Es una pregunta que me hago muchas veces. Si tiene sentido la presencia cristiana en países islámicos y en caso afirmativo, qué sentido.
Parto de las últimas palabras del maestro en el evangelio: “id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo;
y enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado”. Es decir, que con el evangelio en la mano, que hay que leerse enterito, y añadiendo el decreto conciliar “Ad gentes” que lo explica de forma convincente: “La misión, pues, de la Iglesia se realiza mediante la actividad por la cual, obediente al mandato de Cristo y movida por la caridad del Espíritu Santo, se hace plena y actualmente presente a todos los hombres y pueblos para conducirlos a la fe, la libertad y a la paz de Cristo por el ejemplo de la vida y de la predicación, por los sacramentos y demás medios de la gracia, de forma que se les descubra el camino libre y seguro para la plena participación del misterio de Cristo”, estamos entre no creyentes para que crean en Cristo, se bauticen y entren a formar parte de la Iglesia.
Leer más... »