Nuestros señores diputados no tienen vergüenza
O al menos algunos, con la presidenta, Meritxell Batet, a la cabeza.
Leo, escucho y me asombro con la noticia de que el Congreso de los Diputados abrirá sus puertas la próxima nochebuena para repartir alimentos a personas sin hogar y en riesgo de exclusión social. Parece ser que, al no poder celebrar una cena, digamos normal, a causa del coronavirus, el acto consistirá en la entrega de comida preparada para llevar «a última hora de la tarde del día 24 de diciembre, así como, eventualmente, de un pequeño obsequio institucional». Para la entrega el Congreso abrirá excepcionalmente sus puertas esa tarde y la señora presidenta buscará voluntarios entre diputados y personal de la cámara. Además, qué buenos son, el Congreso correrá con todos los gastos.