Persecución y apostasía

Si tomamos como punto de partida el año en que tuvo lugar el genocidio armenio -1914- podemos decir que la magnitud de la persecución que vienen sufriendo los cristianos en el último siglo tiene proporciones bíblicas. A modo de ejemplo: si retrocediéramos unas décadas más constataríamos que en este período el pueblo armenio ha sufrido tres genocidios, siendo el último de ellos –el que comenzara allá por 2011 con el giro fundamentalista que sufrieran las puerilmente aplaudidas primaveras árabes- trágicamente compartido con otras confesiones cristianas.

Pero la persecución que cientos de miles de cristianos han sufrido y sufren en estos últimos cien años no tiene sólo proporciones bíblicas. También son bíblicos algunos de sus escenarios.  Veamos algunos ejemplos:

I. La llanura de Nínive

De la llanura de Nínive huyeron casi un millón de personas en el verano de 2014, tras una intensa ofensiva del Daesh (Estado Islámico/ISIS). En esta provincia iraquí había cerca de 120.000 cristianos, la mitad de ellos en Mosul, ciudad en la que ahora se está librando una intensa batalla contra las tropas yihadistas para conseguir su liberación. A las zonas de la ciudad que han sido liberadas han regresado un puñado de familias cristianas: la agencia Fides informaba a mediados de febrero que “al menos tres familias armenias ya regresaron a sus casas, a pesar de la situación de inseguridad general que sigue pesando sobre toda la ciudad.” Familias armenias…biznietos, nietos, hijos de perseguidos.

En las zonas liberadas por el mismo ejército iraquí que en 2014 abandonara a su suerte a los civiles ninivitas, se están encontrando fosas que “almacenan” los cuerpos de hasta 15.000 personas. ¿Cuántos mártires entre ellos?

En las aldeas y áreas reconquistadas, los cristianos que han regresado han colocado cruces en los techos de sus casas y de las iglesias como signo de victoria frente a los terroristas.

En declaraciones a Radio Vaticano, el patriarca caldeo mar Luis Rafael I Sako ha afirmado que los cristianos desplazados se encuentran “en una situación trágica, porque se encuentran bajo una tienda en el desierto, sin electricidad, les falta agua, les falta comida y carecen de todas las condiciones necesarias para una vida digna”.

También ha explicado que “esta gente tiene miedo de no poder regresar a sus casas. Tiene miedo de las venganzas. Es una situación realmente difícil”. (ADI-Amigos de Irak)

Irak ha vivido un éxodo de cristianos que no tiene precedentes en la bimilenaria presencia de nuestros hermanos en la fe en estas tierras bíblicas. Se calcula que sólo unos 300.000 cristianos permanecen en el país –muchos de ellos desplazados en campos de refugiados- del millón y medio que lo habitaba en 2003.

II. Península del Sinaí

La “primavera” egipcia, que comenzara con las protestas en la plaza Tahrir de El Cairo, tuvo también su giro fundamentalista. En un primer momento salieron juntos a la calle musulmanes y coptos y –si tomamos en cuenta los testimonios recogidos por Fernando de Haro en su libro “Coptos; viaje al encuentro de los mártires de Egipto”- uno de los lemas más coreados fue “no a Mubarak, la luna creciente y la cruz están juntas”. Sin embargo, tras la dimisión del presidente egipcio, las protestas de la plaza Tahrir serán dominadas por los Hermanos Musulmanes, los coptos serán expulsados de la plaza y, en lugar de corear “lleva la cabeza bien alta, eres egipcio”, se oirá gritar “lleva la cabeza bien alta, eres musulmán”.

Se inicia así un periodo muy difícil para los cristianos coptos que, al parecer, estarán aún más desprotegidos con la recién estrenada democracia que durante la dictadura anterior.

Las persecuciones a los coptos comenzarían unos cuantos siglos antes de las que sufrieran los armenios. Ya bajo el dominio musulmán comenzaban las restricciones: no podían construir templos nuevos y estaban obligados a pagar la jizya. La respuesta a la rebelión de estos cristianos en el siglo IX fue una represión brutal: los rebeldes serán ejecutados por miles, los pueblos cristianos destruidos, las mujeres y los niños convertidos en esclavos.

