"Pedro hizo un camino humano. Es igual para nosotros".
“El ejemplo de Pedro es impresionante. Él decidió seguir, se equivocó muchas veces, volvió a caer, dijo de todo, Jesús le reprendió como a ningún otro, pero al final: «¿Me amas?». ¿Cuál fue el milagro? Cristo había entrado hasta la médula en Pedro: «Mira, Señor, no sé cómo, pero toda mi simpatía humana es para ti, toda mi vibración humana es para ti, sabes que te amo. Hasta tal punto tu presencia se ha hecho una conmigo, que no puedo dejar de decir: “Te quiero”, aunque dentro de cinco minutos pueda traicionarte otra vez».