No soy profeta ni hijo de profeta
Ni falta que hacía. Desde el primer momento el sínodo de la sinodalidad suscitó un entusiasmo del todo descriptible. Ni el más mínimo interés. No hacía falta ser profeta para barruntar lo venidero.
Hace meses un servidor escribió un par de post sobre el particular en los que manifestaba, desde mi libertad de opinión mientras exista, mi escepticismo y poca confianza en el proceso: “Sinodalidad. Si lo explican es peor” y “Sinodalidad. Mis detractores me dan la razón".
El caso es que hubo que motivar, animar, insistir y rogar hasta de rodillas para que hubiera un mínimo de representación que permitiera, al menos, salvar los muebles. Los datos que llegan a nivel mundial y los que se reciben de España son patéticos por mucho que se quieran maquillar.
En Madrid es inútil que se nos diga que la gente está entusiasmada. Las palabras aguantan todo, los videos y las fotos, desgraciada o afortunadamente, no. Entiendo que las redes sociales no susciten simpatías, ya que tienen la mala costumbre de sacar a la luz lo que uno quisiera quedase olvidado en el último rincón. Son arma de doble filo y el mismo canal de video que puede mostrar el llenazo de la plaza exterior de la catedral en el Corpus o la Almudena, te traiciona mostrando en la clausura del proceso en la diócesis lo que son “campos de soledad, mustio collado".
Según los datos que se ofrecieron en la misma ceremonia de clausura, en la consulta en Madrid han participado más de 600 grupos, con cerca de 11.000 personas. Muchos me parecen, pero como no se pueden contrastar los datos, no tengo problema en darlos por buenos. Desconozco la cantidad exacta de propuestas. Dice el responsable de esta fase que han sido de gran riqueza. Tampoco hubiera podido decir otra cosa.
Ya saben que servidor no ha organizado grupos de reflexión sinodal en las parroquias. Apenas una tarde se convocó un encuentro de laicos de todo el arciprestazgo en el que me hice presente pero que tuve que abandonar por una emergencia en uno de los pueblos.
Lo que sí me tomé la libertad de hacer, era la única forma, fue pedir a mis lectores sus sugerencias de cara al sínodo. Más de treinta mil lectores que dejaron, en forma de comentarios, 454 sugerencias, que fueron enviadas a las secretaría del sínodo de Madrid y de Roma, con desigual respuesta. Tampoco se pretendía. Simplemente se trataba de aportar lo que uno podía. Si sirve, pues perfecto, y si no, pues tampoco pasa nada. O sí. Es igual.
Hay descontento. En los laicos, en los curas y más arriba de cura raso. No solo por la escasa participación de curas y laicos en lo del sábado pasado, sino por la forma de gestionar el acto, de la que al final responderá Fuenteovejuna. Muchos nos preguntamos si no hubiera sido más discreto, mas eficaz, más inteligente y, desde luego, muchísimo más barato, haber aprovechado la solemnidad del Corpus para una clausura discretita.
Me había prometido no hablar de Madrid, pero es que lo del sábado “ha cantado tanto", se ha extendido tanto, hasta en la prensa generalista, y ahí tienen el artículo de La Razón, y ha cabreado tanto, que muchos compañeros me han rogado que dijese algo.
Lo del sínodo era perfectamente previsible. Hartos estamos de reuniones y sínodos que caen en el olvido al día siguiente de la publicación de los documentos, y si no ahí tenemos el sínodo diocesano de Madrid, olvidado no sé si a la fuerza. Llevamos cincuenta años de reunión en reunión, más que nunca. Tenemos mil organismos de diálogo, consulta y tomar el pulso a lo que sea, y tenemos unos templos más vacíos que nunca, lo que quizá signifique, digo yo, que tanta reunión arregla poco. Era previsible. Lo del sábado pasado en Madrid, la constatación.
Dicho esto, el malo seré yo por escribir este post. Los que han cosechado el tremendo fracaso del sábado, unas hermanitas de la caridad, incomprendidos por esos curas malos que no quieren colaborar.
(La foto está tomada del blog “Con balcones a la calle”, a quien agradezco su benevolencia).
29 comentarios
D. Jorge no ha mencionado el tema por prudencia pero yo sí lo digo. O más bien lo pregunto, aunque sé de muy buena fuente la respuesta:
¿Cuánto costó a la Archidiócesis de Madrid el acto del sábado?
¿No decían que la Iglesia ha de ser transparente en sus cuentas? Pues aquí tienen la oportunidad. Que nos digan cuánto dinero se ha gastado la diócesis con más fieles de España en un acto que cualquiera con dos dedos de frente sabía que podía acabar en un fracaso espantoso de público.
A quien mucho se le dio mucho se le exigirá.
Monseñores, por favor, más humildad.
Por lo demás, el comentario "PAMPEANO" da en el clavo. Al final saldrá lo que tenga que salir, o sea, lo que el "CEO de la empresa" mande y ordene. Y presiento que los sinodalistas se llevarán otro asco como en anteriores sínodos. Entretanto harán mucho daño. Pero no hace falta remitirse al Sínodo. Llevan haciendo daño varias décadas. Ahora simplemente van a cara descubierta.
