10.12.09

Zapatero defendiendo el derecho a la vida es como Satanás hablando de la virtud cristiana

“El derecho a la vida es el Derecho Supremo". Esa frase, con la que prácticamente todos estamos de acuerdo, fue pronunciada ayer por una de las personas que, en estos momentos, más empeñado está en conculcar dicho derecho. Zapatero hablando del derecho a la vida es como Satanás hablando de la virtud cristiana: un completo contrasentido.

Obviamente no veremos en él un comportamiento como el de esa gentuza que hace unos días llenó de pintadas asquerosas la sede de Red Madre en Madrid. Entre ellas aparecía una frase especialmente repugnante: “Os beberéis la sangre de nuestros abortos”. Lástima no saber dónde viven los que hicieron esas pintadas para ponerles la siguiente cita del Apocalipsis apócrifo de Pedro en la puerta de sus casas: “Muy cerca de allí vi otro lugar angosto, donde iban a parar el desagüe y la hediondez de los que allí sufrían tormento, y se formaba allí como un lago. Y allí había mujeres sentadas, sumergidas en aquel albañal hasta la garganta; y frente a ellas, sentados y llorando, muchos niños que habían nacido antes de tiempo; y de ellos salían unos rayos como de fuego que herían los ojos de las mujeres; éstas eran las que habían concebido fuera del matrimonio y se habían procurado aborto” (Ap Pedro 26)

Pero, como digo, Zapatero no llega a tanto, siquiera sea por una cuestión de estética. Claro que si convierte el aborto en un derecho, no sé hasta qué punto está muy lejos de los que desprecian a los movimientos pro-vida. Estamos en un momento en que a los defensores del derecho a la vida del no nacido se les va a tachar como opositores al derecho fundamental zapateril y progresista del aborto. No faltará quien en la extrema izquierda proponga que se persiga a los pro-vida. De hecho, supongo que en la Alemania de Hitler debió ser peligroso manifestarse a favor de que no se tratara a los judíos como desecho humano.

Leer más... »

9.12.09

¿Qué haría usted si a su hijo/hija de 12-13 años le enseñaran en clase a poner un preservativo?

Imagínese que es padre o madre de un par de gemelos, Sonia y Juan. Un día ambos llegan a casa y usted les pregunta qué tal les ha ido. Ambos se miran y fijan la mirada en el suelo, cosa poco habitual en ellos. Usted, obviamente, insiste en saber qué ha pasado. Entonces Juan o Sonia -tanto da que da lo mismo- le responde: “Hoy nos han dado una clase práctica de cómo poner un condón en un pene“. Usted, que estaba merendándose un bocadillo de queso manchego, sufre un ataque de tos mientras intenta decir “¡¡¿Quéeeeeeeeee??!!“. “Sí, papá” o “sí, mamá“, insiste la criatura, “usaron un pene de plástico para enseñarnos a colocar una gomita. Nos han dicho que así es como se evitan embarazos no deseados cuando se mantienen relaciones sexuales“.

Ante esa tesitura, usted reacciona de la siguiente manera:

1) Se alegra de que en el colegio le hayan enseñado eso a los niños. Así le evitan a usted la vergüenza de hacerlo.

2) Se alegra de que en el colegio le hayan enseñado eso a los niños. Pensaba hacerlo usted en breve.

3) No le gusta que en el colegio hayan enseñado eso a los niños, pero tampoco le da la mayor importancia.

4) Se indigna ante lo ocurrido y pide hablar inmediatamente con el director del colegio para que no se vuelva a repetir.

5) Se indigna ante lo ocurrido y va a comisaría a presentar una denuncia -le han quitado el derecho a que sus hijos sean educados conforme a sus valores-, además de escribir a todos los medios una carta explosiva.

6) Se indigna tanto que al día siguiente se acerca al colegio y le monta un escándalo al director o al profesor responsable de esa clase delante de todo el mundo.

Leer más... »

8.12.09

Adan o Cristo, Eva o María

San Pablo estableció en Romanos 5 un claro paralelismo entre Adán y Cristo. El primero introduce el pecado en el mundo. El segundo nos trae la salvación: “Si, pues, por la transgresión de uno solo, esto es, por obra de uno solo, reinó la muerte, mucho más los que reciben la abundancia de la gracia y del don de la justicia reinarán en la vida por obra de uno solo, Jesucristo” (Rom 5,17).

Igualmente conocemos que desde muy temprano los cristianos supieron ver la obvia relación entre la Eva del Génesis y la Virgen María del Nuevo Testamento. Así, san Justino Mártir escribe: “Porque Eva, cuando era todavía virgen e incorrupta, habiendo concebido la palabra que recibió de la serpiente, dio a luz la desobediencia y la muerte: en cambio, la virgen María concibió fe y alegría cuando el ángel Gabriel le dio la buena noticia de que el Espiritu del Señor vendría sobre ella y el poder del Altísimo la cubriría con su sombra, por lo cual lo santo nacido de ella seria hijo de Dios; a lo que ella contestó: «Hágase en mi según tu palabra» (Lc 1, 38). Y de la Virgen nació aquel al que hemos mostrado que se refieren tantas Escrituras, por quien Dios destruye la serpiente y los ángeles y hombres que a ella se asemejan, y libra de la muerte a los que se arrepienten de sus malas obras y creen en él“.

