El Papa nombra a Arellano Cedillo como Comisario Pontificio Plenipotenciario para el «caso Torreciudad»

A los pocos días del ridículo del obispo de Barbastro en Torreciudad, me comentaba la jornada uno de los devotos lugareños, de los de siempre, de los que a diferencia de Mons. Pérez-Pueyo ha vivido y vive en el Alto Aragón.

Con gracia resumía el sentir de los habitantes de la zona sobre la homilía del obispo en la misa de las familias: «a ver cuántas puñaladas significan sus palabras». Es cierto que no fue la «boda roja» de agosto de 2023, pero no se quedó manco. Entonces mientras intentaba mantener la sonrisa estaba disparando dos decretos y una demanda civil. Esta vez, tras una visita previa al Vaticano, la sonrisa, que ya no engaña a nadie, escondía que había roto las negociaciones a última hora y taimadamente elevaba el caso a la Santa Sede tras un periplo de unos días.

Lógicamente el comunicado de Pérez Pueyo se emitía al día siguiente, no fuese a tener que dar la cara ante la menguante cantidad de peregrinos. En su línea, vamos.

El comunicado fue filtrado previamente a los medios afectos, con los típicos complejos del prelado aragonés que ve un complot por todas partes. Unas horas después se publicaba en la web de la diócesis.

Días después se repetían los lloriqueos y victimismos en la COPE local. Un programa que ha sido el hazmerreir de los oyentes, no solo se sumaba a los insultos y menosprecios de su responsable de medios, Ascen, es que las afirmaciones y argumentaciones eran increíbles.

Lo de que le paren por la calle para decirle lo bien que lo está haciendo daba alipori, y lo de que llevaba el caso a la Santa Sede porque eso es lo normal debe ser porque la edad le debe haber hecho olvidar los casos de la Virgen de Zaidín, los bienes de la Franja o que no ha seguido por la vía civil que él inició porque el fracaso estaba asegurado, pero que había iniciado.

En ámbitos canónicos sorprende que un obispo, en plenitud de facultades canónicas, no sea capaz de resolver por sí mismo un aparente conflicto que, por cierto, él mismo ha creado, y que tenga que recurrir a una instancia superior en detrimento del ejercicio de sus funciones. Pero es lo que hay y probablemente sea porque como en otros casos la sentencia ya está dictada.

La Prelatura respondió en su línea de diálogo y con claridad:

Hemos conocido hoy por los medios de comunicación la noticia de la Diócesis de Barbastro-Monzón en la que informa que ha puesto en manos de la Santa Sede la solución a las diferencias de criterio con la Prelatura respecto al Santuario de Torreciudad.

La Prelatura ha mantenido informada a la Santa Sede del transcurso de las conversaciones en todo momento a través del Dicasterio del Clero, que cuenta con toda la documentación pertinente desde septiembre de 2023, y que se ha ido actualizando con posterioridad.

El Opus Dei facilitó su propuesta de estatutos del Santuario a la Diócesis el 30 de agosto de 2023 y recibió respuesta seis meses después mediante la convocatoria de una reunión técnica en el mes de marzo de 2024, que resultó satisfactoria para ambas partes.

Sin embargo, en una reunión posterior del 30 de junio la Diócesis entregó un borrador que cambiaba algunos de los puntos más importantes acordados con anterioridad.

El Opus Dei ha mostrado siempre su disposición al acuerdo, dentro de los márgenes que ha considerado avalados por el Derecho civil y canónico. Esa voluntad no ha encontrado la correspondencia que cabría esperar, tras la negativa de la Diócesis a alcanzar ningún acuerdo salvo la aceptación de sus propios términos.

La Prelatura lleva más de sesenta años trabajando para la Diócesis y para la Iglesia universal desde Torreciudad, y es nuestro deseo que siga siendo así, con la misma comunión y confianza que ha existido siempre.

Al mismo tiempo, tenemos plena confianza en el estudio que hará la Santa Sede sobre este asunto y estamos a su disposición para aclarar lo necesario.

Comisario pontificio plenipotenciario

Hoy se ha conocido que el Papa ha nombrado a Mons. Alejandro Arellano Cedillo, como «comisario pontificio plenipotenciario, delegado de la Santa Sede, para el complejo de Torreciudad (España)»

Un comisario pontificio plenipotenciario significa que tendrá plenos poderes hasta que el Papa lo decida, para resolver la diatriba entre la diócesis de Barbastro-Monzón y la Prelatura del Opus Dei. Podrá tomar las decisiones administrativas y eclesiásticas oportunas y la final con la autoridad del Papa.

Llama la atención, que se habla de «complejo de Torreciudad», lo que ya ha levantado suspicacias.

El Opus Dei ha comunicado que:

«Las autoridades de la Prelatura estarán a total disposición de Mons. Arellano, colaborando en lo que sea necesario, con filial adhesión al Santo Padre»

Arellano Cedillo tiene prestigio como canonista y desde marzo de 2021 ocupa el cargo de Juez Decano del Tribunal de la Rota, la corte de apelación de la Santa Sede para causas eclesiásticas. Tiene también gran experiencia académica, como profesor en España en la Universidad CEU, y en la Universidad San Dámaso y en Roma en la Pontificia Universidad Gregoriana.

Pertenece a la «Confraternidad Sacerdotal de los Operarios del Reino de Cristo», no a la «Hermandad de Sacerdotes Operarios Diocesanos del Corazón de Jesús» de la que fue responsable Pérez Pueyo como algún medio «informa».

Dado el desprestigio del derecho en la Iglesia estos últimos años yo espero poco. Tampoco es fácil de prever el tiempo de resolución, la denuncia del Opus Dei del año pasado que para febrero estaba previsto el fallo sigue sin conocerse.

Ayer la Prelatura publicó un video explicando la historia del Santuario de Torreciudad, por si alguien necesita más contexto.