14.04.07

Renovación Carismática: Iglesia en movimiento

Hay algo que caracteriza y diferencia a la Renovación Carismática Católica (RCC) de otros movimientos. No se queda en sí misma. Me explico. Existen jesuitas carismáticos, dominicos carismáticos, capuchinos carismáticos (pe, el predicador del Papa), sacerdotes y laicos no adscritos a ningún otro movimiento concreto que son carismáticos, etc, etc.

Hace unos días le pedí al padre Joaquín Climent, director de Civitas Dei, que escribiera acerca de la Renovación, génesis y desarrollo, y lo que significa ser carismático. Su experiencia de varias décadas dentro de la RCC hacen que sea una de las voces más autorizadas en España para tratar este asunto.

Renovación carismática: Iglesia en movimiento

Después de celebrar la Pascua, una vez más la misericordia providente de Dios nos ofrece una nueva posibilidad de hacer experiencia de su amor sin mitigaciones ni regateos. San Pablo, el hombre del gran cambio nos invita a dejar de lado las mediocridades, las niñerías, y el "mañana" o el "después", para tomarnos en serio la vida de fe y vivir consciente y consecuentemente el ser hijos de Dios: Los que se dejan guiar por el Espíritu de Dios, esos son hijos de Dios (Rm 8,14)

La autoridad suprema para discernir la autenticidad de un movimiento en la Iglesia pertenece al Papa. Todos los Papas han apoyado públicamente a la Renovación Carismática desde su comienzo bajo el pontificado de Pablo VI. Fue el mismo, el papa Pablo VI, quien en el encuentro internacional celebrado en Roma en 1975 por la Renovación Carismática Católica, delante de más de 10.000 personas afirmó: "Hoy, o se vive con devoción, con profundidad, con energía y con gozo la propia fe, o se la pierde".Es indudable que esta afirmación del Santo Padre hace 32 años continua siendo más que valida para hoy. El Papa nombró al Cardenal Suenens, su delegado ante la Renovación Carismática mundial, y con motivo de este encuentro le concedió celebrar La Eucaristía en el altar mayor de San Pedro, lo cual es un signo extraordinario de respaldo a "esta corriente de Gracia".

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13.04.07

Camino de Pentecostés

La Semana Santa ha pasado. Cristo ha resucitado y está sentado a la derecha del Padre. Nos ha abierto la puerta al cielo, nuestro hogar eterno, pero todavía no es el tiempo de nuestra partida. Queda mucho por hacer acá abajo, porque si en verdad creemos que la voluntad del Señor ha de hacerse así en la tierra como en el cielo, sus hijos hemos de ser agentes activos que trabajan porque se cumpla dicha voluntad en el mundo. Hasta que lleguen los nuevos cielos y la nueva tierra, somos embajadores del Reino de Dios entre la humanidad que todavía no ha vuelto sus pasos hacia el Creador.

Mas bien sabe Dios que todavía somos débiles y por eso dispuso enviarnos al Consolador, al Espíritu Santo que es el Dios que procede del Padre y del Hijo, del amor divino que se profesan. El Padre nos ama tanto que no sólo envía a su Hijo para salvarnos, sino también al Espíritu Santo para santificarnos, para que seamos partícipes de su naturaleza, para que podamos ser templos vivos de la divinidad. Como la Shekinah guió al pueblo elegido por el desierto, el Espíritu Santo habita en el corazón del creyente para guiarle en el camino hacia la tierra prometida de la santidad. La Ley ya no está escrita en tablas de piedra sino en corazones de carne. Pero es necesario que cada cual se libre de su propio becerro de oro, pues Dios sigue siendo un Dios celoso, que odia el pecado y disciplina a sus hijos, no para destruirlos sino para purificarles. Mal Padre tendríamos si su santidad no rechazara nuestro pecado y su ira fuera destructora.

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12.04.07

El nuevo arzobispo de Tanger es un hombre obediente

Sin embargo, para que no se divulgue más entre el pueblo, amenacémosles para que no hablen de aquí en adelante a hombre alguno en este nombre. Y llamándolos, les intimaron que en ninguna manera hablasen ni enseñasen en el nombre de Jesús.
Mas Pedro y Juan respondieron diciéndoles: Juzgad si es justo delante de Dios obedecer a vosotros antes que a Dios. Porque no podemos dejar de decir lo que hemos visto y oído.

…..
Cuando los trajeron, los presentaron en el concilio, y el sumo sacerdote les preguntó, diciendo: ¿No os mandamos estrictamente que no enseñaseis en ese nombre? Y ahora habéis llenado a Jerusalén de vuestra doctrina, y queréis echar sobre nosotros la sangre de ese hombre.
Respondiendo Pedro y los apóstoles, dijeron: Es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres.

