Apariciones filipinas pastorales de ayer y hoy y eutanasia en Suiza

De vuelta de Barcelona, ¡¡qué gozada!! Muchas buenas impresiones, una peregrinación de toda la familia en coche, más de 600km de ida y otros tanto de vuelta. Pero hoy toca resumen semanal y algunas noticias más.

Empezamos por la recomendación digital: Almanaque de la Historia, quise darle un par de semanas a ver cómo evolucionaba y no defrauda. Minuto y medio de lectura al día, de las que dejan poso, o sea, cultura.

La nota entrañable de la semana se la dedico a las filipinas Elizabeth Martínez (88 años) y Lilia Rodríguez (65 años) —no sé si allá todavía mantienen el acento—. Dos catequistas que han dedicado su vida a mantener las ruinas de la Iglesia de Pata, una misión dominica establecida en Filipinas en 1595. A las dos les recordaba la fe de su niñez y el motivo por el que habían sido catequistas, las primeras de la zona.

El resto de la historia es bien curiosa. Elizabeth tuvo un ‘encuentro’ con un «hombre gigante con pelo largo y barba» que le advirtió que si no se retiraban las vallas algo malo ocurriría. Los lugareños enfermaron hasta que se retiraron las vallas y se pudo entrar al recinto. Vamos que me ha hecho gracia el asunto.

Iniciativa penitencial de ayer…

Lo recojo de malcuntent: el Purgatorio de San Patricio, una peregrinación penitencial que se ha mantenido ininterrumpida desde el siglo XII, que se sepa. Son miles de penitentes los que anualmente del 1 de junio a la Asunción pueden acudir a los Tres días de penitencia.

Se exige tener más de quince años, buena salud, caminar, comer y arrodillarse sin ayuda. Comienzan con ayuno pleno desde la medianoche del día anterior y se reúnen en la orilla del lago entre las 10 y la una, desde donde unos transbordadores les llevan a sus ‘estancias’, en régimen de anacoretas, descalzos, se dedican a la mortificación, la liturgia y la oración.

Todo muy de ascetismo celta. Lo que me llama la atención es que haya 30.000 peregrinos al año.

… y pastorales de hoy

Digamos que es una línea diametralmente opuesta a lo de San Patricio, el Bar en la cripta de Basílica de San Carlo al Corso. No me entusiasma la idea, me da mucha grima, pero tampoco soy de los que lo ven como una señal del Apocalipsis. En cualquier caso no es una opción apta para jansenistas, os lo advierto.

Don Maurizio Mirilli, responsable de la pastoral juvenil de la diócesis de Roma, ha convertido una parte de la cripta de la basílica en un bar de copas: GP2 (Juan Pablo II)

Lo presenta como un modo de recristianizar «la noche» y atraer a la juventud. A mi estas experiencias me parecen un absoluto fracaso que ayudan poco a recristianizar y terminan descristianizando. Creo que sobran ejemplos, pero si alguien los necesita que los pida.

Suiza, ¿contra el turismo de la muerte?

Hace unas semanas os comentaba sobre la Fundación suiza Dignitas, que aprovechando situaciones de alegalidad proporciona la muerte a quien la quiera y pretendía extenderla a quien los parientes quieran.

La situación ha generado un turismo de la muerte, que reporta unos ingresos —en forma de donativos— de 7.000€ por ‘difunto’, al fin y a la postre son ‘meras entidades sin ánimo de lucro’, puesto que según el artículo 115 de la ley suiza sólo es reprobable si hay pasta de por medio. Vamos, como las echadoras de cartas que te piden la voluntad.

A las autoridades suizas les empiezan a preocupar también los ‘métodos alternativos’, como la bolsa de helio —se le pone al sujeto una bolsa en la cabeza, se llena de helio y la falta de oxígeno causa la muerte— Con este motivo se está acometiendo una reforma legal que ponga coto al asunto.

No soy optimista, ese vacío legal también se puede llenar aceptando la eutanasia sin tapujos, la reforma legal puede ir en cualquier dirección. Veremos en lo que queda.

Un recuerdo

Y no quería terminar hoy sin recordar a Jutta Burgraff una auténtica maestra, que descanse en paz.

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