Y, no es que todos estamos llamados a ser santos?
Desde este lado del charco y tan alejada de la amistad de curas como estoy en este momento de mi vida hallar noticias sobre sacerdotes que pagan abortos y otros que los justifican me resulta muy incómodo casi abrumador, tanto que muchas veces, ni siquiera leo el cuerpo de la noticia, pero no es razonable que lo haga porque hacerlo no hace desaparecer el hecho ni mi incomodidad.