San Ireneo de Lyon es aún más explícito: “Y así como por obra de una virgen desobediente fue el hombre herido y —precipitado— murió, así también, reanimado el hombre por obra de una Virgen, que obedeció a la Palabra de Dios, recibió él en el hombre nuevamente reavivado, por medio de la vida, la vida. Pues el Señor vino a buscar la oveja perdida, es decir, el hombre que se había perdido. De donde no se hizo el Señor otra carne, sino de aquella misma que traía origen de Adán y de ella conservó la semejanza. Porque era conveniente y justo que Adán fuese recapitulado en Cristo, a fin de que fuera abismado y sumergido lo que es mortal en la inmortalidad. Y que Eva fuese recapitulada en María, a fin de que una Virgen, venida a ser abogada de una virgen [Eva], deshiciera y destruyera la desobediencia virginal mediante la virginal obediencia” (AH III,22,4).

Leer más... »

7.12.09

El nacional-catolicismo catalán echa el resto

Por si no había quedado claro que el cardenal Sistach apoyaba el “Estatut” de autonomía de Cataluña, este fin de semana se ha publicado por parte del semanario socio-religioso Catalunya Cristiana un editorial de apoyo total a la iniciativa de los doce periódicos catalanes a favor de dicho texto legal, que en realidad es una especie de pseudo-constitución que situaría a esa comunidad autónoma en un situación muy cercana a la de la independencia de España. Como quiera que el director del semanario es nombrado por el cardenal Sistach, es de suponer que el prelado está totalmente de acuerdo con él. En otras palabras, en un ejercicio de cesaropapismo moderno sin igual, Catalunya Cristiana pone por escrito de forma más “bruta” lo que el Cardenal Sistach dijo el otro día.

El caso es que el nombre del semanario implica a toda la Iglesia Católica en Cataluña. Es decir, la totalidad de los obispos catalanes, sean nacionalistas o no, se ven implicados por ese editorial. Si a alguno de ellos le parece que va más allá de lo que es prudente, normal y hasta cristiano, lo normal es que levante la voz y se desmarque del mismo. No olvidemos que ese estatuto fue votado afirmativamente sólo por un tercio del censo electoral -la mayoría no votó-. Y además, hubo al menos dos partidos políticos que votaron en contra del Estatut. ERC, que lo considera insuficiente porque ellos buscan la independencia, y el PP, que lo considera inconstitucional.

Con este posicionamiento “oficioso” -¿quizás oficial?- de la “iglesia catalana", la situación que se puede crear en caso de que, como cabe esperar, el Tribunal Constitucional declare que el Estatut no encaja en la Constitución, puede ser tremenda. Catalunya Cristiana apela a la dignidad de Cataluña en relación con dicho texto legal. Por tanto, si el texto se anula o se modifica esencialmente por el TC, la “iglesia catalana” lo consideraría una afrenta contra su “nación". Lo que eso implicaría es algo que todavía no podemos saber, aunque sí intuir. Y no parece que vaya a ser nada bueno.

Leer más... »

6.12.09

La perfecta soledad del que defiende y predica la verdad

En un mundo bajo el poder del padre de las mentiras (Jn 8,44), en medio una generación adúltera y pecadora (Mc 8,38), aquellos que defienden y predican la verdad están encaminados a la soledad experimentada por el profeta Elías, que tras mostrar el poder del Dios verdadero sobre los falsos dioses del paganismo (1 Rey 18,18 y ss), sufrió sin embargo una crisis personal que le llevó a querer morir: “…siguió él por el desierto un día de camino y sentóse bajo una mata de retama; deseó morirse, y dijo: “¡Basta, Yahvé! Lleva ya mi alma, que no soy mejor que mis padres” (1 Rey 19,4). Sin embargo, en medio de la depresión, en medio de la desesperación, Dios le confortó y le exhortó a seguir con su misión profética:

Cuando lo oyó Elías, cubrióse el rostro con su manto, y, saliendo, se puso de piec a la entrada de la caverna y oyó una voz que le dirigía estas palabras: “¿Qué haces aquí, Elías?” Y él respondió: “He sentido vivo celo por Yahvé Sebaot, porque los hijos de Israel han roto tu alianza, han derribado tus altares y han pasado a cuchillo a tus profetas, de los que sólo quedo yo, y me buscan para quitarme la vida.” Díjole entonces Yahvé: “Vete; vuélvete por tu camino, por el desierto de Damasco…. Voy a dejar con vida en Israel a siete mil cuyas rodillas no se han doblado ante Baal y cuyos labios no le han besado.” (1 Rey 19, 13-18)

También hoy necesitamos hombres y mujeres de Dios que no teman enfrentarse a los baales de nuestra generación. Esos ante los que se arrodilla gran parte de nuestra sociedad. La Iglesia no debe, no puede y yo diría que hasta no sabe callar. Puede que muchos de sus miembros, pastores y fieles, prefieran vivir en la comodidad de los falsos profetas que no molestan a los gobernantes, que dicen aquello que la “massa damnata” quiere oír, que desvirtúan el mensaje de Cristo convirtiéndolo en una especie de buenismo barato, cual marca blanca de supermercado espiritual. Pero Dios nunca se queda sin testigos en los tiempos donde el pecado y la apostasía parecen triunfar. El Antiguo Testamento es testigo de ello. Y la Historia de la Iglesia también.

Leer más... »