Rafaela y las llaves de Joaquina
El otoño aún regala jornadas amables. Por eso no quisieron desaprovechar la oportunidad de tomar su café en el patio de Encarna. Una casita baja, su poco de patio al sol de la tarde y unas cuantas amigas siempre dispuestas a dar un repaso a la actualidad del momento.
¡Cómo han cambiado los tiempos! Hace apenas nada, lo único que turbaba la monotonía del pueblito era el parto de la gorrina de Matías, los manzanos nuevos que acababa de plantar Macario, la Concha del capataz que otra vez “p’alante”, y el secretario que ayer fue a Madrid. Pero… hay televisión e incluso interné, y ahora hablamos de Siria, Somalia y Lampedusa con la misma facilidad que antes se hacía del prao de la Aurora. Cosas de la modernidad.

La foto es de esta misma mañana. Lo que era un enorme almacén de alimentos para entregar gratuitamente a familias del entorno se encuentra vacío ahora mismo esperando las estanterías. En la foto puede verse ya la gran “isla” para congelados y el armario frigorífico para productos refrigerados. En apenas tres semanas abrirá sus puertas el economato solidario “TRES OLIVOS” que Cáritas parroquial de esta parroquia de un servidor pone en funcionamiento gracias al apoyo económico de la financiera francesa Natixis.
Es demasiado sencillo: “todos mentimos, todos somos agresivos, todos somos intolerantes, todos tenemos la culpa, todos hacemos mal, todos violamos, robamos, engañamos, estafamos, hacemos daños, faltamos al respeto, todos responsables de mil maldades…”
Pues esto fue una curiosa iniciativa pastoral que servidor había visto en algún sitio y que se me ocurrió que podría resultar algo curioso e interesante para la parroquia.
Los que pasan de los cincuenta seguro que recuerdan aquel famosísimo programa de Alberto oliveras que triunfó en la cadena SER durante muchos años: “Ustedes son formidables”. Eran los años sesenta y España tenía aún mucho de negrura goyesca. Por las ondas se presentaban dramas y dramones de todo tipo y especie suscitando la colaboración ciudadana para paliar desgracias de todo tipo tanto personales como colectivas. Eran otros tiempos.