Así que deseo que la jerarquía escuche y lea al profeta el padre Jorge González Guadalix. cuya misión es anunciar y denunciar.
De modo que sí: como dice el Padre Jorge, era previsible la poca afluencia de fieles.
Es una pena, porque pienso que, en sí mismo, no es mala idea. Pero si se plantea de este modo (insisto, lo que he visto; no sé en las demás Diócesis), es lógico el desinterés. Además me duele, porque sé de muchos sacerdotes que se lo tomaron muy en serio, como su propio Ministerio.
A propósito de las reuniones, recordar lo que una vez le escuché al añorado P. Sayés: “a los curas que no hacen oración, Dios los castiga con reuniones”.
Oremos
De acuerdo con usted. Para qué tanta reunión si ya tienen escritas las conclusiones del Sínodo?
Lo malo es que tiene más razón que un santo: mientras que haya libertad de expresión, aunque no sé hasta cuando dejarán expresarnos libremente, sobretodo si se sigue poniendo de manifiesto el fracaso de la línea buenista y progre-roja.
Su Ave María
Dice Ud. (...) " Es el que ya publiqué hace cinco años, en 2017, cuando el Centenario de Fátima ", con algunos puntos añadidos y casi todo abreviado.
Como conseguir el anterior artículo. Es de interés para mi y otras personas. Gracias y disculpe las molestias.
La convocatoria a Sínodo sobre la Sinodalidad, tal cómo la entendí a las primeras noticias, me pareció una convocatoria a una redundancia, porque me dije:
La Única Iglesia fundada por Nuestro Señor Jesucristo, lleva dos mil años siendo Una, Santa, Católica y Apostólica. Dato objetivo.
A partir de aquí, me pregunté:
- Dos milenios siendo Una... ¿sin sinodalidad?
- Veinte siglos siendo Santa... ¿sin sinodalidad?
- Dos mil años siendo Católica... ¿sin sinodalidad?
- Cuatrocientos quinquenios siendo Apostólica... ¿sin sinodalidad?.
Por tanto, si se nos quiere imponer la Sinodalidad, que se nos imponga y punto,
Pero querernos llevar a ¿descubrir? la sinodalidad como un nuevo mediterráneo, es creernos unos menguados.
En otras palabras, "Sinodalidad" es una redundancia de la Unidad, Santidad, Catolicidad y Apostolicidad de la Iglesia. ¿O no?.
Desde este personal convencimiento, que si no es exacto, pido, ruego más bien, la corrección oportuna, confieso, sí, confieso que debo confesarme de haberme armado de un pelín de "mala leche".
Y armado de esa mala leche me dije: Tienes el deber de participar, en primer lugar por amor a la Iglesia, en segundo lugar, para que cuando empiecen a llegar las sandeces sinodales que nos van a ir recetando y cayendo, puedas tapar la boca a los sandios y portasandeces, cuando alces tu protesta y te digan: "hubieras participado en el Sínodo de la Sinodalidad; oportunidad tuviste", y me podré quedar muy a gusto echándoles en cara que ya lo hice, pero aunque el Sínodo de la Sinodalidad no me hizo caso, mi participación en él me autoriza y da derecho a sinodalearos como me parezca bien.
Porque esa es otra: Se me convoca a Sínodo como uno más de los mil cuatrocientos millones de católicos, a los que hay que sumar todos los no católicos que hayan querido sumarse; por tanto, ¿qué va a quedar de mi aportación finalmente?, ¿para eso se me convoca?.
¿No es des-atino, convocar a tanta gente menuda como yo para aportar finalmente, ¿qué??
¿No es demasiado gasto de energías y dinero abrir en cada diócesis una eventual oficina sinodal con sucursales eventuales en cada parroquia, etc? ¿No sería mejor repartir ese gasto en algunas periferias?, podría decir algún Judas con mala leche. Dios me perdone.
Pero lo dicho y confesado, la mala leche me llevó a "formarme en Sínodalidad Sinodal".
Me leí, y dos veces, el "Documento preparatorio de la XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos , 07.IX.2021", que como remitía a "Episcopalis conmunio", de 15-IX-2018, disponibles, en la web del Vaticano, vatican.va me lo leí también.
Me parecieron documentos valiosos en su doctrina, pero que están muy bien para los Obispos, y hasta como gratificante confirmación en la Fe para los fieles; pero encuentro dos pegas:
1ª.- De las palabras del Papa asumo que vamos a tener Sinodalidad sí o sí, y para por si acaso y luego, también.
2º.- Son "demasiado" documento, para lo que ha llegado a los fieles.
En las cuatro o cinco webs de diócesis que he "cotilleado," las entradas que han abierto para el Sínodo de la Sinodalidad, echándole buena voluntad, he encontrado trazas de los documentos papales.
En otras palabras, de lo que dice el Papa a lo que nos ha llegado a los fieles, hay un abismo.
Y me pregunto: ¿Se puede sinodalear sobre un abismo?.
