Sé misericordia #BeGodsMercy
Yo era una de esas ateas idiotas que se ríen de la Iglesia. Lo de idiota, ya saben, lo digo yo de mí misma desde que leí “Dios existe, yo me lo encontré”, de André Frossard, quien definía su ateísmo como idiota, refiriéndose al tipo de ateo que no se hace preguntas, y que encuentra “natural estar posado sobre una bola de fuego recubierta por una delgada envoltura de barro seco, que gira sobre sí misma a una velocidad supersónica y alrededor de una especie de bomba de hidrógeno arrastrada en el giro de miles de millones de lucecitas de origen enigmático y de destino desconocido.”
Algunos imaginan que todos los ateos están continuamente preguntándose los porqués del origen, el orden y la muerte. Pues no, existen no pocos “ateos idiotas”. Uno puede estar la mar de entretenido sin hacerse preguntas de esas, incluso asumir la putrefacción después de la muerte como algo normal que, al fin y al cabo, viene sucediendo desde hace milenios…
El caso es que un día Dios quiso hacerme saber que existe, e inmediatamente tuve un encuentro absolutamente acogedor y feliz con Su Iglesia a la que, con la misma inmediatez, entendí que yo pertenecía también. Hasta entonces, como les decía al principio, de la Iglesia simplemente me mofaba. Sin embargo, todavía no sabía que existen párrocos que no pueden comprar un misal, catecúmenos sin libro de catequesis, seminarios sin recursos para dar de comer a los seminaristas, sacerdotes que carecen de vehículo y tienen a su cargo parroquias que comprenden kilómetros y kilómetros cuadrados de extensión, vocaciones sin convento…cristianos decapitados por no renunciar a su fe.
Tiempo después, supe de esta Iglesia gracias a Ayuda a la Iglesia Necesitada-ACN. El caso es que en los años que venimos recibiendo en casa los boletines he ido conociendo una Iglesia cuya existencia jamás hubiera imaginado durante mis décadas de ateísmo: la Iglesia que pasa necesidad, la Iglesia perseguida. Empecé a poner cara a mis hermanos en la fe necesitados y perseguidos. En muchos casos, perseguidos hasta el martirio. Por no renunciar a aquella fe de la que yo me había reído durante tantos años, miles de cristianos en el mundo sufren discriminación, persecución, muerte.
Les hablaba antes del ateísmo idiota. Del no hacerse preguntas. De la negación de toda trascendencia. Puede un ateo incluso pensar que Dios es innecesario, sólo un invento para responder a preguntas incómodas, que basta con satisfacer deseos para ser feliz. Pero la realidad se impone: detrás de un deseo, viene otro, y luego otro…y así hasta el infinito. El ateo no conoce, no adivina, no imagina la plenitud. Sólo la busca, sediento de emociones, sin saberlo: “Nos hiciste, Señor, para Ti, y nuestro corazón está inquieto hasta que descansa en Ti” (San Agustín – Confesiones) Por el contrario, el converso ha recibido el regalo de la Esperanza, y sabe que la plenitud es posible. Tiene muy claro, por tanto, aquello de que “no solo de pan vive el hombre” y entiende que no tiene sentido la misión sin el anuncio del Evangelio. Por eso nos gusta Ayuda a la Iglesia Necesitada, porque no practica la filantropía asistencial; tiene un carácter abiertamente pastoral: “Movidos por el amor de Cristo, al servicio de la Iglesia que sufre".
Hace poco más de un año, especialmente empujada por las noticias que llegaban sobre la persecución en Siria, Irak y Nigeria, me dije lo que tantos de ustedes se habrán dicho cuando han tomado la decisión de hacer algún tipo de voluntariado: “Tengo que hacer algo más.” De modo que llamé a uno de los teléfonos que salían en el boletín de Ayuda a la Iglesia Necesitada-ACN y dije que quería ser voluntaria. Quería, por una parte, ayudar en la tarea de dar a conocer la realidad de la Iglesia necesitada y perseguida, porque comprobaba con impotencia una y otra vez que una buena parte de los católicos españoles lo ignoramos todo sobre las condiciones en que viven su fe tantísimos hermanos nuestros y conocer esta realidad aumenta nuestra pobre fe. Y, por otra, porque nuestros hermanos en la fe necesitan ayuda. Mucha ayuda…
Quiero hoy darles a conocer a esa Iglesia necesitada a través de la última campaña que ha lanzado ACN-España en todo el mundo: “Sé misericordia”
Durante este Año Santo, Ayuda a la Iglesia Necesitada –ACN quiere secundar la iniciativa del Santo Padre con una campaña al unísono en 22 países para “recaudar” de cada uno de nosotros obras de caridad hacia nuestros hermanos más necesitados. Solo así ellos podrán seguir poniendo rostro a la misericordia en tantos rincones del mundo donde tanto se necesita.
Les invito a visitar la web “Sé misericordia” para conocer a algunos de esos apóstoles de la misericordia, para conocer un poco más a esa Iglesia que pasa necesidad. Y, para ver un ejemplo del fruto de la ayuda que prestan tantos benefactores, les invito también a ver el vídeo que comparto con ustedes a continuación.
¿Recuerdan a Myriam? En un post publicado en el mes de marzo incluía una conmovedora entrevista que un periodista realizaba a esta niña cristiana refugiada en el Kurdistán iraquí. Seguro que la recuerdan, y recordarán que Myriam se lamentaba –a su manera, con esa sonrisa- por no poder ir a la escuela… Les adelanto el final del vídeo: Myriam nos pide oración. No dejemos de sostener con nuestra oración a Myriam, y a todos nuestros hermanos perseguidos.
7 comentarios
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Se ha unificado el logo . ACN responde a Aid to the Church in Need
Yo soy socio de Ayuda a la Iglesia Necesitada desde hace no sé cuánto, quizá 30 o 40 años o más. Guardé mucho tiempo los Boletines porque comenzaban con una carta del fundador, el padre Werenfried van Straaten. Era realmente admirable como unía siempre a la acción benéfica en favor de la Iglesia necesitada las grandes motivaciones de la fe y la caridad.
Nada de filantropía naturalista. Hagamos como "nuestro Señor Jesucristo, que siendo rico [Dios], se hizo pobre [hombre], para enriquecernos [deificarnos] por su pobreza [encarnación]" (2Cor 8,9).
Ésa era la espiritualidad caritativa-solidaria de Cristo, de San Pablo, del muy venerable P. Werenfried. Y debería serlo de todas las organizaciones de la caridad cristiana benéfica.
Y es CLARK Gable, no Garg.
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