Una parroquia de verdad
Este pasado domingo hemos visto incrementarse el número de asistentes a misa en los tres pueblos. En La Serna, por ejemplo, domingos de invierno he tenido con tres personas, aunque lo normal es que asistan a misa dominical entre diez y doce. El domingo, más de treinta, al punto que no falta quien te diga que esto, en verano, ya parece una parroquia de verdad. Me hizo pensar.
Podemos pensar que una parroquia de verdad es aquella a la que va mucha gente a misa y tiene grupos de no sé cuántas cosas. Lo he conocido. He sido sacerdote en parroquias con cientos de jóvenes y últimamente en una con adoración perpetua, por ejemplo, donde siempre había gente, fueras a la hora que fueras, y misas colmadas de fieles. Lo que sería eso de “una parroquia de verdad”.
Por contraposición, una parroquia como la de La Serna, con apenas fieles en invierno, misas dominicales con diez o doce personas y misas de diario con dos o tres como mucho, ¿qué sería? ¿una medio parroquia? ¿una cuasi parroquia? En número de fieles, en ingresos económicos, eso y menos. Lo que pasa es que un servidor va aprendiendo lo que sea una parroquia a base de vivir y apreciar otras cosas.
Me van a permitir que no entre en vericuetos de derecho canónico mayormente por no andar rebuscando en el código. Es igual. Somos una comunidad cristiana con un sacerdote estable a la cabeza que vive en la parroquia de forma permanente. Aquí se celebra el día del Señor con toda solemnidad con frío y calor, con agua y nieve, aunque caigan chuzos de punta. Aquí se celebra la eucaristía al menos dos veces más por semana, y servidor tiene la costumbre de predicar la palabra siempre. En esta parroquia se reza el rosario, por lo menos de vez en cuando, se adora al Santísimo en la custodia, celebramos las grandes fiestas litúrgicas, con atención especial al triduo pascual y las fiestas patronales y del titular de la parroquia y hay posibilidad de confesarse. Nos conocemos y nos ayudamos, y cada cual sabe de su vecino por un poco de curiosidad y por un mucho de afecto.
Parroquia en la que se convoca a los fieles, suenan las campanas, hay cercanía a los niños y conocemos a los jóvenes aunque a veces anden a lo suyo.
Y lo mismo que digo de La Serna lo digo de Gascones y Braojos. Tres parroquias vivas donde se celebra la fe, se convive, se atienden los enfermos y procuramos que el Señor y María, su madre, estén presentes en medio de nosotros.
Somos pocos en número, lo sé, y sin embargo me siento en parroquias muy de verdad. Este pasado domingo, por ejemplo, celebramos en Braojos el “Corpus chico” en la octava del Corpus. Mucha gente en la iglesia, casi llena, para acabar con procesión con el Santísimo, de nuevo, por las calles. El domingo, por cierto, estrenamos la nueva peana para la Inmaculada. Tan fácil como decir ¿no habrá por ahí tres o cuatro para colocar a la Inmaculada en su nuevo lugar? Tres cuatro o siete… Y tras la procesión, una limonada compartida para celebrar la octava.
Parroquias vivas, fraternas, de hermanos, donde todos se sienten parte, aunque algunos eso de ir a misa como que no tienen costumbre. Parroquias que tal vez haya quien las mire de reojo pensando qué pobres y qué elementales… Vale más la minerva de Braojos, celebrada ininterrumpidamente cada tercer domingo de mes desde hace cuatrocientos años, que tantos grupos de profundización que muchas veces solo profundizan en sí mismos.
Parroquias de verdad. Porque tienen gente. Pobres. No sé si me explico.
15 comentarios
"Pues donde están dos o tres reunidos en mi Nombre, allí estoy yo, en medio de ellos."
Mateo 18,20
Yo.desde la,distancia .los considero también mi parroquia
Dios les bendiga a todos
Esas misas que tienen muchos fieles donde apenas se conoce la gente. No me gustan tanto. Y aunque no me disgustan si tendrìa que elegir me quedaria con las primeras porque lo considero una parroquia de verdad.
¡Ojalá lo hicieran, en vez de justificarse a sí mismos!
Ave Maria, gratia plena, Dominus Tecum. Benedicta Tu in mulieribus, et benedictus fructus ventris Tui, Iesus. Sancta Maria, Mater Dei, ora pro nobis peccatoribus, nunc, et in hora mortis nostrae. Amen.
Algunos se refieren por parroquia al gentío que va a misa los domingos, móvil en mano sin apagar, juguetes o chucherías para que el niño no se pille una rabieta (que al final se la pilla), tacones de aguja y faldas más cortas que la faja tubular que usaba mi amadísima abuela.
Un sacerdote que los llamaba domingueros. Y con cuánta razon.
Pues eso, que para muchos eso es una parroquia con mucha actividad.
Para mí, es una pantomima escandalosa.
Creo que en la celebración de la Misa donde todos son conocidos y se ocupan y preocupan del resto de los asistentes se cumple totalnente el sentido colectivo de la Adoración a Dios.
Un privilegio para el sacerdote que celebra y un honor para los asistentes.
A D. Luis Piqué:
Con todo el respeto: D. Jorge ha afirmado en varias ocasiones y por escrito que lleva las tres parroqiuias de la sierra y la virtual de S. José por voluntad propia.
Aunque yo al principio también pensé que se trataba del clásico ostracismo de los clásicos griegos ante la palabra repetida y por escrito de D. Jorge.he de creerle.
Y desde luego a tenor de la felicidad que derrocha no parece estar castigado.
No importan las cifras sino la calidad.
12 fueron los discípulos.
Animo a conocer la PARROQUIA SAN RAMÓN NONATO de Madrid. Recién publicado un libro "Al cruzar el puente" de D. Jose Manuel Horcajo su párroco, y la web con todas los proyectos de una iglesia en salida. En la línea de lo planteado.
Necesitamos iglesias de verdad con sacerdotes que no sean funcionarios.
Dejar un comentario