30.12.09

Carta enviada a Roma y Cartagena

Hoy al mediodía ha salido, en dirección a la Curia Generalizia de la Compañía de Jesús en Roma y a la sede del obispado de Cartagena, la carta abierta al Prepósito General de los jesuitas y al obispo de Cartagena, Rvdmo P. Adolfo Nicolás y Excmo y Rvdmo D. José Manuel Lorca Planes respectivamente, que escribí el sábado 26 de diciembre en este blog.

El motivo de la carta, como todos los lectores de este blog saben, es el escándalo que supone leer en un periódico español un artículo de un sacerdote jesuita en el que se ofende gravemente el sentimiento de los católicos. El que no sepa a qué me refiero, que lea la carta abierta, en la que doy detalles del escándalo.

A la carta he sumado los datos personales -nombres, apellidos y DNI o documento acreditativo- de los fieles que se han querido adherir a la misma. En total, han sido 148 las personas que se han sumado al texto. A todas ellas quiero dar las gracias por su adhesión y por su confianza en darme sus datos. Entre los apoyos a la carta se encuentran diez sacerdotes y un religioso. Al menos que se hayan presentado como tales. Es posible que algún otro sacerdote, religioso o religiosa me haya enviado sus datos sin hacer referencia a su condición. También hay abogados, periodistas, médicos y miembros de otras profesiones pero en la carta enviada sólo he señalado a los que son sacerdotes y al religioso (sin mencionar su orden). La mayoría de los co-firmantes son españoles pero también he recibido adhesiones de argentinos, chilenos, venezolanos, italianos y españoles residentes en el extranjero. Uno de ellos, curiosamente, me escribió desde Japón, donde reside el padre Masiá.

Quiero además reproducir unos párrafos del email que un sacerdote murciano me envió ayer mismo:

Ante la publicación de Masiá me alegró enormemente ver que había tenido alguna repercusión el hecho y que tanto el Sr. de la Gigoña, así como usted mismo han reaccionado.

Me parece muy bien la carta, pero si me lo permite, le diré que lo considero una acción poco contundente. Aquí lo que hay que hacer ver de una vez por todas es que los fieles tienen derechos y que pueden exigirlos y reclamarlos. No se trata ya de pedir, rogar y suplicar que por favor digan o hagan algo sino de exigir que digan y hagan. ¡Es un DERECHO de los fieles!

Por cierto, que en el mismo ejemplar del diario “La Verdad” en el que venía el artículo de Masiá aparecía otro artículo de un miembro de Comunidades de base de la Diócesis que colabora también habitualmente, cuestionando el celibato sacerdotal y reclamando el sacerdocio femenino.

O los fieles se espabilan y comienzan a exigir el que se respeten sus derechos o las cosas van a cambiar muy poco.

Pues de eso se trata amigos y hermanos en el Señor. De que los fieles hagamos aquello que se nos pidió que hiciéramos en el Concilio Vaticano II:

Los laicos, como todos los fieles cristianos, tienen el derecho de recibir con abundancia, de los sagrados pastores, de entre los bienes espirituales de la Iglesia, ante todo, los auxilios de la Palabra de Dios y de los sacramentos; y han de hacerles saber, con aquella libertad y confianza digna de Dios y de los hermanos en Cristo, sus necesidades y sus deseos. En la medida de los conocimientos, de la competencia y del prestigio que poseen, tienen el derecho y, en algún caso, la obligación de manifestar su parecer sobre aquellas cosas que dicen relación al bien de la Iglesia. Hágase esto, si las circunstancias lo requieren, mediante instituciones establecidas al efecto por la Iglesia, y siempre con veracidad, fortaleza y prudencia, con reverencia y caridad hacia aquellos que, por razón de su oficio sagrado, personifican a Cristo. (LG 37)

Como he dicho, en este caso varios sacerdotes se han sumado a la carta, así que no es sólo una iniciativa de laicos. Pero para el caso, creo que es lo mismo.

