China-Vaticano: no cabe negociar mientras haya persecución
No nos engañemos. Las autoridades de la comunista República China no tienen ninguna intención de dejar de perseguir a los cristianos. En China siguen conviviendo dos iglesias: la verdadera -fiel a Roma, perseguida- y la de la Asociación Patriótica, bajo control gubernamental. Al tiempo que se prohíbe expresamente a los mandatarios del Partido Comunista chino la adhesión a confesión religiosa alguna, exigiendo su ateísmo, continúa la persecución a los cristianos. Hoy mismo, en este portal, informábamos sobre la preocupante situación de Mons. Pietro Shao Zhumin, obispo de Wenzhou, quien se encuentra hospitalizado y controlado por la policía, que le impide desarrollar sus funciones episcopales.
Hace tiempo que miembros destacados de la iglesia perseguida china expresan su preocupación por las negociaciones que la Santa Sede pudiera estar desarrollando con el gobierno comunista chino. Describen el desconcierto de los fieles perseguidos, al tiempo que claman por una posición menos condescendiente con los perseguidores.
Está claro que en tanto el gobierno de la República China no deje de perseguir a los católicos de la llamada “iglesia subterránea”, Roma no debería plantearse continuar con las negociaciones. La mínima cesión ante las autoridades comunistas supondría un durísimo revés para los cristianos que viven su fidelidad a Cristo en medio de la persecución.
En este sentido se expresa hoy el vaticanista Sandro Magister en su blog “Settimo cielo” alojado en L’Espresso, en un artículo que presenta una publicación de la Librería Editrice Vaticana en la que el autor proporciona “por primera vez los nombres de los obispos de cada diócesis china, oficiales y clandestinos, legítimos e ilegales”.
Reproducimos a continuación el artículo publicado por Sandro Magister en L’Espresso (las negritas son nuestras):
“(El dossier) sobre todo pone en línea las biografías, compiladas por la Secretaría de Estado, de 75 obispos muertos en China desde el año 2004 hasta hoy, todos ellos interrogados durante años o décadas de prisión, de trabajos forzados, de campos de reeducación, de arrestos domiciliarios, de policías permanentemente en las costillas.
Si éste es el tratamiento que el régimen comunista inflige a los obispos chinos en el terreno, es claro que todo esto deberá cesar, antes que el Vaticano acepte firmar con las autoridades de Pequín un acuerdo sobre los nombramientos de los futuros obispos.
El calvario de los obispos chinos, en efecto, no remite sólo a tiempos lejanos, a Mao Tse Tung y a la Revolución Cultural, cuando el objetivo declarado por el régimen era la aniquilación de la Iglesia Católica y la creación de un simulacro desligado de Roma y totalmente esclavizado.
Prosigue también después de la salida de prisión de los obispos o futuros obispos, obligados a trabajar en una mina de sal o en una cantera de piedra, a criar cerdos, a cocinar ladrillos, los más afortunados a poner suela a zapatos o a llevar a cabo un comercio ambulante.
Todavía en el 2005 hubo un obispo, Giovanni Gao Kexian, de la diócesis de Yantai, de quien se conoció su muerte después que desde 1999, secuestrado por la policía, se había perdido el rastro.
Lo mismo sucedió en el 2007 a otro obispo, Giovanni Han Dingxiang, de la diócesis de Yongnian, encarcelado durante veinte años, luego liberado pero de nuevo hecho desaparecer en el 2006, cuya muerte fue comunicada a los familiares después que ya había sido incinerado y sepultado en un lugar desconocido.
En el 2010 hubo también otro obispo, Giovanni Yang Shudao, de la diócesis de Fuzhou, muerto después de haber pasado veintiseis años en prisión y los otros “casi siempre mantenido en su domicilio y bajo un control estricto".
Para no hablar de las tribulaciones de los últimos obispos de Shanghai, el jesuita Giuseppe Fan Zhingliang, muerto en el 2014 después de “haber ejercido siempre el ministerio en la clandestinidad", y su sucesor Taddeo Ma Daqin, bajo arresto desde el 2012 por haberse distanciado de la Asociación Patriótica de los Católicos Chinos – en obediencia a Roma que juzga la pertenencia a esa Asociación “incompatible” con la fe católica – y desde entonces nunca más liberado, a pesar que hace un año se retractó de su distanciamiento.
De este año son por último el secuestro y la detención en una localidad ignota del obispo Pietro Shao Zhumin, de la diócesis de Wenzhou, de quien primero la embajada de Alemania en China y luego la misma Santa Sede, el pasado 26 de junio, han pedido públicamente el retorno a la libertad, sin ser escuchadas.
Frente a todo esto, el optimismo del cual da señales el papa Francisco cada vez que se refiere a la cuestión China, puede explicarse sólo como un ejercicio de Realpolitik impulsada al extremo.
Porque es cierto que una negociación está en curso entre las dos partes, con encuentros cada tres meses, una vez en Roma y otra en Pequín. Pero al lado de la impresionante ausencia de libertad de la cual da prueba el dossier vaticano publicado en estos días, hay al menos dos obstáculos para llegar a un acuerdo sobre los procedimientos de nombramiento de los futuros obispos.
