6.10.07

Los tramposos

El último caso conocido es el de la atleta estadounidense Marion Jones. Acaba de reconocer, entre lágrimas, que se dopó hace años. O sea, hizo trampa. Y por tanto, aunque no sé bien cuál es la legislación deportiva internacional, lo más probable es que se le despoje de todas sus medallas y posibles records. Ahora bien, ¿de qué vale ya eso? ¿acaso van a quitarle la "felicidad" que obtuvo injustamente al ganarlas? ¿quién devuelve a las atletas que quedaron segundas tras ella, ese momento "glorioso" de alzar los brazos al finalizar la carrera y el de subirse al cajón más alto donde te cuelgan el oro? O por poner un ejemplo español, aunque a Oscar Pereiro le han concedido por fin el triunfo en el tour de 2005 debido al doping de Floyd Landis, ¿quién le va a dar la foto vestido de amarillo en los Campos Elíseos de París? Nadie.

Y como Marion, tantos otros. Algunos deportes parece especialmente infectados por esa plaga que desvirtúa las competiciones y, no se olvide, pone en peligro las vidas de los deportistas. El dinero y el prestigio personal son la tentación que hace caer a aquellos que no confían lo suficiente en sus capacidades propias para lograr la victoria. La ciencia avanza tan rápido que los tramposos van por delante de la ley y se aprovechan de la fabricación de drogas sintéticas que todavía no pueden ser detectadas por los análisis ordinarios. Algunos consiguen librarse de la sanción porque no les pillan. Y quien tiene tan mal formada la conciencia como para doparse es difícil que acabe por reconocer, pasados los años, que así lo hizo. A veces ocurre, como es el caso de Marion Jones, pero muchos se irán de esta vida sin reconocer que hicieron trampas. Entonces la mentira se impone y sólo se sabrá la verdad ese día en que todo lo oculto quedará de manifiesto.

Como bien saben los conocedores de las Escrituras, San Pablo hace una comparación entre la vida cristiana y la competición deportiva:

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5.10.07

Carta a las juventudes del PSOE a cuenta del ingenioso vídeo en apoyo de la EpC

Estimados muchachos, hijos de Pablo Iglesias y la Logse felipista, os doy las gracias por haber derrochado tanto ingenio con vuestro vídeo en apoyo de la asignatura de Educación para la Ciudadanía. Habéis prestado un servicio impagable a la sociedad española. Ahora nadie puede llamarse a engaño. Ya sabemos que la EpC quiere enseñar a nuestros hijos que la unión entre homosexuales es matrimonio, que el Catecismo no es compatible con la Constitución y que el sector conservador de la sociedad considera que las mujeres son seres inferiores. Es obvio el efecto que la ideología progresista produce en vuestras neuronas, y ahora entendemos qué es lo que vuestro partido pretende hacer con nuestros hijos a través de esa asignatura. Así que nunca os agradeceremos lo suficiente por la labor que estáis haciendo para abrir los ojos a los padres cristianos que todavía se niegan a ver lo que se nos viene encima.

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4.10.07

Carta abierta de Roma Æterna -Una Voce- a Monseñor Julián López

ASOCIACIÓN CULTURAL ROMA ÆTERNA

Agregada a la Federación Internacional UNA VOCE

CARTA ABIERTA AL SR. OBISPO DE LÉON

+ Barcelona, 3 de octubre de 2007.

Excelentísimo y Reverendísimo Monseñor:

Le escribo a propósito de sus declaraciones del 1º de octubre ppdo. a la prensa concernientes al motu proprio Summorum Pontificum dado por el Santo Padre Benedicto XVI, y lo hago no sólo como católico, a quien obviamente interesa lo que un obispo diga en materia de fe y costumbres (y la Liturgia entra en este campo), sino también en mi condición de presidente de la Asociación ROMA ÆTERNA, miembro de la FEDERACIÓN INTERNACIONAL UNA VOCE y organización decana en España para el mantenimiento y difusión del rito romano extraordinario y de la música sacra tradicional (canto gregoriano y polifonía clásica). Me ciño a lo que Su Excelencia escribe en carta aclaratoria a los diarios que publicaron esas declaraciones; por lo tanto, utilizo sus propias frases.

1. Cito textualmente: "Es importante que todo el pueblo de Dios comprenda y viva la celebración del mejor modo posible, lo que no creía que se consiguiera con la lengua latina. Sin embargo, añado ahora, hay fieles en algunos lugares que han preferido una forma de celebración más silenciosa, uniéndose interiormente al sacerdote".

