Ya sé dónde está Rafaela
Seis y media de la tarde, a 73 km de la capital, o como decimos en España a unos cincuenta minutos largos, acá las distancias no se miden en km, cuadras o manzanas, la distancia se mide en tiempo. La presentación empezó con la Santa Misa. El templo lleno. Luego se incorporarían unas personas más. Que fuese víspera del domingo Laetare no creo que fuese casualidad. Que las lecturas y la homilía fuesen sobre la confesión tampoco. Con ese estilo profundo y alegre.
Al terminar la acción de gracias, en el mismo lugar empezó el acto en el que acompañé al alcalde de Braojos, Ricardo José Moreno, Paco Pepe y Francisco José Serrano. Como señaló don Jorge, todos «Josés». Paco Pepe y el profesor Serrano estuvieron brillantes.
Supongo que a estas alturas el tema de Rafaela no necesita más detalle, y el libro «Café y rosquillas con la Señora Rafaela» tampoco.
«Si de la abundancia del corazón habla la boca, podemos decir, sin temor a equivocarnos, que ya sabemos dónde está Rafaela, está allí, en el corazón de don Jorge, un corazón sacerdotal». No es textual y pierde mucho sin las explicaciones, pero lo pongo entre comillas porque no es mío. Fue el momento ‘ajá’ más ‘nunc dimitis’ más ‘ahora qué digo yo después’ y por encima de todo un buen resumen de lo que fue más que una presentación de un libro, que otros han contado mejor que yo. Estaba todo dicho.
Veía la cara de las decenas de asistentes al acto. Había absoluta identificación con esa descripción. Muchísimos de los que estábamos allí podríamos dar testimonio directo de que eso era verdad, «os llamo amigos». Con cariño sobrenatural y humano, con el mismo corazón porque para querer no se tiene otro. Prueba de ello es el piscolabis no apto para veganos con el que ya se nos hizo muy de noche. De los detalles de cuidado del alma este no es lugar para contar.
Aquello fue más relevante que el que estuviesen juntas las plumas más leídas de ámbito religioso en un mismo sitio bajo un retablo de Gregorio Fernández. Por mi parte, reencontré viejos amigos hice nuevos y desvirtualicé otros, mucho mejores y más divertidos y perspicaces al natural, como el que sacó la foto que ilustra el post.
Sé que don Jorge no se tomará a mal lo que acabo de escribir. Como Rafaela es realista, entusiasmado, pero realista. Como dijo Francisco José Serrano, «el demonio se revolverá». No lo dudo.
Gracias don Jorge.
13 comentarios
Lindo ver la casulla color salmón del P Jorge en el domingo laetare. En mi país es todo morado, uno ni se entera que este domingo tenía algo especial dentro de los domingos cuaresmales, lo mismo con el domingo gaudete.
@Jorge...., en fin. Que todo lo dicho y lo que tú sabes.
@Anacoreta. No te puedes hacer una idea. O sí, claro.
@Urbel. Hoy ha publicado don Jorge un video de Telemadrid que va por la línea que Vd apunta.
@Ipse: no presentó él libro, lo habría dicho.
D. Ricardo José estuvo en el sobrio papel que su cargo le confería: Abrir el acto y dar la bienvenida a los venidos a Braojos. Pasar de ahí hubiera sido acaparar protagonismo en un acto de presentación de un libro.
...
Ya volveré a Braojos, la Serna y Piñuécar a conseguir de D. Jorge, la dedicación de mi ejemplar.
Por cierto, el vino de confraternización al final del acto, ¡como debe ser!, sin chorradas: Pan y vino, queso y chorizo. Si acaso faltó algo, fue la Tortilla española.
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