Me leí también el Vademecum ¡vaya peñazísimo!, y del vocabulario utilizado en el cuestionario, ¡de vergüenza!. Así no hablan los fieles, ni así se debe hablar a los fieles si éstos son considerados en su dignidad. Así se habla entre gente políticamente correcta, frívola y tontuela.
Y voy a abreviar, que ya está bien, aunque me dejo en el saco más sinodalerías.
Lo dicho, gracias a mi mala leche, me he ganado mi derecho al pataleo.
Y como a pesar de eso, uno procura ser hijo fiel de la Iglesia, la verdad es que he rezado para que el "espíritu del Sínodo de la Sinodalidad", no sea vecino y colega del "espíritu del Vaticano II.
Ave Maria, gratia plena, Dominus tecum...
Es la vieja estrategia soviética de hacer decir al pueblo lo que el mandamás quiere para que luego el mandamás haga lo que le da la gana. Aunque el pueblo no esté de acuerdo o no diga ni mu. El ejemplo lo tenemos en Amoeris Laetitia. Incluso se atreve a retorcer las enseñanzas del doctor angélico pues imagínense de lo que se atreverá con los laicos...
Y, al que se opone a sus planes, pues a denigrarlo: que si no dejan que la Iglesia avance por "la senda del espíritu", rígidos, pepinillos en vinagre... Increíble lo que nos toca soportar con este hombre.
- - - - - -
Jorge:
Tienes toda la razón del mundo. Acabo de colocar una nota en mi blog señalando la procedencia de la foto. Agradezco tu comprensión.
En mi diócesis el documento final de las aportaciones del sínodo es una total manipulación, en la que solo se dan respuestas del estilo de las que le gustan al Papa Francisco. No se ha puesto más que una nota discordante, alterándola y manipulándola, sacando conclusiones alternativas.
Comentándolo con otro sacerdote diocesano me ha dicho que las aportaciones de su parroquia, que también eran discordantes en algún punto, tampoco se han visto reflejadas.
Y algún sacerdote de otra diócesis me ha comentado que él ya ni participa en estos cuestionarios porque está harto de ver como los manipulan.
Triste realidad. Menos mal que el Papa Francisco pasará, como han pasado todos sus predecesores
Te agradezco tu gesto.
Dios pensado ni contentarse con Él, pues cuando se desvanece el pensamiento, también
se desvanece ese Dios. Uno debe tener más bien un Dios esencial que se halla muy por
encima de los pensamientos de los hombres y de todas las criaturas. Este Dios no se
desvanece, a no ser que el hombre voluntariamente se aparte de Él
Consultado Monseñor Casalotodo sostiene que el trabajo de la profecía ya se realizó y los Profetas no eran sinodiales, posiblemente porque son anteriores al concilio y de sinodialidad no conocían ni profetizaban.
Imagina a Job ingresando a Nínive diciendo llegó el sínodo, llegó el sínodo...inmediatamente los ninivitas se pusieron en camino y aún los están buscando....
Sostiene, no le creo, que en el Vademecum explicativo del sínodo se dice "El objetivo de este Proceso Sinodal no es proporcionar una experiencia temporal o única de sinodalidad, es más bien ofrecer una
oportunidad para que todo el Pueblo de Dios discierna conjuntamente cómo avanzar en el camino para ser una Iglesia más sinodal a largo plazo".
Reconoce que no comprende ese objetivo cuyo fin sería una Iglesia más sinodial a largo plazo. Se pregunta para qué ? y a corto plazo quién podrá ayudarnos ?, terminará la sinodialidad con el fin de los tiempos ?.
Pide que vayan organizando a las comunidades para ese viaje-camino-turismo a Roma, con extensiones posibles por Italia que posibilitarán el conocimiento sinodial-caminante gastronómico-hotelero, con visitas guiadas gruposinodiales y para los más acomodados tours privados que incluyan Israel.
Aconseja que, por prudencia y respeto, no les llevan a Israel esa obligación de caminar en la que tienen suficiente experiencia histórica, como por 40 años.
En mi diócesis, igual. Un desastre. Aunque para los forofos ha sido un éxito lacrimógeno. El proceso ha sido taaaaan sinodal, que los progres responsables del proceso y sus apandadores han hecho y deshecho lo que les ha dado la gana, obviando las aportaciones que se les ha hecho desde el lado crítico, que lo había. Sus tejemanejes han sido escandalosos. Y para colmo, ha salido una birria de documento lleno de despropósitos, frases poéticas vacías, errores canónicos y doctrinales. Y todo ello con celebraciones pseudolitúrgicas de anarco-eco-pachamama. El obispo yo no sé en qué mundo de color rosa vive y por qué no para o corrige todo ello. Bueno, sí lo sé, está "embrujao", como decía mi abuela. Y le tenía por obispo de sana doctrina y fidelidad eclesial. Me ha decepcionado.
Total, que ya entiendo lo que es la sinodalidad: que los progres acaben haciendo lo que les da la gana sin atender a doctrina, liturgia o derecho canónico, machacando a todos los que intentamos hacer las cosas según manda la Iglesia. ¿O es que ahora manda otra cosa?
Dejar un comentario