Los cuñados de Albacete y la vaca lechera
Reconozco que en ocasiones los curas quizá seamos un tanto puntillosos a la hora de colocar criterios pastorales y organizar la parroquia, pero también me habrán de conceder que no siempre nos lo ponen fácil. Por ejemplo, no he visto cosa más complicada que concertar un bautismo. Ese punto medio entre organización parroquial y circunstancias familiares es de muy difícil cálculo, partas de donde partas. Ténganse en cuenta las diferentes variantes.
Los Perengánez no lo quieren en domingo por la tarde porque vienen unos primos de Burgos y los cuñados de Albacete y se hace tarde, y luego es una preocupación viajar de noche para poder trabajar al día siguiente. Los Menganítez se niegan a celebración mañanera, porque eso supone que en lugar de celebración de tarde con merienda, toca dar de comer a toda la parentela, y eso se les pone por un pico.