El problema ya no se llama Nicolás Alessio sino Carlos José Ñañez
Voy a ser breve. Hace 20 días exactos que publiqué un artículo titulado “¿A qué espera Monseñor Ñañez para suspender al padre Nicolás Alessio?”. En el mismo manifestaba mi estupor ante la actuación de un sacerdote argentino, Nicolás Alessio, quien se estaba pitorreando de su arzobispo, Monseñor Carlos Ñañez, al burlarse públicamente de su prohibición de defender la legitimidad del matrimonio homosexual. Es más, daba la impresión de que la actuación del arzobispo de Córdoba logró el efecto contrario al deseado. Ese presbítero indigno de ejercer el sacerdocio se emperró aún más en su postura y se aprovechó de la repercusión mediática de la prohibición de su pastor para arremeter con más fuerza contra la Iglesia y su doctrina.
La guinda del pastel la puso el pasado jueves, donde fue el protagonista de una marcha del lobby gay a favor del matrimonio homosexual. En InfoCatólica informamos de lo ocurrido y en YouTube se puede ver al personaje en acción. Cabe destacar que un grupo de católicos argentinos ha puesto ya en marcha una recogida de firmas para que Monseñor Ñañez haga algo.