Hechos 4,17-20 y 5,26-29

El padre franciscano Santiago Agrelo Martínez fue nombrado ayer por Su Santidad nuevo arzobispo de Tánger. Nacido el 20 de junio del 1942, inició sus estudios en el Seminario Menor franciscano de Herbón-Padrón (A Coruña) y desarrollo Filosofía y Teología en Ponteareas (Pontevedra) y la Universidad Pontificia de Salamanca. Especializado en Liturgia, obtuvo el doctorado en Roma, ofreció sus votos solemnes en la Orden franciscana de la provincia de Santiago de Compostela en 1963 y fue ordenado sacerdote en Salamanca en el 1966. Profesor de Liturgia en Roma y Santiago, ha sido director espiritual del Seminario Menor de Herbón y, entre otras funciones, fue Visitador General de la Provincia franciscana de Portugal y Ecónomo de la de Santiago.

Bien, en El Correo Gallego me encuentro con las siguientes declaraciones del arzobispo electo:

En Marruecos está prohibida la conversión, pero el padre Agrelo señala que "si voy a un país, sus reglas empiezan a ser las mías". Además, "no tenemos ningún interés en hacer prosélitos. No se trata de eso. Y tengo el convencimiento de que todos los hombres y mujeres de este mundo, a su modo, buscamos al mismo Dios, aunque le demos nombres o figuras distintas".

A ver si lo he entendido bien. Como en Marruecos la ley prohibe predicar el evangelio a los musulmanes, el futuro arzobispo piensa obedecer a la ley. Y no sólo lo piensa: ¡¡¡ LO DICE ABIERTAMENTE !!!

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11.04.07

Ya aburren con esa acusación, decía el obispo Romero

Este texto pertenece a una homilía de Monseñor Romero. Comentando el pasaje de Romanos 15,4-9, decía:

La Palabra de Dios, pues, según San Pablo en la lectura de hoy, tiene que ser una palabra que arranque de la eterna antigua palabra de Dios pero que toque la llaga presente, las injusticias de hoy, los atropellos de hoy y esto es lo que crea problemas. Esto es ya decir: "la Iglesia se está metiendo en política, la Iglesia se está metiendo a comunista". Ya aburren con esa acusación. Ténganlo en cuenta de una vez, no se mete en política, sino que es la palabra como el rayo de sol que viene desde las alturas e ilumina, ¿qué culpa tiene el sol de encontrar su luz purísima charcos, estiércol, basura en esta tierra?. Tiene que iluminarlo, si no, no sería sol, no sería luz, no descubriría lo feo, lo horrible que existe en la tierra; así como también ilumina la belleza de las flores y le da el encanto a la naturaleza. La palabra de Dios, también, hermanos, por una parte ilumina lo horrible, lo feo, lo injusto de la tierra y alienta el corazón bueno, los corazones que gracias a Dios abundan que se iluminan con esta luz eterna de su palabra divina.

Esto es predicar hoy la palabra, predicación que, como en los tiempos de los profetas, tiene que crear problemas y tiene que despertar odios y tiene que sacudir resentimientos, hasta la forma más vulgar que hemos llegado a ser el objeto. Pero, hermanos, que la basura sienta odio de la luz es gloria de la luz. Ser calumniado por quienes se sienten tocados en su injusticia es un honor. Por eso les digo, hermanos, a mí no me aflige la calumnia. Yo les agradezco las innumerables manifestaciones de solidaridad que me llegan en estos días, pero les digo, tengan alegría y confianza, que no me afligen, al contrario, me honran.

Independientemente de las razones concretas que llevaron a este obispo a decir eso, ¿no es ese discurso vigente para cualquier época?

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10.04.07

Los pobres, presencia de Cristo en el mundo y en la Iglesia

En el pasaje evangélico de Mateo 25,31-46 encontramos una de las claves que necesariamente han de marcar cualquier intento de hacer teología sobre los pobres, los enfermos y los marginados. Sin entrar en el reduccionismo de determinados teólogos de la Teología de la Liberación, que hacen del pobre prácticamente el único lugar teológico sobre el que construir su cristología, es necesario reconocer que Cristo mismo anuncia en el evangelio su presencia en los pobres y necesitados. Dada la contundencia de sus palabras "lo que les hagáis a ellos, me lo hacéis a mí", podríamos hablar de una presencia cuasi-sacramental.

Por tanto, el pobre no es un mero recepto de la caridad cristiana, aunque nadie puede dudar que ésta es absolutamente necesaria y pertinente. El pobre es también presencia de Cristo y, como tal, una buena cristología debe de asumir la necesidad de profundizar en ese hecho. Es más, la Escritura habla de la pobreza de Cristo como fuente de nuestra riqueza:
2ª Cor 8,9
Porque ya conocéis la gracia de nuestro Señor Jesucristo, que por amor a vosotros se hizo pobre, siendo rico, para que vosotros con su pobreza fueseis enriquecidos.

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