Con periodos de mayor o menor intensidad, la persecución del pueblo copto –el pueblo de la cruz tatuada en la piel- ha llegado hasta nuestros días. Durante la presidencia de Nasser todavía no estaba claro el modo de conseguir un permiso para poder construir una iglesia, y frecuentemente se conseguía por inmediación del patriarca copto. El posterior gobierno de Anwar el Sadat sólo complicaría la situación, al utilizar el islam como elemento unificador de la identidad nacional. En 1979 Sadat reformará la Constitución egipcia:

La reforma que aprueba Sadat en esta cuestión es mínima, al menos gramaticalmente. El anterior artículo de la Carta Magna aseguraba que “el islam es la religión del Estado, el árabe su lengua oficial y los principios de la sharía (ley islámica) una de las principales fuentes de derecho”. Se cambia “una” por “la”, por tanto la sharia no es ya una de las fuentes principales sino la única. (Fernando de Haro. Coptos: viaje al encuentro de los mártires de Egipto.)

La frágil situación de los coptos egipcios se ha complicado todavía más con el aumento de la radicalización islámica, a menudo bajo la forma de atentados reivindicados por yihadistas pertenecientes al Estado Islámico. En los días pasados nos han llegado tristes noticias en este sentido desde la península del Sinaí, en la que los coptos han sido atacados por terroristas islámicos.

En poco más de dos días, decenas de familias cristianas –casi mil personas, en su mayoría coptos–  han huido de Sinaí del Norte, tras los hechos de violencia sufridos, perpetrados por los yihadistas, que hace algunas semanas habían prometido reforzar sus ataques contra “los infieles de Egipto”.

Las familias que huyeron han sido acogidas en Ismailya, en Suez y en El Cairo, y los habitantes de estas ciudades –cristianos y musulmanes– tratan de ayudarlos como pueden, ya sea alquilando casas, entregándoles ropa o utensilios y ofreciendo su colaboración.

AsiaNews ha transcrito algunos testimonios de esos cristianos. Por ejemplo, el de Nabila Fawzi, una mujer copta que huyó de Al Arish, la capital del Sinaí: “Tocaron a mi puerta a las 10 de la noche. Dos hombres encapuchados le dispararon a mi hijo y entraron por la fuerza, llevando armas automáticas. Tenían una lista de nombres, de cristianos del barrio. Fueron al dormitorio y le dispararon a mi marido (76 años). Me preguntaron dónde teníamos el oro, pero el único de oro que yo tenía para darles era mi alianza. Luego prendieron fuego a la casa”.

Hanna Daniel, otra fugitiva cristiana, explica: “Algún que otro copto de Al Arish encontró escrita en la puerta de su casa alguna amenaza de muerte, o quizás solo la palabra “¡Váyanse!”. Nos acusan de ser “cruzados”. Hemos dejado todo: tememos por la vida de nuestros hijos, que además van a perder el año escolar”.

Cuando la secuencia de asesinatos de cristianos en el Sinaí ya había comenzado, los afiliados al autoproclamado Estado Islámico lanzaron un mensaje de vídeo en el que reivindicaban una nueva campaña de violencia dirigida contra los coptos, definidos por los yihadistas como “la presa favorita”. El mensaje de vídeo ensalzaba la figura de Abu Abdullah al-Masri, el joven terrorista suicida que el 11 de diciembre se hizo estallar en el complejo de la iglesia de Botrosiya, adyacente a la catedral copta ortodoxa de El Cairo, matando a 29 personas. (ADI-Amigos de Irak)

Entre los grupos que ofrecen ayuda y acogida a los coptos egipcios que han huido de Al Arish y del norte del Sinaí, se encuentran musulmanes que son voluntarios locales de la Media Luna Roja. Por otra parte, “la Casa de la Fatwa, organismo egipcio presidido por el Gran Mufti de Egipto y encargado de difundir pronunciamientos para la orientación y de disolver las dudas y controversias relativas a la aplicación de los preceptos del Corán, ha emitido un comunicado para condenar la cadena de asesinatos, haciendo hincapié en que la campaña orquestada por los grupos yihadistas contra los cristianos nativos de Egipto busca explícitamente sabotear la unidad nacional.” (ADI)

III. Persecución y apostasía

Afirmaba San Juan Pablo II que el siglo XX ha dado más mártires a la Iglesia que los diecinueve siglos anteriores y, transcurridos sólo 16 años del XXI, se diría que la persecución no amaina, sino todo lo contrario: arrecia. Al mismo tiempo, en estas últimas décadas las democracias occidentales parecen haber decidido acelerar el proceso de construcción del entramado legislativo que profundiza en la apostasía, con normas que contradicen la ley natural y amenazan con desencadenar una persecución incruenta (no ruedan cabezas…) contra quienes osen contradecir o cuestionarse siquiera sus demenciales presupuestos antropológicos.