Esta es la lista de los que se han adherido a la carta abierta. Pongo sólo el nombre y las iniciales. Si alguien no se encuentra, que me lo diga. Esto lo hago todo a mano y se me puede haber perdido algún nombre:

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29.12.09

El éxito de la campaña de las esquelas es vuestro

Ayer fue un día muy especial en la breve historia de InfoCatólica. Decenas de medios de comunicación de España y de todo el mundo se hicieron eco del éxito de la campaña de esquelas en favor de los no nacidos abortados en las clínicas de la muerte de todo el mundo. Ocho periódicos publicaron esquelas, aunque cinco se negaron a ello. De hecho, sólo por la tarde nos enteramos de que el Diario de Jerez se había “rajado” en el último minuto.

Ahora bien, el éxito no es nuestro sino de todos los que han hecho posible la publicación de las esquelas con sus donativos. InfoCatólica, a través de su Fundación, se ha limitado a ser canal de la generosidad de nuestros lectores. Ellos son los verdaderos protagonistas de este testimonio púbico de petición de oración en favor de las almas de los más inocentes y de oración por la conversión de los que facilitan el aborto desde la política y la sociedad. Nosotros creemos sinceramente que “mucho puede la oración fervorosa del justo” (Stg 5,16) y que Dios no dejará sin atender todas las oraciones que hayan partido del corazón de sus fieles tras la lectura de esas esquelas. Es en el cielo donde llevan la verdadera contabilidad de esta campaña.

Personalmente, he de confesar que al principio de la campaña tuve el temor de que no lográramos que se publicara una sola esquela. Hombre de poca fe soy, lo confieso. Pero el Señor me ha demostrado una vez más que Él sabe cómo tocar el corazón de su pueblo para que haya hombres y mujeres dispuestos a colaborar en causas que merezcan la pena. También económicamente.

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28.12.09

Abro el plazo para recoger adhesiones a mi última carta abierta por el escándalo Masiá

En la noche del día 26 de diciembre escribí en este blog una carta abierta cuyos destinatarios eran, y son, el Prepósito General de la Compañía de Jesús, Rvdmo P. Adolfo Nicolás, y el obispo de Cartagena, Monseñor Lorca Planes. El motivo de la misiva es la repugnancia que sentí tras leer el último artículo del padre Juan Masiá Clavel, SI, en el diario murciano La Verdad.

En un primer momento no se me ocurrió que, fuera de la sección de comentarios del blog, nadie quisiera adherirse personalmente a mi carta. Sin embargo, cuando alguien propuso dar sus datos personales para adjuntarlos a la carta, abrí esa posibilidad. Y desde ayer a por la noche hasta esta mañana he recogido la nada despreciable cifra de 25 adhesiones de personas que han dado sus nombres, apellidos y Documento Nacional de Identidad.

Es por eso que abro el plazo de recogida de adhesiones hasta mañana, día 29. Quien quiera enviarme sus datos, lo puede hacer a [email protected]. El día 30 enviaré la carta por correo postal a la Curia de la Compañía de Jesús en Roma, a la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica y al obispado de Cartagena.

Las adhesiones pueden venir de España y de cualquier otro país del mundo. Sólo pido que quien me escriba de fuera de mi país, incluya algo parecido al documento nacional de identidad que tenemos en España. Un lector de Argentina ya lo ha hecho así. Yo me comprometo a hacer uso de los datos que se me envíen, sólo para el envío de la carta.

Somos muchos los que creemos que la Iglesia no puede tolerar de ninguna de las maneras que un sacerdote suyo tenga la indecencia de escribir -además en fechas navideñas- lo siguiente:

Metáfora del anuncio a José, a quien diría un ángel en sueños: «No dejes de acostarte con María. Aunque intervenga el Espíritu, tu papel no está de sobra; es compatible con que Jesús sea el rostro de Dios.»

Es nuestro deber el quejarnos ante quienes pueden poner fin a esta infamia.

