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12.11.16

Trump: ¿realismo o ficción?

La historia demuestra que los líderes mundiales que fracasan son aquellos que, dentro de la ficción que es para ellos la realidad, anteponen sus propias ideas al bien común. Barack Obama ha sido uno de ellos y Hillary Clinton también lo es. Otros muchos existieron, existen y habrán de existir.

Qué pasará con Trump?

Sin ser ni remotamente un experto, me atreveré a adelantar que con Trump pasará que, con el pasar del tiempo, nos daremos cuenta que no era el hombre peligroso que algunos se figuraban pero tampoco la promesa tan esperada respecto la defensa de la vida humana y la libertad religiosa.

Por qué?

Porque Donald Trump siempre elegirá aliarse con aquellos acerca de los que su intuición para los negocios y sus analistas le aseguren el éxito en sus gestiones.

En este momento podría estar considerando nuevas alianzas con católicos y evangélicos quienes, definitivamente, le han dado su voto; en otro momento podrían ser militares, personas influyentes de una u otra tendencia y hasta los medios de comunicación.

Nunca se sabrá lo que pasa por su cabeza sino hasta el momento en que lance el zarpazo final con el cual obtendrá lo que se ha propuesto ya que todas sus actuaciones parecen un montaje con el cual confundir a quienes considera adversarios; tampoco tendrá reparo en confundir a sus aliados si es lo que necesitara para lograr lo que se propone.

Pese al espectáculo del cual elige rodearse, Donald Trump demuestra ser una persona realista.

Sin duda su mayor destreza constituye obtener de la realidad la mayor cantidad de variables de las cuales seleccionar aquellas que le aseguren el éxito; así fue como, entre otros, eligió las variables de la libertad religiosa y la defensa de la vida humana. 

La novedad será verlo ejercitarce en obtener ganancia, ya no solo para su propio beneficio, sino para el de los demás ya que, mientras lo consiga, podrá alardear de ser un magnífico hombre de negocios lo cual -está demostrado- constituye para Trump lo único importante.

Casi que podría asegurar que cederá en más de una ocasión con tal de no ver deteriorada su buena reputación como gerente.

Ya el tiempo dirá si el famoso magnate es un hombre capaz de anteponer el bien común a sus propias ideas con lo que sabremos si para la vida humana y la libertad religiosa se ha abierto un camino de esperanza. 

En fin, como no solo no soy un experto si no que nunca bastará con que lo diga, lo más sensato será dejar al tiempo la respuesta definitiva acerca de si la persona del tal Donald Trump es realismo o mera ficción. 

Nosotros, a seguir orando, alabando y dando gracias por la realidad que nos ha tocado vivir ya que «En el modo que tenemos de vivir las circunstancias, decimos ante todos, quién es Cristo para nosotros» Luigi Giussani

(Esto último, parece mentira, pese a que es lo más realista de todo lo que siempre digo, no parece calar suficientemente hondo) 

7.10.14

Ante la realidad: abrirse con franqueza y humildad

 

“Estamos hechos para algo más grande que el otro” decía en una entrevista don Julián Carrón, presidente de Comunión y Liberación.

Es el tipo de conclusiones a las que se llega de forma tan simple como sería al estar consigo mismo en silencio con la mirada absorta en aquello que nos arrebata el corazón como sería la belleza del paisaje, tu hijo jugando sobre la arena de la playa, tu mujer concentrada preparando con cariño lo que a su familia habrá de deleitar, tu marido haciendo su mejor esfuerzo por reparar la pata de la mesa del comedor; tantas cosas de las que la vida está llena que nos roban el corazón.

Por eso, cuando ante la belleza de la naturaleza, de la verdad y bondad de la que son capaces nuestros semejantes, nos sintamos arrebatados hemos de rendirnos para que se haga visible la imagen de la insatisfacción que llevamos impresa cuya finalidad es proporcionar indicios de que estamos hechos para algo más grande

Infinita insatisfacción de la que resulta comprensible el que busquemos en el placer su satisfacción.

Sentirnos llenos, plenos, sin ese vacío que, de no llenarse, parece consumirnos vivos; sin embargo, no es sino hasta que nos dejamos extinguir, que el pavor al vacío desaparece para vernos, de nuevo, con el corazón anhelando un poco más, siempre algo más, algo más grande.

Siempre insatisfechos hasta que la belleza, la verdad y la bondad, nos seduzca una vez más. 

De ahí que muchas, al mirar la ecografía, desistan de abortar; de ahí que muchos, al percibir el Misterio en la Liturgia, se conviertan; de ahí que personas homosexuales y divorciados vueltos a casar vivan en castidad; de ahí lo que sucede en nuestro interior ante el paisaje, los hijos, la mujer, el marido, los padres ancianos que se han vuelto niños.

De ahí, también, que el papa haya pedido a los obispos que se “hable con parresia y humildad” 

Ante la realidad, abrirse con franqueza y humildad, para que la gracia  -como si fuera la primera vez- nos descubra a Aquél que en lo secreto de nuestro corazón nos define cuando, como a un crío, nos dice quiénes somos, de dónde venimos, para qué estamos aquí y hacia dónde vamos, como Iglesia tanto como personas únicas.  

Cuánta paz verse, a la vez que insatisfecho perennemente, con estas preguntas resueltas!

Cuánta paz!

20.10.13

1.08.13

26.01.13

"Para ayudarnos a descubrir como surge esa ternura"

El afecto por uno mismo – dice don Giussani – «es un apego lleno de estima y de compasión, de piedad por uno mismo […]. Es como tener por uno mismo un poco de ese apego que tu madre tenía por ti, sobre todo cuando eras pequeño». [ ] Si no hay en nosotros un poco de esa ternura, de ese afecto por nosotros mismos – continúa don Giussani –, «es como si faltase el terreno sobre el que construir»
Ejercicios de los universitarios de Comunión y Liberación, Rimini, Diciembre 2012 “¿Acaso alguien nos ha prometido algo? y entonces, ¿por qué esperamos?”



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