Paz, paz, paz.... om, om, om.
Paz, paz, paz…. om, om, om….. diálogo, diálogo, diálogo.
El hecho de que los hombres hayamos sido creados a imagen y semejanza de Dios, no nos concede la potestad de que nuestras palabras, aun repetidas como mantras, sirvan para crear ex nihilo. Y cuando hay unos asesinos dispuestos a matar, por mucho que deseemos la paz y el diálogo, las pistolas se disparan y las bombas explotan. Por tanto, aunque Zapatero y Monseñor Uriarte se pasen lo que les queda de vida diciendo "paz, paz, paz…. diálogo, diálogo, diálogo", seguiremos teniendo secuestros, asesinatos y extorsiones a menos que Eta desaparezca.
Eta puede desaparecer de tres maneras diferentes: