hace dichosos

Nunca hemos sido gente de fiar. Unos más, otros menos, pero pocos –poquísimos- se han librado de infidelidad.

Gran consuelo es conocer la gran paciencia que ha tenido Dios con el Pueblo de Israel. La ha tenido nada más porque, siendo Dios, no pierde la Esperanza; pero, hasta eso, a nosotros debe darnos ambas para que, por lo menos un poquito, nuestra flaca voluntad pueda colaborar con él.

Me figuro que en tiempo de la Anunciación y, desde hacía mucho, había quedado lo que ahora solemos llamar “un resto fiel”. Santa María, familia y amigos, han de haber sido de los pocos, poquísimos, que –con Esperanza- se conservaron, no sin suma dificultad, en fidelidad a Dios.

No tener internet ni tanta facilidad para estarse enterando de la abundancia de infidelidad que los circundaba, fue una bendición; al menos, una circunstancia favorable al don de Dios.

Podían seguir siendo fieles rodeados de familia, amigos y otros seres queridos, y a la vez, mantenerse al margen –en lo que se podía- de cuanta violencia en contra de su fe podría haber existido. Y, sin embargo, la suya fue una circunstancia siempre hostil a los asuntos de Dios. Ya hemos conocido un poco de eso. Nada que envidiarnos.

Medito en todo esto, y -aunque lo hago bastante superficialmente- debido a que, en lo que va de la presente década, vengo necesitando con mayor frecuencia sólidas referencias que me auxilien a pisar fuerte y seguro.

Primero que todo, una vida en estado de gracia, es lo único que es de mayor firmeza. Ella no falla, pero nosotros lo hacemos, por eso,  cuando sucede, conviene un buen examen de conciencia y un buen confesor.

También, oración, lecturas sanas y obras de misericordia o, quizá tan solo, apoyarse en el deber cumplido, así sea el de estar enfermo o, tal vez, nada más alejado de aquello por lo que sentimos afecto.  

Un alma que busca amar a Dios cada día más, como bien pudieron haber sido Joaquín y Santa Ana e Isabel y Zacarías; un alma bien fundamentada en la gracia de ese deseo, es regalada con lo necesario, así sea que se encuentre de ermitaño o en un claustro o en cama.

Así que, no vale echar la culpa a nadie de lo que sucede. Es válido tratar de explicárselo a uno mismo pero no de hacer juicios y culpar. Así pueda estarse cayendo el mundo, desmoronándose la Iglesia, desaparecidas casi todas las referencias sólidas, un alma que desea amar a Dios, no flaqueará, aunque sufra, aunque le duela, aunque padezca, y aunque esté sola o parezca estarlo.

La Gracia, la vida en estado de Gracia, es lo que nos hace dichosos.
Porque si, somos bienaventurados!

Solo procure el alma vivir intensamente pidiendo a  Jesús amarle cada día más. Al modo de Santa María. 

Nunca hemos sido gente de fiar pero la Gracia nos hace dichosos en medio de la adversidad.

6.01.24

El corazón de Dios no es de marshmallow con caramelo | Reyes 2024

Papa Benedicto decía que ser cristiano no es una idea sino el encuentro con un acontecimiento. Así como sucede en Epifanía!

El acontecimiento es la Luz que nace de lo alto!

El acontecimiento no es la estrella sino el tesoro al que fueron guiados los Reyes que bien sabían que, aunque pequeño, contenía todo el Bien.

De ese encuentro es que nace la fe y el Bautismo concede la Gracia para comprender que ahora Dios tiene un corazón de carne y sangre, no de marshmallow con caramelo, como muchos prefieren pensar.

En este día de Reyes 2024, el Señor se acordó de mí (como siempre) y me dejó despertar para ver la aurora y hablar como lo hacemos a esa hora. A Dios le encanta que le diga las primeras estrofas del Te deum y a mí me encanta que me las inspire porque me llena de luz y de belleza la gran certeza de un Dios eterno.

Que me despertara a esa hora, quiere decir que dormí un poquito más de lo que he venido durmiendo desde hace un mes en el que este cuerpo se ha venido comportando como le da la gana, sin hacer caso de mí, ni de médicos o medicamentos. En fin… que dormí unas horas más y desperté alegre y agradecida, como si abriera los ojos en el mismo cielo.

Algunos pensarán que un bloguero quizá no debería involucrar sus asuntos personales en lo que escribe pero yo no sabría cómo dejar de hacerlo si todo lo que soy, hago y pienso, gira en torno a esta atracción loca que tengo por Dios desde que me acuerdo.

Como no respiro más que a Dios, es que se abren los alveólos dejando pasar a mis pulmones el aire que lleva oxígeno a mi cerebro. Sea bendito! Respiro a Dios, literalmente, y lo se por la dificultad que tengo para respirar desde muy pequeña. Cuando deje de respirarLo sabré que he muerto. Sea bendito también!

De todo este acontecimiento que es Dios en mi vida, es de donde me sale la seguridad para decir ciertas cosas aun cuando no poseo autoridad. Lo hago, ya que la Gracia me capacita, sin saber yo cómo, ni por qué, lo importante es el para qué. 

Por eso, lo que diré en Día de Reyes 2024, se trata de lo siguiente:

Por lo que ha venido sucediendo desde papa Francisco hasta monseñor Fernández, es que nos damos cuenta que para algunos, Dios es una idea en lugar de un acontecimiento.

Tan idea es que estructuran la fe y “lo pastoral” como si fuera el programa de una organización. Tan es así que, se especializan en aspectos secundarios, dejando de lado lo esencial.  Como, por ejemplo, Jesucristo y la vida de la Gracia.

