El jesuita que considera que abortar es un deber moral en determinados casos
Juanjo Romero ha escrito un artículo sobre la última ocurrencia del sacerdote jesuita Juan Masiá. Este insigne jesuita, experto entre los expertos de su orden en asuntos de bioética, ejemplo vivo de en qué se ha convertido esa orden, especialmente en Japón, sostiene que en algunos casos, como el de la niña brasileña de 9 años embarazada de gemelos, el aborto no sólo no debe ser condenado sino que lo inmoral es no provocarlo. Dice el padre Masiá:
Y repasar los criterios de moral para situaciones límite, con el fin de saber cuándo es irresponsable llevar adelante un embarazo con serio peligro para la madre y en qué casos se debe interrumpir el proceso de gestación antes de que sea demasiado tarde para ello. En casos como éste la pregunta correcta del moralista no es si se puede interrumpir el proceso, sino si es irresponsable el permitir que siga adelante y, por tanto, hay más bien obligación moral de interrumpirlo.
Vamos, ni Bibiana Aído lo diría mejor. Me pregunto cómo es posible que a este gobierno no se le haya ocurrido incluir a Masiá en el grupo de “expertos” que trabajaron sobre la futura ley del aborto. Les habría facilitado mucho las cosas y además habría sido la coartada perfecta en contra de esa Iglesia fundamentalista, carca, tridentina, preconciliar, medieval e inhumana que excomulga a quienes practican abortos a niñas de 9 años. Al fin y al cabo, el padre Masiá sigue siendo a día de hoy jesuita y sacerdote, sin que sus constantes posicionamientos en contra de la fe y la moral católica tengan la menor consecuencia. Eso supone que la Iglesia en general, y su orden religiosa en particular, se hace cómplice de sus ideas, pues de lo contrario ya habría abierto algún tipo de proceso contra él. Y rumores aparte, lo cierto es que tal cosa no ha ocurrido. Al menos de forma oficial.