El primero es que la Conferencia Episcopal China, de la cual se esperaría la indicación de los candidatos, actualmente está conformada solamente por los obispos oficialmente reconocidos por Pequín, sin la treintena de obispos “clandestinos” que, sin embargo, son reconocidos solamente por Roma; y no hay forma de convencer a las autoridades chinas para integrar también a éstos.
Mientras que el segundo obstáculo está dado por siete obispos “oficiales” que el régimen pretende sean reconocidos también por la Santa Sede, tres de los cuales han sido excomulgados públicamente y un par de ellos con amantes e hijos. (…)
Entre los obispos chinos hasta ahora “bajo arresto o imposibles de encontrar", según el meticuloso inventario publicado por la Libreria Editrice Vaticana, se agregan los tres siguientes a los arriba citados:
- Giacomo Su Zhimin, obispo de Baoding desde 1994, arrestado en 1996 y desde entonces sin más noticias sobre su suerte.
- Cosma Shi Enxiang, obispo de Yixian desde 1995, desaparecido desde el 2001. En enero del 2015 se difundió la noticia de su muerte, pero no ha sido confirmada por las autoridades chinas.
- Agostino Cui Tai, obispo coadjutor de Xuanhua desde el 2013, bajo arresto desde el 2014.
Además, es indicativo el diferente tratamiento impuesto por las autoridades chinas a dos obispos fallecidos a mitad de agosto: Paolo Xie Tingzhe, obispo de Urumqi (Xinjiang), y Silvestro Li Jiantang, obispo de Taiyuan (Shanxi).
Ambos pasaron décadas en los campos de trabajo forzado, pero mientras el primero no aceptó jamás inscribirse en la Asociación Patriótica de los Católicos Chinos, el segundo sí lo hizo, y se convirtió en secretario de la Asociación en su provincia y en miembro de la Conferencia Consultiva del Pueblo Chino, el organismo que acompaña a la Asamblea Nacional del Pueblo.
La consecuencia es que el primero, jamás reconocido por el gobierno, fue sepultado rápidamente y de prisa, con los feligreses mantenidos a distancia, mientras que para el segundo, oficialmente reconocido, se prepararon honores públicos durante varios días.”
Otras entradas publicadas en este blog sobre la persecución en China:
El dolor y la angustia de los católicos chinos
China: la persecución que no cesa
Persecución comunista: el caso de china
6 comentarios
Al tanto, que en China, existen: la iglesia fiel a Roma y la de la Asociación Patriótica( bajo el control del gobierno )
Con la esperanza, quem, los buensitas, misericordiosismos e irenistas, se cuiden de " negociar" , habiendo quedado mas que desconcertados los testigos del Evangelio y del Kerygma de la Pascua, con los funcionartios de turno los patéticos " interreligiosos" del estableshiment curialesco ecelsiástico, a todas luces, personajes " antiproféticos" que vienen enlodando la imagen del Cristo de los Evangelios, como, que ingnoraran, o no quieren ver y callan las persecuciones, detenciones y ejecuciones a los cristianos, católicos y creyentes a quienes "invitamos" a que se informen, debidamente, y, que tengan bien presente, lo que Jesús nos advirtiera:" No todos los que dicen Señor, ¡¡¡ Señor,¡¡¡ Señor ¡¡¡ entrarán al reino de los cielos"...
Por lo que Rogamos, para recordar ´´solidarizarnos´´ a través de la oración con los pastores, feligreses y conversos a raíz de las diversas pruebas, que están sufriendo, enfrentando y padeciendo actualmente en la Iglesia de China.
Por lo que Suplicamos , a fin de tener presente, apoyar a través de la oración a las comunidades de cristianos, católicos y creyentes para que sigan proclamando el Evangelio de la Pascua de Resurrección a pesar de las persecuciones, ataques y restricciones a las que está siendo sometidas por el régimen comunista de China.
Por lo que Imploramos, para no olvidar, que en China ´´ el Estado " capitalista" Comunista´´ ( ajeno a la estructura de la Iglesia) ha pretendido ponerse por encima de los Obispos y dirigir la vida de la comunidad eclesial, no respetando los principios de independencia, autogestión y administración de la Iglesia, lo que es inconciliable con la doctrina católica.
enrique Cheli Pedraza
educador
ciudadano argentino independiente
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Estimado Enrique
Le agradezco su comentario pero en adelante procure ser más breve, por favor.
Gracias por adelantado
María
Creo que tenemos más o menos el mismo edad .
Se acordara de la " Ost politik " de Pablo IV . Yo era de los críticos al Papa ...
Todavía , veo mi madre llorar a la llegada del Cardenal Mindszenty a Roma . Yo pensaba como Ud piensa hoy .....Finalmente que pasó al Este ....
Personalmente confió en la Iglesia .
Pour info .. Tengo un hijo sacerdote en Hong Kong desde el año 1998
...Lógico , Hong Kong no es China continental .
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