Piñuécar
¿Pi… qué?
Piñuécar. Tienen que apenderse ahora este nombre, porque una reorganización de la atención pastoral a las parroquias del entorno me ha supuesto dejar de atender Gascones y hacerme cargo, a cambio, de Piñuécar.
Qué cosas. Un compañero que estuvo conmigo en la parroquia de la Beata Mogas, el P. Pedro, ruandés, pasó de Tres Olivos a ser párroco de Gandullas y Piñuécar. Recuerdo que un día acudí a visitarlo y me estuvo mostrando “sus dominios". Estando alí con él le dije: “oye, Pedro, hacemos una cosa: tú te vuelves a Madrid y yo me quedo en estos pueblos". Su respuesta, sonriendo, fue clara: “no, no, no, no…” Pues ya ven, nueve años después, servidor párroco de Piñuécar.