8.03.17

Dios corre a buscar al pecador y le hace volver a Él

Las lecturas de hoy, Miércoles de la Primera Semana de Cuaresma, muestran dos realidades fundamentales para el hombre. A saber:

- Es Dios quien busca al pecador para ofrecerle su perdón. Como enseña san Juan María Vianney “no es el pecador quien vuelve a Dios para pedirle perdón, sino que es el mismo Dios que corre a buscar al pecador y le hace volver a Él".

- Quien rechaza ese ofrecimiento de Dios es merecedor de la condenación eterna.

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7.03.17

La Palabra del Señor cumple la misión encomendada

Primera lectura del Martes de la Primera Semana de Cuaresma

Así habla el Señor:
Así como la lluvia y la nieve descienden del cielo
y no vuelven a él sin haber empapado la tierra,
sin haberla fecundado y hecho germinar,
para que dé la semilla al sembrador
y el pan al que come,
así sucede con la palabra que sale de mi boca:
ella no vuelve a mí estéril,
sino que realiza todo lo que yo quiero
y cumple la misión que yo le encomendé.
Is 55,10-11

Enseña el apóstol San Pablo que somos “labranza de Dios” (1ª Cor 3,9). Bien haremos en dejarnos empapar por la Palabra de Dios que riega nuestras almas para que podamos dar buen fruto y seamos salvos.

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6.03.17

Castigo eterno, vida eterna

Lectura del evangelio del Lunes de la primera Semana de Cuaresma

Jesús dijo a sus discípulos: 

“Cuando el Hijo del hombre venga en su gloria rodeado de todos los ángeles, se sentará en su trono glorioso. Todas las naciones serán reunidas en su presencia, y él separará a unos de otros, como el pastor separa las ovejas de los cabritos, y pondrá a aquellas a su derecha y a estos a su izquierda. 
Entonces el Rey dirá a los que tenga a su derecha: ‘Vengan, benditos de mi Padre, y reciban en herencia el Reino que les fue preparado desde el comienzo del mundo, porque tuve hambre, y ustedes me dieron de comer; tuve sed, y me dieron de beber; estaba de paso, y me alojaron; desnudo, y me vistieron; enfermo, y me visitaron; preso, y me vinieron a ver’. 

Los justos le responderán: ‘Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te dimos de comer; sediento, y te dimos de beber?  ¿Cuándo te vimos de paso, y te alojamos; desnudo, y te vestimos? ¿Cuándo te vimos enfermo o preso, y fuimos a verte?’. 

Y el Rey les responderá: ‘Les aseguro que cada vez que lo hicieron con el más pequeño de mis hermanos, lo hicieron conmigo‘. 

Luego dirá a los de su izquierda: ‘Aléjense de mí, malditos; vayan al fuego eterno que fue preparado para el demonio y sus ángeles, porque tuve hambre, y ustedes no me dieron de comer; tuve sed, y no me dieron de beber; estaba de paso, y no me alojaron; desnudo, y no me vistieron; enfermo y preso, y no me visitaron’. 

Estos, a su vez, le preguntarán: ‘Señor, ¿cuándo te vimos hambriento o sediento, de paso o desnudo, enfermo o preso, y no te hemos socorrido?’. 

Y él les responderá: ‘Les aseguro que cada vez que no lo hicieron con el más pequeño de mis hermanos, tampoco lo hicieron conmigo‘. 

Estos irán al castigo eterno, y los justos a la Vida eterna“. 
Mt 25,31-46

Nuestro Señor Jesucristo desmonta cualquier solafideísmo con esas palabras a los discípulos. No hay fe que salve si no va acompañada de obras (Stg 2,17). Como dice San Pablo, «si tuviera fe como para mover montañas, pero no tengo amor, no sería nada» (1ª Cor 13,2).

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5.03.17

Retírate, Satanás

Del evangelio de hoy, I Domingo de Cuaresma

Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto, para ser tentado por el demonio. Después de ayunar cuarenta días con sus cuarenta noches, sintió hambre. Y el tentador, acercándose, le dijo: “Si tú eres Hijo de Dios, manda que estas piedras se conviertan en panes".

Jesús le respondió: “Está escrito: El hombre no vive solamente de pan, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios“.

Luego el demonio llevó a Jesús a la Ciudad santa y lo puso en la parte más alta del Templo, diciéndole: “Si tú eres Hijo de Dios, tírate abajo, porque está escrito: Dios dará órdenes a sus ángeles, y ellos te llevarán en sus manos para que tu pie no tropiece con ninguna piedra".

Jesús le respondió: “También está escrito: No tentarás al Señor, tu Dios“.

El demonio lo llevó luego a una montaña muy alta; desde allí le hizo ver todos los reinos del mundo con todo su esplendor, y le dijo: “Te daré todo esto, si te postras para adorarme".

Jesús le respondió: “Retírate, Satanás, porque está escrito: Adorarás al Señor, tu Dios, y a él solo rendirás culto“.  Entonces el demonio lo dejó, y unos ángeles se acercaron para servirlo.
Mt 4,1-11

Es claro que Satanás sabe citar la Escritura para manipularla y tentarnos. Lo hizo con Cristo y lo puede hacer con nosotros. Desde que la Iglesia es Iglesia, muchos han sido y son los que retuercen el sentido de la Palabra de Dios para buscar aquello que resulte más tentador. 

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4.03.17

Dejándolo todo, se levantó y lo siguió

Del evangelio de hoy, sábado después de Ceniza

Jesús salió y vio a un publicano llamado Leví, que estaba sentado junto a la mesa de recaudación de impuestos, y le dijo: “Sígueme". El, dejándolo todo, se levantó y lo siguió. 

Leví ofreció a Jesús un gran banquete en su casa. Había numerosos publicanos y otras personas que estaban a la mesa con ellos. Los fariseos y los escribas murmuraban y decían a los discípulos de Jesús: “¿Por qué ustedes comen y beben con publicanos y pecadores?".
Pero Jesús tomó la palabra y les dijo: “No son los sanos los que tienen necesidad del médico, sino los enfermos. Yo no he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores, para que se conviertan“.
Luc 5,27-32

No hay pecado ni pecador que no pueda ser alcanzado por la misericordia del Señor. Como dice San Pablo, donde abundó el pecado, sobreabundó la gracia. 

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