InfoCatólica / De Lapsis / Categoría: Objeción de conciencia

2.08.10

¿Médicos provida?: Guía de objeción de conciencia sanitaria al aborto

Diego Carriazo (ANDOC); Javier Pérez-Roldán (CJTM); Ignacio Arsuaga (HO) y Teresa Fernández de Córdoba (DAV)

Si la masacre de vidas humanas no es más dramática en España, se debe, en gran medida, al personal sanitario.

¿Pero Grullo?, añada una apostilla: Si la masacre de vidas humanas, a causa del aborto, no es más dramática en España se debe, en gran medida, al personal sanitario.

No, no es una obviedad, pero también es verdadero. La nueva «ley del aborto» entró en vigor el 5 de julio y es mucho peor que la anterior. Eso no convierte a la del 85 en buena, pero tampoco en cierto que las dos sean iguales. No sólo transforma en derecho la decisión sobre la vida de un niño, también intenta sustraer al médico (y a todo el personal sanitario) la objeción de conciencia a una ley injusta y a una práctica inmoral desde el punto de vista científico.

Es muy duro, para los abortistas, comprobar que la gran oposición al aborto provocado viene precisamente por quienes tienen que provocarlo, y a ello se dirige con mucho ahínco la nueva ley. Hace dos años os comentaba la primera idea de un «registro sanitario de objetores», y cómo el jefe de Ginecología del hospital Severo Ochoa de Leganés, Salmeán, uno de los líderes del negocio del aborto y asesor de esta ley, declaraba:

Lo que no puede ser es que con la excusa de la objeción los médicos se nieguen a hacer unas intervenciones que tienen más carga emocional, como los abortos, y prefieran hacer otras más gratificantes. Yo siempre intenté equilibrarlo. Si un médico empieza negándose a realizar abortos, y luego ligaduras de trompas, y después a dar anticonceptivos, entonces a lo mejor tiene que plantearse que no puede trabajar en un sistema público.

Hasta dónde podríamos llegar, ¿no?, ¡médicos pro-vida!, y en la ¡Sanidad Pública!.

Leer más... »

Páginas: 1 · 2

11.04.08

Médicos pro-vida, ¿un oxímoron?

La mano de la esperanza

El diario El País está en racha. El viernes pasado la moral laica; el lunes el pope de EpC, Goyo para sus amigos, acusaba de prevaricadoras a las comunidades autónomas que protegen el derecho de objeción de conciencia. Dicen las buenas lenguas que los espumarajos que vierte por la boca no se parecen a los de la niña del exorcista, que son más bien una sobredosis de Almax, no se esperaba que dos días después el cardenal Rouco animara a la padres a objetar la asignatura de Educación para la Ciudadanía, ya que «cuanto mayor sea el número de padres que lo hagan, más fácil resulta resolver el problema», y hoy mismo el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía falla de nuevo a favor del derecho de objeción de otra familia.

A lo que íbamos, nuestra querida hoja parroquial laica está escandalizada de que no puedan realizarse abortos en la Sanidad Pública —no, no tiene nada que ver con el diario de Zapatero—, que hay una serie de gente que decidió dedicarse profesionalmente a cuidar la vida de los demás, y los muy canallas, acogiéndose espuriamente a su conciencia reconocen que la vida humana comienza al principio —si, ya sé que es una tontería, una obviedad, si comienza es que es al principio; pues no me lo pregunten a mí, que hay quien dice lo contrario—.

Leer más... »