¡Más que un aniversario!
El que InfoCatólica esté de 8° aniversario es más que un aniversario, es una prueba más de la obra de la gracia que conviene destacar para gloria de Dios y bien de nuestras almas.
Cada uno conserva en su memoria la fecha en la que celebra acontecimientos que han marcado su historia personal, familiar o comunitaria; por ejemplo, en mi memoria estarán siempre vinculadas la fecha de renuncia de Benedicto XVI, la elección de Francisco y la muerte de mi padre ya que todo sucedió durante el mes en que papá enfermó gravemente y falleció.
Ninguno de esos acontecimientos es un recuerdo agradable pero siempre me he dicho que, si el Señor permitió que mi inteligencia y afectos se vieran tan profundamente marcados mi deber, para honrar su plan de salvación, sería hallarle sentido.
El sentido se le busca con ayuda de la gracia. La gracia, incluso, es la que nos mueve a buscarlo.
Y se lo he buscado ya que también me digo que no debe ser que nos quedemos rumiando recuerdos dolorosos y, por ello, sintiéndonos impotentes y rabiosos. Imposible. Eso no sería más que veneno para el alma. Nada de daría honra a Dios.
Hallarle sentido, como en mi caso, podría tomar mucho tiempo; de hecho, mucho tiempo ha tomado y todavía no estoy segura de haberlo hallado por completo pero, lo seguro es que, finalmente, he llegado a estar en paz.
El caso es que el tiempo que tome no tiene mayor importancia sino aquello que la gracia te va revelando sobre ti mismo en relación a Dios y tus semejantes.
Si miras con atención, así es como han de haber procedido los autores de la Sagrada Escritura; de ahí que, por gracia, hoy tengamos conclusiones veraces sobre las acciones de Dios en la historia que es lo que, al fin y al cabo, han servido de guía a una generación tras otra.
De ahí que afirme que el aniversario de InfoCatólica es más que un aniversario ya que para mí, por ejemplo, significa un año más que gozo de la certeza de estar pisando terreno firme en el ámbito de la fe; es también el aniversario en el que celebro la adopción filial de la que he sido objeto por parte del Consejo Editorial y de muchos de los blogueros, así como el hecho excepcional de que, a pesar de ser tan insignificante en todo aspecto, Dios me ha cedido un espacio en internet en el cual su hija pequeña comparte de aquello que su Padre cariñosamente le enseña.
Es un hecho que solo para eso sirve mi blog. No sirve para instruir en elevados conocimientos, no sirve para grandes debates, no sirve para informar acerca de lo último en las noticias… En fin, ya ustedes saben para lo que no sirve mi blog pero, a la vez, para mayor gloria Suya, también saben para lo que sirve.
Si, hace mucho tiempo que no escribo. Algunos se han puesto en contacto conmigo para saber si estoy bien o motivado para que no deje de escribir. Poco les he prestado atención, sinceramente, ya que –de un tiempo para acá- la turbulencia interior ha sido grande, profunda, prolongada, dolorosa…; sin embargo, aquí estoy de nuevo escribiendo alegre y con esperanza, firme en la fe y esmerándome en la caridad ya que es la forma en que deseo honrar a la gracia que, una vez más, ha sido espléndida conmigo a la hora de dar sentido a mi existencia con cada aniversario.
Un aniversario no es nunca solo un aniversario por más insignificante que parezca sino muchísimo más.
Con ayuda de la gracia podemos descubrirlo.
¡Deo omnis gloria!