Luis Fernando Pérez

Carta abierta al Prepósito General de la Compañía de Jesús y al obispo de Cartagena, por Luis F. Pérez
Metáforas de Navidad, por Juan Masiá Clavel, SI

26.12.09

Carta abierta al Prepósito General de la Compañía de Jesús y al obispo de Cartagena

A la atención del Excmo. y Rvdmo. Sr. D. José Manuel Lorca Planes, obispo de Cartagena y a la del Prepósito General de la Compañía de Jesús, Rvdmo P. Adolfo Nicolás, SI.

Estimados señor obispo y superior de la orden fundada por San Ignacio de Loyola,

Cuando el eco y la felicidad de la festividad por la Natividad de Nuestro Señor todavía resuena en el corazón de los creyentes, nos encontramos hoy con un artículo del padre Juan Masiá Clavel, sj, en el diario La Verdad de Murcia, titulado “Metáforas de Navidad”, en el que aparecen los siguientes párrafos:

Con imágenes de mitologías paganas, depuradas por la reflexión judía, el evangelista no habla de fisiología, sino de realidad profunda: Asumir una maternidad y paternidad humanas es dejar que Dios se revele en la criatura nacida. Varón y mujer se unen para que aparezca en el mundo la realidad de Enmanuel, Dios con nosotros

Metáforas evangélicas, malentendidas desde enfoques negativos sobre la sexualidad, veían la actuación del Espíritu como opuesta a la relación matrimonial.

Metáfora del anuncio a José, a quien diría un ángel en sueños: «No dejes de acostarte con María. Aunque intervenga el Espíritu, tu papel no está de sobra; es compatible con que Jesús sea el rostro de Dios.»

Creo innecesario explicarles cuál es el sentimiento que los fieles a Cristo y su Iglesia sentimos al ver como un sacerdote jesuita es tan explícito al negar la concepción virginal de nuestro Señor y sugiere que los evangelios recogen mitología pagana para explicar el gran misterio de la Encarnación. El amor que sin duda ustedes tienen por nuestro Salvador, por su Madre y por san José es motivo de sobra para sentirse heridos y agredidos en lo más íntimo de su fe.

Sería largo y prolijo exponer en una carta como esta toda la actividad que el padre Masiá ha venido realizando en los medios de comunicación españoles desde hace años. Baste decir que hace unos meses anunció que, aceptando la petición que la hizo su superior en Japón, dejaría de escribir en España. Obviamente no cumplió su palabra.

Es por ello que les ruego que hagan todo lo que esté en su mano para evitar que este miembro de la Compañía de Jesús siga ofendiendo a los católicos de este país. Se lo pido especialmente a usted, Padre Nicolás, que es quien tiene más a su alance el acabar con este escándalo permanente que representa para su orden y para toda la Iglesia el padre Juan Masiá. A Monseñor Lorca Planes le solicito que exprese su queja ante Roma, debido a que es en un periódico de su diócesis donde el padre Masiá ha escrito esas palabras contrarias a la fe de la Iglesia.

Creo hablar en nombre de muchos fieles si les digo que veríamos con agradecimiento hacia ustedes una intervención que acabe, de una vez por todas, con el escándalo continuo que supone el ver como un sacerdote miembro de una orden religiosa amada y querida por todos usa todos los medios que están a su disposición para oponerse a la fe de la Iglesia en multitud de materias, especialmente las relacionadas con la bioética. El escándalo entre los fieles es superior a lo que el bien común de la Iglesia puede soportar.

Dios les guarde y les guíe en sus respectivos ministerios,

Luis Fernando Pérez,
Director InfoCatólica

PD: El que quiera unir su firma a la carta puede enviarme su nombre, apellidos y DNI a la siguiente dirección de email:
[email protected]

Me comprometo a enviarlo todo a los destinatarios vía postal, que sigue siendo un método más formal que vía email.