Pareciera que el problema de la comprensión de la Liturgia por el Pueblo de Dios se redujera a una mera cuestión de idioma, cuando de lo que se trata es de entender lo que se hace. De nada sirve que se reconozcan las palabras si se ignora su sentido en el contexto de la acción sagrada (y mucho me temo que la ignorancia entre los fieles está hoy muy extendida). Por otra parte, la Liturgia no es un conjunto de proposiciones que se hayan de entender clara y distintamente (eso es racionalismo cartesiano); es más bien misterio, que apela a todas las dimensiones del ser humano y no sólo a su facultad intelectiva, por lo cual también la celebración silenciosa tiene su importancia. En fin, la Liturgia se da en el ámbito de lo sagrado, es decir, de un espacio y un tiempo en discontinuidad con el espacio y tiempo comunes. En esta perspectiva las lenguas muertas adquieren una especial significación de trascendencia y se han usado y se usan no sólo en los ritos católicos, sino en los de la mayor parte de las religiones. Lo mismo dígase del silencio que rodea la mayor parte -y la más importante- de las celebraciones. ¿O es que durante más de mil años la Iglesia habría impedido al Pueblo de Dios la mejor comprensión y vivencia de la Liturgia por su empecinamiento en conservar el latín? E incluyo al beato Juan XXIII, que en su constitución apostólica Veterum Sapientia de 1962 ordenó que los obispos y superiores generales de órdenes religiosas velaran para que "ninguno de sus súbditos, por desmedido afán de novedades, escriban contra el empleo de la lengua latina tanto en la enseñanza como en los ritos sagrados de la Liturgia". También me refiero al Concilio Vaticano II, que estableció que se conservara "el uso de la lengua latina en los ritos latinos, salvo derecho particular" (SC, 36 § 1).

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3.10.07

Religioso salesiano apoya con entusiasmo la EpC

No, no es una broma. Es real como la vida misma. Hay un salesiano llamado Josan Montull al que le encanta la EpC. Vamos, le parece magnífica. Y lo declara en el Boletín Salesiano tanto en la edición en papel como en la edición on line.

Bien, señores, me van a permitir que diga que esto no parece la Iglesia sino el corral de la Pacheca. Esto es un cachondeo. Aquí da igual lo que digan la totalidad de los obispos españoles sobre la EpC. Aparece un tío que se cree más listo que ellos y apoya con entusiasmo la asignatura. Y no pasa nada, claro.

Yo ya no entro en los argumentos. Podría hacerlo pero es que da lo mismo. Es una cuestión de sentido común. Si todos los cardenales, arzobispos y obispos católicos españoles sacan un documento conjunto criticando de forma tajante la asignatura de la EpC, no puede ser que un religioso se pase por el forro de su entrepierna las directrices episcopales sin que ocurra nada. Señores obispos, o se hacen respetar ustedes en la Iglesia o no les va a respetar nadie. Esto no puede ser. No hay derecho. Ya está bien. Pongan orden, por el amor de Dios. Ustedes tienen la obligación de poner orden.

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2.10.07

Parece que al Patriarca Alexis le importa un bledo lo políticamente correcto

¿Alguien se imagina a Benedicto XVI en la sede del Consejo de Europa diciendo que la homosexualidad "es una enfermedad, una deformación de la calidad humana"? O mejor dicho, ¿puede el lector imaginarse la que se montaría mediáticamente si dijera algo así? Pues eso es precisamente lo que el Patriarca de Moscú acaba de hacer al responder a la pregunta de un diputado británico sobre cuál era su opinión sobre la homosexualidad. Alexis añadió que "No hay que discriminar, pero nadie puede obligarme a callar cuando llamo pecador a lo que es un pecado frente a los ojos de Dios" y justificó su oposición a que se celebre una marcha del orgullo gay en Moscú no puede admitirse porque la misma es una "promoción del pecado". Supongo que el asombro de los oyentes llegó a su climax cuando el Patriarca comparó la homosexualidad con la cleptomanía, preguntando por qué nadie defiende la segunda y sí la primera, lo cual, señores míos, fue apoyado por algunos aplausos en el hemiciclo.

El caso es que lo que dice Alexis está lejos de ser sólo la opinión de un señor mayor alejado del sentir del pueblo ruso. Aunque en los medios de comunicación occidentales no se ha recogido el dato, lo cierto es que en la reelección del actual alcalde de Moscú parece que juega un papel fundamental su oposición a que la marcha del orgullo gay se celebrara los últimos años en su ciudad. Ha alegado que los hijos de los moscovitas no tienen porqué contemplar en las calles ese espectáculo, que resulta ofensivo para la inmensa mayoría de la población. O sea, no estamos ante un Gallardón cualquiera.

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