¿Médicos provida?: Guía de objeción de conciencia sanitaria al aborto
Si la masacre de vidas humanas no es más dramática en España, se debe, en gran medida, al personal sanitario.
¿Pero Grullo?, añada una apostilla: Si la masacre de vidas humanas, a causa del aborto, no es más dramática en España se debe, en gran medida, al personal sanitario.
No, no es una obviedad, pero también es verdadero. La nueva «ley del aborto» entró en vigor el 5 de julio y es mucho peor que la anterior. Eso no convierte a la del 85 en buena, pero tampoco en cierto que las dos sean iguales. No sólo transforma en derecho la decisión sobre la vida de un niño, también intenta sustraer al médico (y a todo el personal sanitario) la objeción de conciencia a una ley injusta y a una práctica inmoral desde el punto de vista científico.
Es muy duro, para los abortistas, comprobar que la gran oposición al aborto provocado viene precisamente por quienes tienen que provocarlo, y a ello se dirige con mucho ahínco la nueva ley. Hace dos años os comentaba la primera idea de un «registro sanitario de objetores», y cómo el jefe de Ginecología del hospital Severo Ochoa de Leganés, Salmeán, uno de los líderes del negocio del aborto y asesor de esta ley, declaraba:
Lo que no puede ser es que con la excusa de la objeción los médicos se nieguen a hacer unas intervenciones que tienen más carga emocional, como los abortos, y prefieran hacer otras más gratificantes. Yo siempre intenté equilibrarlo. Si un médico empieza negándose a realizar abortos, y luego ligaduras de trompas, y después a dar anticonceptivos, entonces a lo mejor tiene que plantearse que no puede trabajar en un sistema público.
Hasta dónde podríamos llegar, ¿no?, ¡médicos pro-vida!, y en la ¡Sanidad Pública!.
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