Doy hasta el martes para recoger los datos. Por supuesto, me comprometo igualmente a no hacer uso de dichos datos para otro fin que no sea el que ha motivado este post.

Juan G. Bedoya, responsable de la información religiosa de El País, tiene razón

Con el título de “Voto de desobediencia a los obispos”, Juan G. Bedoya nos regalaba uno de sus “interesantísimos” artículos el día 24 de diciembre en el diario El País. El veterano responsable de la información religiosa del diario del grupo Prisa empezaba con fuerza su columna:

¿Quién hace caso hoy a la doctrina de los obispos en materia de familia, sexo, anticonceptivos, investigación con embriones, incluso ante dogmas antes llamados fuertes, como la resurrección y divinidad de Jesús, la inmaculada concepción y la ascensión de María, la infalibilidad del Papa o la real existencia del cielo, el infierno o el purgatorio? ¿Significan estas discrepancias -ese no hacer caso a lo que predica la jerarquía del cristianismo-, que existe un cisma en la Iglesia católica actual?

A la primera pregunta me dan ganas de contestar ¡¡¡YO!!!, pero como sé que buena parte de los lectores de InfoCatólica, y de este blog en concreto, responderían lo mismo, pues vamos a dejarlo en un ¡¡¡NOSOTROS!!! Pero igual que digo eso, reconozco que la mayoría de los bautizados, al menos en España, responderían un ¡¡¡YO NO!!!

A la segunda pregunta, mi respuesta es rotunda: ¡Sí! Y añado: ¡Es uno de los cismas más graves en la Historia de la Iglesia!

De hecho, el propio Bedoya describe la situación de forma muy acertada:

Los cismas de ahora son soterrados, porque Roma, escarmentada o insegura, no quiere romper con nadie, y los protestantes contemporáneos también prefieren una convivencia en discordia a una salida del santuario.

Salvo en lo de que Roma está “escarmentada o insegura” -me guardo para mis adentros mi calificación sobre la actuación de la Sede Apostólica-, no podría estar más de acuerdo con ese análisis de la realidad eclesial cuando ya ha transcurrido la primera década del siglo XXI. Y es una realidad que hemos heredado del post-concilio, aunque ya antes del Vaticano II asomaban las primeras nubes del cisma de facto que la Iglesia ha sufrido, y sufre, en este paso del segundo al tercer milenio de la era cristiana. Hoy mismo hemos sabido que ha fallecido una de las cabezas visibles de ese cisma, el teólogo dominico Edward Schillebeecks. No me gusta hablar mal de nadie justo después de morir, así que baste con constatar que a pesar de que Roma detectó al menos nueve errores teológicos graves -en mi pueblo, herejías- y de que él se negó a retractarse, no parece que se le aplicara el Código de Derecho Canónico, que es un texto muy mono que sin duda debe servir para muchas cosas pero más bien para poco a la hora de atajar el cisma que nos acecha.

La gran diferencia entre el cisma actual y otros pasados, es precisamente que, probablemente con la intención de evitar un cisma a gran escala, se ha optado por admitir que los herejes se queden dentro de la comunión eclesial. Es decir, a pesar de que la pena canónica por la herejía contumaz es la excomunión, personajes como Hans Küng -que entre otros dogmas niega el de la infalibilidad papal- no sólo no han sido excomulgados sino que ni siquiera se les ha suspendido a divinis. Como mucho se les he prohibido ejercer la docencia en universidades y seminarios católicos. Lo cual, por supuesto, no ha servido para nada. ¡Miento!: sí ha servido. Esa actitud condescendiente con la herejía ha servido para que la secularización interna de la Iglesia haya alcanzado niveles impensables, dramáticos, cuasi apocalípticos.

Bedoya hace una cita de una carta de monseñor García Aracil, arzobispo de Mérida-Badajoz. En relación con la actitud de los políticos católicos que se pasan la doctrina de la Iglesia por salva sea la parte, el arzobispo observa…

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