Tan es así que, ante lo que lo que predican, tan solo háganse la pregunta: “Dónde está la Gracia de Dios en el discurso (por no decir Jesucristo, ya que del todo no estará) y dónde la protección del medio ambiente? Con la respuesta que obtengan comprenderán lo que diré a continuación.

Los que así predican presentan conducta sectaria, es la característica principal de las sectas: colocar lo secundario sobre lo esencial.

Dicho lo anterior será más fácil juzgar lo que digan y hagan y discernir a qué se le debe prestar atención y a qué, definitivamente, no. 

Muchos no comprenden “por qué” Dios nos pone en una situación de inseguridad tan grave pero la pregunta correcta es “para qué” (eso lo aprendí de san Juan Pablo II).

Para que seamos testigos de estos son días de Gracia en los que veremos la gloria de Dios manifestarse en quienes son verdaderamente suyos: abran los ojos a lo que vean brillar, miren a lasfamilias numerosas, las vocaciones, a los magníficos obispos y presbíteros, a los misioneros, predicadores, cuenten a los vecinos amorosos, observen a los familiares sacrificados, a los excelentes amigos, etc. Deténganse a mirar su propia mente y corazón para saber cuánto aman a Dios y le están agradecidos. Todo es Gracia a la que nadie puede opacar por más torpe sea su teología. 

Observen también que muchos se lo están pidiendo a Monseñor Fernández, que  retire del Magisterio el “Fiducia” documento. El que, a mi entender, viene siendo poco menos que basura ya que las bendiciones pastorales son tan solo un aplauso humano a una relación o persona que no sabe, no quiere o puede dejar de conducirse de cierta forma. Entonces? Qué es lo que se bendice? Se bendice a una persona o pareja que toma malas decisiones. Los conducen al encuentro que tuvieron los Reyes?  Monseñor Fernández no lo hace ni en un solo renglon del documento. 

Ni la persona, ni la pareja estarán recibiendo nada que no sea humano cuando lo que necesitan es lo divino, para verdaderamente vivir. Así es la Soberbia, piensa que bendiciendo, equipara a Dios en su don.

Dicho esto, es también fácil comprender el daño que hace la mala teología; ahora lo sabemos gracias a las mencionadas personas. Basta con deternerse a mirar el abismo entre los últimos prefectos del Dicasterio para la fe y el actual. 

Por eso es que tal vez llegaremos a ver orientaciones parstorales para cada pecado que nos convierte en “irregulares” y necesitados de aceptación; quizá los siguientes  en ser bendecidos sean los golosos. Así va la teología en Roma que algunos aplauden. 

El otro día un sacerdote me dijo que confiaba más en la teología del Papa Francisco que en la del Cardenal Müller. Qué le respondí? Le dije: “Estimado padre, significa mucho lo que está diciendo, espero que se dé cuenta ya que significa que usted da su adhesión a una iglesia nueva, no a la de Jesucristo”. Ahí terminó la conversación, por supuesto.

Por otro lado, hay muchos que dicen que Infocatólica no se debe leer, pero lo dicen porque aquí cada uno está por preservar de los hechos, la Verdad. Y por supuesto, la Verdad –cuando se la evita persistentemente- se presenta temible.

De más de diez años que tengo de publicar aquí, ni una sola vez alguno ha dicho algo que no sea verdadero, tan verdadero como el encuentro el día de Epifanía. 

Desde entonces nos guía el Señor por este camino al cielo; tan arduo a veces y a la vez tan feliz. Tan felicísimo que quiere a veces uno llorar, sobre todo después de alguna pena enorme de la que te ha sacado con bien o, incluso, dentro de la pena que estás viviendo con alegría, sin saber cómo o por qué.

Así es nuestro Dios, porque es nuestro y nosotros suyos.

Que se cuiden los cardenales ya que el entuerto lo provocaron en el momento en que no investigaron a quien eligieron al pontificado. 

Que se cuiden los obispos que con el silencio pretenden conservar una unidad que no existe, en lugar de abrir la boca para entendamos ante quien inclinar la cabeza.

Que se cuiden, ya que Dios tiene corazón de carne y sangre que grita ¡Justicia! antes de ejercer Misericordia.

Conozco presbíteros que hablan de Justicia y Misericordia sin ningún temor y nadie se escandaliza, lo único que sucede es que más y más bautizados quieren seguir a su lado porque saben ante Quién están.

Es la gracia que obra de ese manera. El Espíritu de Dios que nos guía.Que no es el mismo espíritu del que algunos afirmaron haber escuchado dentro del sínodo sobre sinodalidad.

Sinodalidad que predican pero no practican porque para el “Fiducia” no consultaron a los obispos, ni a las iglesias orientales, o las ortodoxas. No recordaron la lucha de los obispos africanos en contra de la ideología de género. Ni tampoco escucharon al pueblo de Dios. Ni siquiera escucharon a los involucrados ya que nadie ve multitudes en situación irregular pidiendo redención. No escucharon ninguna otra cosa más que las propias ideas (sectarias).

El corazón de Dios ahora es de carne y sangre así que sabrá perdonar o no. Según sea el caso. 

Feliz Día en que la Luz de lo Alto se manifestó ante nosotros, poca cosa, como somos. 

                                                         - O -

“No se comienza a ser cristiano por una decisión ética o una gran idea, sino por el encuentro con un acontecimiento, con una Persona, que da un nuevo horizonte a la vida y, con ello, una orientación decisiva.”
Benedicto XVI en Deus Caritas est