¿Tienen algo que ver ambas realidades? ¿Sufren los perseguidos por nuestra apostasía? Les planteo de nuevo la pregunta que, como cierre al testimonio que compartía con ustedes en el post anterior, lanzaba Monseñor Munilla: “¿Habrá querido la providencia de Dios que esos inocentes den testimonio de su martirio para sacudir nuestra mediocridad?”

Occidente, otrora cristiano, no es sólo mediocre: está sumido en la apostasía. Este es -si me permiten la expresión- nuestro “escenario bíblico", y no olviden que Dios es el dueño de la historia, no un relojero que puso en marcha el devenir humano quedándose después como inoperante espectador.

¿Qué tenemos que ver nosotros en la persecución?¿Podría tener algo que ver que  los herederos de la cristiandad hayan decidido masivamente dar la espalda a Dios? Hablo del misterio de iniquidad que con tanto acierto explicaba el padre Sebas en el vídeo que compartía con ustedes en el post “Y yo, ¿qué puedo hacer?”

Y ahora, reyes, sed sensatos; escarmentad los que regís la tierra: servid al Señor con temor, rendidle homenaje temblando; no sea que se irrite, y vayáis a la ruina, porque se inflama de pronto su ira. ¡Dichosos los que se refugian en él! (Salmo 2)

No seguiréis a dioses extranjeros, dioses de los pueblos vecinos, porque el Señor, tu Dios, es un Dios celoso en medio de ti. No sea que se encienda la ira del Señor, tu Dios, contra ti y te extermine de la superficie de la tierra. No tentaréis al Señor, vuestro Dios, poniéndolo a prueba como en Masá. (…)Y nos mandó cumplir todos estos mandatos, temiendo al Señor, nuestro Dios, para nuestro bien perpetuo, para que siguiéramos con vida, como hasta ahora. Sólo tendremos justificación si ponemos por obra estos preceptos ante el Señor, nuestro Dios, como nos lo tiene ordenado. (Dt 6, 14-16; 24-25)

 

 

4 comentarios

  
Anónimo...
Es famosa la frase de Mahoma: 'Si la montaña no viene a Mahoma, Mahoma irá a la montaña'. No obstante, prefiero la de JESÚS: 'Si tuvieras suficiente Fe (pone como ejemplo la de un grano de mostaza -la semilla más pequeña de todas-) le dirías a la Montaña que se trasladará de allí al mar y lo haría'.

Y además, resucitó.

; )

13/03/17 12:00 AM
  
pedro de madrid
Hace tiempo que compruebo que existe un denominador común, los perseguidores (blasfemos, ateos, poderosos, extorsionadores, homo., etc.) son casi todos gente rica y los perseguidos, humillados, asesinados son (casi todos) pobrísimos. Bendito sea Dios
13/03/17 1:37 PM
  
Luis Piqué Muñoz
Los Terroristas que asesinan en el Tercer Mundo a los Cristianos vienen de aquí ¡el Perverso Occidente! Hacen el Juego Sucio a una democracia Bestial ¡la Bestia! que busca encarnizada y ferozmente la Persecución de Cristo, aquí con medidas Salvajes y disparatadas AntiNatura ¡al Perseguir a Dios, Persigue al Hombre y la Naturaleza, sólo busca su Destrucción física o Espiritual, la desesperación y aburrimiento que hoy manda en el pestilente y depravado Mundo moderno! allí, en el torturado y Mártir Tercer Mundo, con el asesinato, Tortura, Abusos y Esclavitud masiva de los mártires Cristianos ¡El satánico Occidente, la criminal y Genocida ONU ¡y no sólo con el Aborto! silencia y Oculta toda esta monstruosa Tragedia ¡y conspira y es cómplice de ella ¡la Bestia! Nada más ¡Muera el Perverso Occidente! ¡Muera el Fascismo democrático! ¡Muera el Nazifeminismo! ¡Viva el Tercer Mundo! ¡Viva la Libertad! ¡Viva el Martirio! ¡Viva la Cruz! ¡Viva Cristo! ¡Viva el Espíritu Santo! ¡Viva Dios!
14/03/17 5:25 PM
  
María Hart
Es usted una payasa. Deje de perseguir usted al papa, so pelma.
______________________________________
Estimada María Hart:

Como es el tercer comentario suyo que recibo en estos términos ofensivos se lo publico, con el único fin de recomendarle que, si le molesta lo que se publica en este blog, simplemente deje de leerlo.

No se moleste en enviar más comentarios.

Atentamente,
María Arratíbel
16/03/17 3:01 PM

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