Nos quieren someter
Esta vez ha sido Hamas quien, por medio de un tal Yunis Al-Astal, ha amenazado al Papa, a la Iglesia Católica y a Europa entera. En otras ocasiones ha sido el mismísimo Ben Laden o cualquier otro dirigente de Al Qaeda. Mañana será el muftí de vaya usted a saber dónde, o el imán de cualquier mezquita. El caso es que una parte muy importante de los musulmanes ha tomado como deporte favorito el amenazar a Occidente y al cristianismo. El problema es que ellos ya han demostrado que pasan de las amenazas a los hechos en cuanto ven la menor oportunidad. Por tanto, no estamos ante un perro ladrador pero poco mordedor, sino ante perros que ladran, muerden y, si pueden, matan. Y sin embargo, hay muchos en Occidente que están deseosos de acariciar sus lomos. Es más, critican a los funcionarios de la perrera municipal que osen intentar retirar de circulación a los canes asesinos.
Por supuesto, se me dirá que el Islam no es eso. Que en realidad es una religión de paz, de fraternidad universal y de “escucha hermano la canción de la alegría”. No seré yo quien niegue que hay un Islam que no vive obsesionado con conquistar Occidente por la fuerza, que puede convivir con otras religiones y que no resulta un peligro para el resto de la humanidad que no sigue la fe de Mahoma. Pero, ¿es o no cierto que el Islam, a diferencia del cristianismo, se expandió en sus orígenes por la vía militar? ¿alguien vio a Cristo al frente de un ejército tomando por la fuerza una ciudad? ¿qué legiones estuvieron a las órdenes de San Pedro, San Pablo o cualquier otro apóstol?